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Un año de certezas para cuota 481

Corrales de engorde buscan otros mercados alternativos, mientras EE.UU. y UE negocian. 

Unas vacas en Magdalena, Argentina
Unas vacas en Magdalena, Argentina, ene 14, 2016. La plaza argentina de hacienda cerró con pérdidas el viernes debido al escaso interés de los compradores, que contaban con reservas de mercadería, dijeron operadores. REUTERS/Enrique Marcarian
ENRIQUE MARCARIAN

 

Pablo Antúnez.

La ganadería uruguaya podrá seguir disfrutando de la cuota 481 durante el primer trimestre de 2019, ya que no han surgido novedades en las negociaciones que mantiene Estados Unidos con la Unión Europea, pero en el mediano o largo plazo, este cupo será una complicación.

La cuota 481 nació en el litigio de la carne con hormonas entre Estados Unidos y la Unión Europea, que dejó a la carne estadounidense muchos años fuera del mercado europeo. Con el tiempo fue abierta a terceros abastecedores y Uruguay se fue convirtiendo en el principal exportador con alrededor de 13.500 toneladas, lo que molestó a los abastecedores de Estados Unidos, que comenzaron a presionar a la Unión Europea para hacerse de más volumen cada trimestre.

“Tenemos casi un año por delante con la certeza de que la cuota 481 seguirá funcionando”, destacó el presidente de la Asociación de Productores de Carne Intensiva Natural (Aupcin), Dr. Álvaro Ferrés a El País.

La “sospecha más grande que existe hoy” es que Estados Unidos, si prospera su negociación con la Unión Europea, “se vaya a quedar con una proporción importante de la cuota y que el resto va a quedar entre los países que estamos remitiendo, si es que queda resto o algún tipo de acuerdo”, remarcó Ferrés.

Lo que tienen claro los productores y los frigoríficos uruguayos es que, en el mediano o largo plazo, la cuota 481 no va a quedar tal como está. Mientras tanto, la cadena cárnica uruguaya sigue buscando mercados alternativos para la carne producida en los corrales de engorde, por más que todo el ciclo tenga una base pastoril. La ventaja es no aplicar hormonas, promotores de crecimiento hormonales o antibióticos en la fase de engorde, ya que Uruguay lo tiene prohibido por ley y más allá de la Unión Europea, eso abre las puertas de otros mercados.

China.

El presidente de Aupcin reconoció que China -hoy el principal importador de carne bovina y menudencias, medido en volumen- surge como uno de esos mercados promisorios para la carne de corral o al menos “como un candidato interesante”, mientras se sigue esperando la reapertura de Japón para la carne bovina sin hueso. Ese país tiene un mercado muy acostumbrado a consumir cortes con un grado de marmoleo (grasa intramuscular) alto.

En Uruguay ya se están haciendo experiencias de producción de carne a partir de ganados con 200 días de encierro en los corrales de engorde -la cuota 481 exige 100 días previos a la faena con alimentación a granos- y los resultados son promisorios.

“Creemos que el producto que está llegando es bueno y los frigoríficos con los que estamos haciendo acuerdo tienen satisfacción, por lo tanto entiendo que estamos logrando un producto que se va a posicionar bien en ese mercado”, afirmó Ferrés.

Granos.

El aumento en el precio de los granos, fenómeno que no sólo afecta a Uruguay sino también a toda la región, está complicando bastante a los corrales de engorde, porque los granos son la base de la alimentación. La suba de precios está cambiando los números del negocio y sube los costos.

“Estamos viendo que hay un aumento importante del precio de los granos, debido a los problemas de cosecha que se vieron en los cultivos de verano. El aumento del precio de la comida no lo teníamos presupuestado a principio de año cuando vendíamos ganado. Creo que hasta que esto no cambia, sea por la aparición de los cultivos de invierno, sea cebada o trigo en abundancia y/o los próximos cultivos de verano, los granos van a seguir con un valor alto y por lo tanto los números no son tan interesantes para encerrar ganado”, agregó el ejecutivo.

El principal desafío que tienen hoy los corrales de engorde en Uruguay es reducir los costos de producción y dentro de esos costos, el primero y el más importante, es el precio de los granos.

Es más, los costos son un problema que están afectando bastante la competitividad de Uruguay y su complejo exportador.

La carne está dentro de ese círculo, pues Uruguay exporta más del 70% de lo que produce.

Pero en lugar de quedarse con los brazos cruzados, productores y científicos unen esfuerzos y buscan alternativas para bajar costos. Entre esas alternativas, están las experiencias realizadas por Aupcin y el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), donde se demostró que a menor ayuno de los ganados previo a la faena, más kilos de carne se cosechan en los frigoríficos, se bajan costos de faena por animal y se exporta más volumen.

“Son trabajos que han dado muy buenos resultados, con gran beneficio para toda la cadena productiva, productores, fleteros y la industria. No hay que olvidarse que la industria también tiene sus beneficios en eso porque por costo de animal faenado produce más carne, porque fletea más kilos de carne y porque tiene que tener menos ganado encerrado para faenar al día posterior. Hay una ventaja para todos”, explicó el presidente de Aupcin.

Los corrales de engorde y algunos frigoríficos están haciendo los primeros avances. “Hay empresas que están más dispuestos a hacer este tipo de acciones, pero creo que lentamente el Uruguay va a tener que irse convenciendo de esta ventaja, vamos a tener que ir cambiando lentamente”, dijo Ferrés.

Según su visión, sería una gran satisfacción si en el futuro Uruguay modifica la forma de cargar el ganado, cuando resulta en “un beneficio directo por un concepto de bienestar animal y por supuesto un tema de deshidratación, que hace y redunda en más kilos de carne con el mismo costo productivo. Eso hay que aprovecharlo y entiendo que la industria lo va a ir asumiendo”, agregó.

Pablo Mestre
Pablo Mestre

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