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Que valga la pena

 

Pablo D. Mestre | Director Suplemento Rurales El País

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Quienes nacimos en la década del 60 (1964 para ser más preciso), escuchamos de los “cucos” si ganaba la izquierda: “van a secuestrar a los niños y mujeres embarazadas y se los llevarán a Rusia”, decían entonces (aunque los Millenials no lo crean).

Después, no ganó la izquierda y, lamentablemente, sufrimos 12 años de dictadura en los cuales los integrantes de mi generación nos criamos con miedo y no respeto, pero con un objetivo común: derrotar al enemigo, entonces encarnado por el gobierno militar.

La salida de ese proceso oscuro fue de luz, con los que despertábamos a la actividad política esperanzados. Estábamos todos juntos y no preguntábamos de quién era cada uno.

No había grietas…

Hubo un mañana, salió el sol e iluminó la oscuridad…

Poco a poco, las flores de esa primavera fueron mostrando sus espinas, comenzaron las diferencias, las peleas, los “países diferentes…”. Empezó la grieta.

Tras cuatro gobiernos de los Partidos Fundacionales, finalmente llegó la izquierda a la Presidencia de la República.

Y nada cambió.

Obviamente, no se llevaron ningún niño, ni mujer embarazada a Rusia (salvo los que fueron voluntariamente al Mundial de Fútbol, pero eso es otra cosa).

Pero tampoco nada cambió, pues la grieta estaba presente y creciendo.

Esa misma que hasta hace pocos días alimentaba nuevamente “cucos”, pero esta vez a la inversa: “si gana Lacalle habrá agitación social”, dijo la propia Vicepresidente de la República, al son de otras voces por el estilo que hablaban de un caos ante la alternancia del gobierno.

Igual, una vez más, la ciudadanía votó y eligió el cambio.

Y está bien.

Porque la alternancia es la esencia de la Democracia.

¿Qué le pido al presidente Luis Lacalle Pou?

Simplemente que cumpla con que “está bueno cambiar”, y que podamos vivir todos en un mejor país sin “cucos”, en el que todos desarrollemos nuestra actividad.

Que cumplan con lo prometido y por lo cual sedujo a tantos uruguayos. Sin olvidarse del interior del país en general y del sector agropecuario en particular pues es el motor que hace funcionar al país.

Y “que valga la pena..”. .

Guillermo Crampet

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