El presidente de Argentina Javier Milei, dejó bien en claro que en algún momento reducirá los derechos de exportación (DEX) porque al igual que el impuesto PAIS, que ya fue eliminado “nunca los coparticipé”.
En una entrevista concedida este sábado al periodista Gabriel Anello de Radio Mitre, el primer mandatario sostuvo: “Que las voy a bajar en la medida en que tengamos crecimiento económico, aumentos permanentes de ingresos, de modo tal que no necesitemos aumentar el gasto público, sino que podamos reducir impuestos. ¿Sabe cuál es el mejor síntoma de que no voy a sostener las retenciones y que cuando pueda las voy a bajar? Que nunca las coparticipé. Si hubiera coparticipado el impuesto PAIS, hoy no lo habría podido bajar, pero resistí con uñas y dientes el impuesto país. En diciembre, se terminó el impuesto PAIS, y no pedí ninguna prórroga, por primera vez en la historia.”.
Sobre el punto, señaló: “Vamos por partes. Cuando analizábamos el problema del campo, identificamos que los dos grandes problemas eran: primero, la brecha cambiaria, que era enorme, y segundo, las retenciones. De esos dos, la brecha era, sin duda, el problema más grave. ¿Por qué? Porque por cada dólar al tipo de cambio oficial, había tres en el paralelo, lo que generaba una brecha del 200%. Esa diferencia era mucho más perjudicial que el 35% de las retenciones. Punto uno: la brecha desapareció. Parte de lo que dije que era mejora se los otorgamos. Es más, cuando fui al discurso de la Sociedad Rural Argentina, señalé varias medidas en beneficio del campo, y al lunes siguiente estaban en el Boletín Oficial. Lo único que falta ahora es reducir las retenciones”.
Sobre el tema recordó: “Mire el antecedente: en 1995, con la crisis del tequila, Cavallo y Menem llevaron transitoriamente el IVA al 21%. ¿A cuánto está hoy? A 21%. No lo bajaron. Después, Cavallo con De la Rúa puso transitoriamente el impuesto a los débitos y créditos bancarios. Hoy sigue. Duhalde implementó transitoriamente las retenciones. Siguen. Lo interesante del caso de retenciones es que no están coparticipadas, el día que tenga los recursos para mantener el equilibrio fiscal, afuera las retenciones”.
Y fue por más: “El día que tenga más recursos fiscales para sostener el equilibrio fiscal ya habiendo eliminado las retenciones voy por el impuesto a los débitos y créditos bancarios”.
Tipo de cambio
En la entrevista, el presidente se explayó sobre la brecha cambiaria.
Consultado por Anello sobre la posible suba del dólar, el presidente anticipó: “Hay varias cosas que se debaten. Nosotros hoy, dio la inflación, si nosotros volvemos a confirmar que la inflación está en torno al 2,5%, es decir, que diciembre diera 2,5%, nosotros estamos en condiciones de bajar el crawling peg de 2 a 1”. Y se animó: “Estaríamos en condiciones de pasar a un punto mensual y, si durante tres meses verificamos esa inflación al 1,5%, se saca el crawling peg. Pero lo que pasa es que yo entiendo que atrás de eso hay otra discusión sobre el tipo de cambio, que desde mi punto de vista es errada. De hecho, hay frases muy desafortunadas de algunos economistas que verdaderamente dan pena, porque… pero bueno, nada, responden a intereses políticos o empresarios y piden cosas que van en contra. ¿Por qué? Es lo que están pidiendo cuando piden una devaluación: que baje el salario de los argentinos en el fondo. Y nosotros lo que decimos es que, dado el precio internacional, dado el costo de operación y mantenimiento y dados los impuestos, si nosotros estamos bajando el riesgo país de 3.000 a menos de 600, 584, consecuentemente, menor costo de capital me permite acumular más capital y me permite pagar mayores salarios. Entonces, lo que están pidiendo, una devaluación, lo que están pidiendo es empobrecer a los argentinos en favor de determinados grupos empresarios o en favor de gente que vive de rentas. De hecho, hay muchos economistas que, vaya la gente y chequee, viven de fundaciones extranjeras. Entonces, ¿qué pasa? Si la moneda se fortalece, su calidad de vida baja. Por eso piden devaluación”.
Y allí se ocupó de aclarar por qué no hay atraso cambiario. “No, no está atrasado el valor del dólar, y si usted me lo permite, le doy los fundamentos técnicos. A ver, usted tiene tres formas de apreciar la moneda. Uno es lo que yo llamo el modelo kirchnerista. ¿Qué es el modelo kirchnerista? Usted tiene déficit fiscal, lo financia con emisión monetaria, eso hace empezar a subir los precios. Para anclar los precios, fija el tipo de cambio. Cuando fija el tipo de cambio, empieza a perder reservas, cuando pierde reservas pone el cepo, y entonces aparece la brecha.
Y siguió en el razonamiento: “Entonces, una forma de chequear que hay atraso cambiario es que usted tiene déficit fiscal, tiene pérdidas de reservas y tiene una brecha creciente. Argentina tiene superávit fiscal, Argentina, en el último año, ganó 25.000 millones de dólares de reservas y la brecha casi se extinguió. Por lo tanto, el modelo kirchnerista de apreciación cambiaria está claro que no está presente. De hecho, los datos están justamente al revés. Después, usted tiene el modelo a lo Macri de generar apreciación cambiaria. Usted tiene déficit fiscal, lo financia con endeudamiento externo, el ingreso de deuda le hace caer el precio del dólar, y ahí aparece la moneda. Nosotros tenemos superávit fiscal y, además, en el último año cancelamos deuda por 30.000 millones de dólares, por lo cual tampoco es ese modelo. La otra opción que usted tiene es la de Martínez de Hoz: hace el fiscal, lo financia con emisión monetaria y quita los pesos del mercado subiendo la tasa de interés, y con eso contiene el dólar. Entonces, la tasa de interés tendría que estar subiendo. Cuando nosotros asumimos, la tasa de interés era del 235% y ahora es 35%. Por lo tanto, ninguno de esos mecanismos se verifica, ninguno. Entonces, quizás por incompetencia, quizás por pereza, quizás por lo que fuera o por malas intenciones, los economistas trabajan haciendo un análisis mirando el tipo de cambio real, y en realidad ese análisis lo primero que uno deberían preguntarse es: ¿Por qué cortan la serie en el año 2002? Saben por qué lo hacen: porque usted, en el año 2002, tuvo el tipo de cambio real más alto de la historia de Argentina. Claramente, eso implicó una baja del PBI del 11% en el año, para ser exactos, 10,9%, y en el segundo trimestre la economía había caído un 16%, y había tenido un superávit de cuenta corriente en el primer semestre del 16% del PBI, con un 57% de pobres. ¿Qué quiere decir esto? Sí, ahí estaba muy alto el tipo de cambio real. Por ejemplo: esos son economistas que viven de fundaciones que les pagan desde afuera. Estaban felices en ese momento. Imagínese, con un dólar se compraban media Argentina. Entonces, dicho esto, ¿por qué, digamos, cortan la serie ahí? Porque les da un número que les permite acomodar hoy, por decir algo. ¿Por qué, en lugar de tomar eso, no tomamos el inicio de la convertibilidad de la Argentina moderna de los 90, 1991? Ah, claro, porque si usted hace eso, le da cerca de 850. Es más, yo le voy a decir otra cosa más: cuando Argentina genera confianza y le ingresan capitales, y la moneda se aprecia, como pasó en los 90, y cuando usted es un impresentable, la moneda se deprecia, llámese kirchnerismo”
Y sobre el punto, finalizó: “Entonces, usted mismo me dijo, a la luz de lo que fue el blanqueo, que esto es un éxito total. Entonces, estamos más en condiciones de parecernos más a la convertibilidad que al kirchnerismo, con la diferencia de que la convertibilidad no tenía superávit fiscal, y acá sí. Pero al margen de ese detalle que algunos soslayan, porque sí defendían el tipo de cambio en ese momento y ahora lo critican, y sucede que tenían déficit fiscal y ahora hay superávit, pero no importa. Son detalles de gente miserable, rastrera e ingrata, para ser suaves con la definición. Pero al margen de eso, ¿qué es lo interesante? ¿Sabe cuánto es el tipo de cambio de la convertibilidad? Sacando las puntas, el equivalente de hoy sería 703. ¿Ok? Entonces, ¿de qué estamos hablando? Es más, yo digo que esa metodología del tipo de cambio real es incorrecta, porque en realidad, para determinar el tipo de cambio de equilibrio, usted debería conocer las preferencias, la tecnología, el progreso tecnológico, las dotaciones no solo de todos los argentinos de hoy, sino también del mundo, y no solo de hoy, sino de hoy hasta la eternidad. Entonces, se da cuenta, como decía Hayek, de la pretensión del conocimiento, de la fatal arrogancia. No puede saber todo eso, con lo cual, esa cuenta tiene un error insalvable. Pero aún así, si usted quisiera creer en esa herramienta estúpida, por decirlo de alguna manera, suponga que usted es un privilegiado, un iluminado, que tiene la dicha, la gracia, de que viene el creador, extiende su mano hacia usted y le dice: “El tipo de cambio real de equilibrio era el del año tal”. Entonces usted agarra, va al año tal y lo trae hoy. La pregunta es: ¿por qué en aquel momento estaba en equilibrio la economía? La pregunta es: ¿las condiciones de oferta y demanda de cada uno de los bienes, tanto de Argentina como del mundo, en ese momento del tiempo, usted las puede replicar 20 años después, por ejemplo?”.
Extraído de: Agro del Sur.