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Premios Nobel defienden uso de granos transgénicos

El uso de cultivos transgénicos en el mundo cayó por primera vez  en 2015, producto de un declive de la agricultura estadounidense, principal productor mundial de esta tecnología. Ahora un centenar de premios Nobel, entre ellos unos cuarenta de Medicina, pidieron a los gobiernos del mundo desestimar la campaña de Greenpeace contra los organismos genéticamente modificados o transgénicos y especialmente contra el arroz dorado.

En una carta abierta publicada esta semana, los premio Nobel piden a Greenpeace y sus partidarios “reconocer los resultados de los organismos científicos competentes y de las agencias reglamentaria y abandonar su campaña contra los organismos genéticamente modificados en general y el arroz dorado en particular”, escriben los firmantes de la carta, que representan más de un tercio de galardonados vivos.

En su misiva también dirigida a la Organización de Naciones Unidas (ONU),

MAIZ , PLANTACION, PLANTAS
MAIZ , PLANTACION, PLANTAS
ARIEL COLMEGNA

MAIZ , PLANTACION, PLANTAS

llaman a los gobiernos del mundo entero “a desestimar la campaña de Greenpeace” y hacer “todo lo posible” para “acelerar el acceso de los agricultores a todas las herramientas de la biología moderna”.  Publicada en el sitio supportprecisionagriculture.org , la carta está en particular firmada por muchos premio Nobel de Medicina, pero también de Química y Física. Entre los más conocidos figura el británico James Watson, que descubrió la estructura del ADN.

Los firmantes destacan que “todas las agencias científicas y reglamentarias en el mundo establecieron de manera reiterada y coherente que las culturas y los alimentos mejorados gracias a las biotecnologías son igualmente seguros que aquellos procedentes de otros métodos de producción”.

Greenpeace ha sido, aseguran “la punta de lanza de la oposición” contra el arroz dorado enriquecido con vitamina A que “tiene el potencial de reducir o eliminar la mayoría de las muertes y enfermedades” causadas por una carencia en vitamina A que padecen 250 millones de personas en el mundo, y especialmente el 40% de los niños menores de 5 años en los países en desarrollo.

“La oposición basada en la emoción y el dogma, desmentida por los hechos, debe detenerse”, concluyen los Nobel.

Desde Manila, Greenpeace rechazó las acusaciones sobre el arroz dorado, al destacar que según el Instituto internacional de investigación sobre el arroz, su eficacia a la hora de combatir la carencia en vitamina A “no ha sido demostrada”.

“Las empresas presionan sobre el arroz dorado para abrir la puerta a una aprobación global de otras culturas genéticamente modificadas más rentables”, agrega la organización ecologista,  que dice que “la única solución garantía” es “una alimentación sana diversificada”.

URUGUAY.  El año pasado, el International Service for the Acquisition of Agri-biotech Applications (ISAAA, por sus siglas en inglés) aseguró que que el área sembrada se mantuvo sin cambios o bajó en ocho de los 10 principales países productores de granos transgénicos, incluyendo una disminución de 2,2 millones de hectáreas plantadas en Estados Unidos, que es el mayor productor mundial de granos transgénicos. La baja también abarcó a Uruguay porque el área de soja —principal grano transgénico— también cayó. Uruguay tiene una Comisión especializada que autoriza el uso de eventos transgénicos luego de severos estudios. Sólo hay autorizadas sojas y maíz con resistencia a herbicidas e insectos (con información de AFP).

Guillermo Crampet

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