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Compartimento ovino de “Santa Leopoldina” hizo segunda faena

La idea creada por Uruguay acapara más interesados.

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Compartimento ovino. Foto: Jorge Bonino.

Pablo Antúnez.

Otros 1.000 corderos procedentes del compartimento ovino de alta bioseguridad de “La Leopoldina”, de la familia Tedesco, fueron faenados ayer, en condiciones especiales, en Frigorífico “Las Piedras”. Se trata de la segunda faena de este compartimento ovino.

En los próximos 15 días se harán nuevas faenas de otros compartimentos, como el del Campo Experimental del Secretariado Uruguayo de la Lana (Cerro Colorado) y el de la Colonia “San Gabriel”, impulsado por el Instituto Nacional de Colonización (INC) y la Asociación Rural de Reboledo. En esta iniciativa, pequeños productores ovejeros buscan valorizar sus corderos.

Los corderos enviados a faena por “La Leopoldina”, aportaron “muy buenas carcasas y excelentes terminaciones”, confirmó a El País Jorge Bonino Morlán, asesor privado y exdocente de Facultad de Veterinaria. El primer embarque insumió 950 corderos, con pesos de entre 40 y 41 kilos y se hizo el pasado mes de junio.

Este mes se cumplió un año de la apertura de Estados Unidos para la carne ovina con hueso procedente de los compartimentos ovinos de alta bioseguridad. Hoy hay negociaciones encaminadas con México (para ovinos adultos), la Unión Europea y otros destinos.

Esta semana, la empresa impulsora de este compartimento realizó una jornada abierta, con la participación de más 200 personas y lentamente surgen nuevos interesados en explotar esta herramienta creada por Uruguay y avalada por el código zoosanitario de la Organización Mundial de Sanidad Animal. Son los únicos compartimentos ovinos con alta bioseguridad a cielo abierto que hay en el mundo.

Los compartimentos ovinos son controlados y certificados por la Dirección General de Servicios Ganaderos y no está previsto un límite numérico, pero se advierte que se cuidará a rajatabla esta herramienta.

“Apareció mucha demanda de gente que está muy interesada en el tema”, adelantó Bonino a ElPaís. “Hay que aprovechar que el ovino es una especie de ciclo reproductivo corto y que tiene la particularidad de tener más de un cordero en la misma gestación, eso permite aumentar la productividad. La meta es tener una oferta mayor para poder satisfacer una demanda que ha ido creciendo, con un precio interesante para el cordero y altos requerimientos de los mercados”, afirmó.

Guillermo Crampet

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