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UE: más de 800 millones de euros en multas por exceso de producción

Por muchos años, distintos modelos agroeconómicos pronosticaron un futuro brillante para los precios de los productos lácteos, con una demanda mundial incrementándose a consecuencia del crecimiento de las clase media en Asia y África adoptando patrones de consumo occidental. Sin embargo, los márgenes de producción en la UE se han vuelto negativos en los últimos meses debido a que los productores continuaron incrementando su producción luego de la finalización del sistema de cuotas lácteas, ignorando la caída de la demanda mundial. Situación que a su vez se vio más agravada por la extensión del embargo ruso a las importaciones con origen en la UE.

Después de la crisis de precios de los lácteos en 2009, la UE experimentó un período prolongado de altos precios para los lácteos brevemente interrumpido en 2012. En ese momento la Comisión Europea decidió, como parte de la Revisión de Mediano Plazo de la Política Agrícola Común (PAC), permitir que el sistema de cuotas finalizara en 2015. Para preparar el mercado de lácteos para el fin de las cuotas, la Comisión instaló un programa de “aterrizaje suave” incrementando gradualmente el nivel de las cuotas 1% al año durante los siguientes años de cuotas (desde 2009/10 a 2013/14). Para el último año antes de que el sistema expirara (2014/15) no se señaló ningún aumento.

Este enfoque fue exitoso en incrementar gradualmente la producción tal como se había previsto, excepto en algunos países del núcleo productor de lácteos de la UE, donde los productores incrementaron sustancialmente las producción para beneficiarse de las buenas condiciones de demanda del mercado y de los mayores precios de la recuperación de la crisis del sector del 2009.

El programa también se las arregló para disminuir la cotización de las cuotas dado que el mercado de los derechos de cuotas se volvió muy fluido con productores eficientes sobrepasados de producción comprando derechos de productores ineficientes o de productores que abandonaron la producción de leche por completo. La dinámica del mercado de las cuotas lácteas llevo a los productores a especular al máximo en base a cuotas no utilizadas de los productores ineficientes que no alcanzaron a vender sus derechos de cuota. Hacia 2013-2014 esta especulación llevó a productores de algunos estados miembros a sobrepasar en forma desmedida su cuota individual en 10% y 20% la cuota asignada.

Para estos productores la multa por la sobre producción no fue un problema, en un contexto de precios internacionales con niveles records. Además en aquel momento las previsiones de mediano plazo de OECD y FAO proyectaban un incremento de la demanda mundial de lácteos a partir del crecimiento de la clase media de China y otros países.

A pesar de que los precios internacionales empezaron a caer en la primavera norte de 2014, los precios al productor en la UE no cayeron hasta fines de 2014. En consecuencia, los productores europeos continuaron aumentando la producción. Por su parte el embargo impuesto por Rusia tampoco alentó una caída en la producción, dado que la industria procesadora re direccionó sus capacidades productivas desde los quesos para el mercado ruso, hacia manteca y leche en polvo descremada para nuevos mercados donde había demanda disponible.

Los mercados mundiales siguieron debilitándose a partir de la caída significativa de las importaciones de China, como respuesta al enlentecimiento de la economía y la acumulación de stocks de leche en polvo descremada.

Sin embargo, los productores de la UE no disminuyeron la producción hasta la primavera de 2015, demasiado tarde para evitar las abultadas multas por pasarse en su último año de cuotas de producción. Como resultado, 13 países de la UE van a incurrir en multas que se encuentran por encima de los 800 millones de euros en 2015, comparados con los 400 millones que tuvieron que pagar 8 miembros en 2014.

www.inale.org

Pablo Mestre
Pablo Mestre

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