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Suman más clientes para ovinos

Ecuador y Colombia están precisando carne ovina y buscan que Uruguay sea un proveedor asiduo.

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Carcasas. Hay más frigoríficos apostando al ovino y mucha avidez, con ingresos a planta muy cortos y valores firmes para la carne.

Pablo Antúnez.

Ecuador y Colombia están muy interesados en comprar carne ovina uruguaya, sumándose nuevos mercados que incentivan a producir más.

En el caso de Ecuador, Uruguay tiene algunas plantas frigoríficas habilitadas para colocar cortes de cordero y en otros mementos estuvo comprando mercadería. Con Colombia, que sería el gran mercado, pues está importando carne ovina de Australia y Nueva Zelanda, Uruguay no tiene habilitación para ovinos, sí existe para carne bovina.

Según confirmó a El País el broker Jorge Dimu, Colombia está interesado no sólo en corderos, sino en todas las categorías y lo mismo Ecuador. Dimu exportaba años atrás carne ovina a Ecuador, especialmente rack de cordero y resultó ser un destino interesante.

Si se quiere incentivar la producción ovina, es necesario incrementar los mercados y mucho más aún para cortes con hueso, porque el negocio continúa siendo rentable.

El gran problema que hoy tiene Uruguay es la falta de volumen.

China es el buque insignia hoy, compra todo el ovino que hay y está pagando precios muy destacados. En caso de Brasil, el mercado está paralizado por la pandemia de Covid-19 y algunos envíos se hicieron a Estados Unidos desde los compartimentos, segmento que está apuntando a crecer.

“El ovino uruguayo que va a San Pablo entra el circuito gastronómico de elite y hoy está cerrado por el avance del Covid-19”, admitió Dimu, que conoce el negocio porque exporta a ese destino desde hace décadas. El operador estimó que en tres meses, cuando la vacunación avance en la población brasileña, “la producción no alcanzará para cubrir la demanda”. Ahí se incrementará la competencia con China.

Pero el gran partido para carne con hueso se juega en la Unión Europea y la meta es que este destino incorpore la carne ovina sin desosar producida a través del sistema de compartimento ovino a cielo abierto, diseñado por Uruguay y avalado por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE). Hoy con esta iniciativa, se sigue colocando corderos con hueso en Estados Unidos.

Avances. El ovino continúa siendo un buen negocio. Hay más frigoríficos faenando esta especie (Bamidal, ahora en Paso de los Toros y en el norte hay varias plantas muy activas). Los precios son satisfactorios. La semana pasada se cerraron negocios a $ 3,41 por kilo y desde enero, las cotizaciones vienen aumentando en todas las categorías. La avidez de la industria está firme y las entradas están fluidas desde hace cuatro meses.

“Se puede invertir en el rubro ovino, porque más allá que el precio de las lanas medias no es tan bueno como el de las finas, por el lado de la carne el negocio está muy firme”, afirmó el Ing. Agr. José Ignacio Aguerre, técnico del Secretariado Uruguayo de la Lana para Tacuarembó y zonas aledañas.

Según Aguerre hay dos escenarios hoy. Los productores de lanas finas están teniendo buenos precios para sus lanas pese a la pandemia y el mercado está más complicado para las lanas medias, pero en este caso, como son razas doble propósito, está firme el negocio de la carne ovina. “Esos sistemas de producción de lanas medias, que también son productores de carne tienen un buen negocio si se cuida la productividad de la majada”, admitió el especialista del SUL.

“Con muy buenos resultados de señalada y de peso de venta de los corderos, que son los dos factores que el productor tiene en su poder de decisión para mejorar sus números, por el lado de la carne el negocio viene bien”, profundizó Aguerre.

Las razas de lanas medidas tienen muy buenos índices reproductivos y productivos. “En un sistema que pueda tener 150% de señalada y venda sus corderos con 40 kilos, se logra producir 60 kilos de carne por cada oveja que encarnera. Eso sigue siendo un muy buen negocio desde el punto de vista de la carne, a pesar de algunas circunstancias haya dificultad para colocar las lanas”, remarcó el profesional del SUL.

Majada. A nivel general, la majada está con muy buena condición corporal. En ese sentido, Aguerre recordó que se vio una primavera muy buena para la oveja, con buena pastura y sin exceso de lluvias. “Eso se tradujo a que las ovejas, aún en lactación recuperaron estado y llegamos a un verano en el norte con buena calidad de pasto (Artigas, Salto, Paysandú, norte de Tacuarembó y Rivera). Los vientres ovinos llegaron a la encarnerada muy bien”, explicó.

Se entró en el período de servicio con una condición corporal que “está por encima del promedio en este momento del año”, sostuvo Aguerre.

El ovino continúa siendo rentable y la producción una realidad, con la ventaja de darle las mismas posibilidades a chicos y grandes.

Pablo Mestre
Pablo Mestre

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