El científico uruguayo, Dr. Daniel Gianola, plantea una evaluación genómica conjunta entre ambas razas.
Pablo D. Mestre.
Sinergia: acción conjunta en la cual ambas partes obtienen beneficio y nadie pierde.
Con este concepto, el Dr. Daniel Gianola lanzó un desafío a los criadores de Angus y Hereford. “Los invité a reflexionar sobre la posibilidad que tuvieran una evaluación genómica o genética conjunta, sin perder sus identidades como raza, sin perder la especificidad de sus mecanismos de medida y de integración con otras ganaderías”.
En el marco de una jornada de INIA el científico uruguayo, radicado hace varios años en Estados Unidos, hizo una simulación generando animales pseudo Angus y pseudo Hereford, usando un modelo muy específico que introduce a un concepto que se llama la correlación genética entre razas.
“Las razas de ganado tienen ciertas similitudes moleculares, unas más que las otras. Angus y Hereford en principio deben ser bastante símiles molecularmente porque provinieron de dos puntos en Gran Bretaña, una isla en la cual median no más de 800 km”, aseguró. Si bien las razas después evolucionaron en forma diferente, hay estudios que muestran que hay cierta similitud molecular entre ellas. “La similitud en genealogía no existe, porque los Angus son Angus y los Hereford son Hereford, pero sin embargo a nivel molecular sí existen similitudes”, explicó.
Entonces desarrolló que, si se pudiera explotar esa similitud, “podríamos usar todos los Angus y todos los Hereford en una evaluación genética conjunta, donde los Angus se beneficiarían de la información de los Hereford y viceversa”. Y a la vez, usando un modelo que se llama bivariante, “se produciría algo que parece ser contra natura: que un animal Hereford tendría un valor de cría para Hereford y un valor de cría si ese animal hubiera sido Angus. Y lo mismo para los individuos Angus, tendría uno Angus y uno si hubiera sido Hereford”, afirmó.
Eso llevaría no sólo la posibilidad de aumentar la precisión de las evaluaciones genéticas, sino de planear apareamientos entre Angus y Hereford sin necesidad de tener que cruzarlos y mirar la descendencia. “Porque si quiero cruzar un Angus con un Hereford, una posibilidad es, en lugar de aparear el mejor de cada raza, aparear el mejor Angus con el Hereford que tenga el mejor valor de cría para Angus y viceversa”.
La clave es saber cuál es el valor de la correlación genética entre razas.
El Dr. Gianola mostró que cuando se tiene características de baja heredabilidad, como las de fertilidad, cuando los animales tienen pocos parientes, o los toros poca descendencia, el uso de la información de la otra raza simultáneamente aumenta drásticamente las evaluaciones genéticas, aun en el caso que esa correlación genética fuera débil. Y cuando más fuerte es, más es el aumento en la confiabilidad.
Claro, aseguró que “no es como comprar un auto que se paga y sales manejando. Requiere reflexión, las razas tienen que mirar cuáles son sus estrategias en este momento y ver cómo se podría insertar. Pero sería un interesantísimo proyecto de investigación”, sentenció.
Proyecto. El científico uruguayo citó como ejemplo: “si Angus y Hereford se pusieran de acuerdo para explorar la posibilidad de hacer un genotipado masivo, por ejemplo 6.000 Angus y 6.000 Hereford, ponerse de acuerdo sobre qué se va a medir y después usar los datos de campo sin tener que hacer experimentos ni nada, de acá a dos años ya tendríamos resultados interesantes para ver si esa sinergia se puede explotar a nivel comercial”.
Y si ese fuera el caso, dijo que no sería muy difícil desarrollar una evaluación genética a nivel nacional, “porque tenemos gente muy capaz en el país, especialmente en INIA”.
Sería único en el mundo. “Hay antecedentes de evaluaciones que usan muchas razas conjuntamente, por ejemplo, en Nueva Zelanda en ganado lechero evalúan a todas las vacas juntas, pero no de esta manera que sugiero”.
Ejemplo futbolero. Al estar en Uruguay donde la pasión por el fútbol es general, el Dr. Daniel Gianola lo puso en este terreno: “ahora mucha gente está mirando el partido como que fuera Hereford contra Angus, 11 de cada lado. Propongo que ese partido sea de 22 de un lado, 11 Angus y 11 Hereford, la selección uruguaya, contra los 11 países que importan más carne en el mundo.
Encarar eso como un desafío y trabajar todos juntos en esa dirección”, aseguró.
Eso, consideró, requiere un cambio de mentalidad. “Que nos convirtamos en seres más cooperativos, que miremos a países por ejemplo como los nórdicos en los cuales la comparación es habitual”. Por ejemplo, citó en el caso de ganado Holando, tres países nórdicos y Francia juntaron las poblaciones en un experimento para ver qué pasa si tienen poblaciones de entrenamiento más grande, para mejores resultados.
Ahora corresponderá a los actores locales evaluar si les interesa, qué requiere modificar respecto a los programas en uso, como encajaría esto en las prioridades que han definido, etc. Pero aseguró, “es una contribución a la discusión.
¿Y el costo? El genotipado ya se está haciendo en Hereford y hay un proyecto en Angus. Según Gianola genotipar 6.000 Angus y 6.000 Hereford “tendría un costo de US$ 360.000 total hasta US$ 2 millones dependiendo del tipo de panel de marcadores que se use. Es como comprar un auto chino de US$ 10.000 o un Tesla de US$ 150.000, cuanto mejor es y tiene más prestaciones, es más caro”. Consideró que, si se mide el costo en relación a lo que son las exportaciones de carne uruguaya, unos US$ 1.600 millones anuales, es irrisorio.
Además, podría ser un proyecto con un impacto potencial, “en tanto la correlación genética entre razas sea razonable, de 0,5, que podría obtener precisión de 5 o 10% más que las actuales, eso le agregaría al país mucho dinero por año”.
Especialista internacional.
El Dr. Daniel Gianola realizó su aporte en carácter independiente, no afiliado a ninguna organización nacional, sea académica, ganadera o comercial y “presenté comentarios, sugerencias e ideas lanzadas a título personal”, comentó.
Hizo toda su carrera científica en EEUU, donde está radicado desde 1971. Si bien se jubiló como docente de la Universidad de Wisconsin, continúa siendo profesor emérito y matiene actividad en el área académica, tanto en EEUU como en Europa, especialmente Alemania y Dinamarca.
Entienda el tema.
Selección genómica: se extrae ADN a los individuos, fundamentalmente a toros o vacas, usando paneles de marcadores moleculares. Esa información molecular a nivel híbridos se usa en modelos de predicción para calcular EPDs moleculares.
La EPD clásica está basada en combinar la información de medidas hechas en los animales con la genealogía y el pedigree, para desarrollar una ecuación de predicción.
En la selección genómica, en lugar de utilizar información de pedigree, se usa información molecular. Si es abundante se supone, en principio, que también se recoge la similitud genética entre individuos emparentados.
¿Cuáles son las ventajas de la selección genómica?
Una de ellas es que permite que extraer ADN a un feto y si se tiene una ecuación de proyección prácticamente antes del nacimiento se tiene una proyección individualizada para cada animal. En esto difiere de la evaluación clásica en la cual se sabe que el feto es hijo de tal toro y tal vaca y todos los fetos hijos de ambos tendrían la misma evaluación genética. Con la genómica eso no es así porque dos individuos que vengan del mismo toro y la misma vaca tienen diferencias genómicas debido a la segregación. Entonces los medios hermanos que en la evaluación clásica que tienen prácticamente los mismos EPD, con la selección genómica todos tienen EPD diferentes, porque permite capturar el fenómeno clásico de la segregación Mendeliana.
Se puede obtener una información del valor genético de un animal en tanto se disponga de ecuación de proyección, más rápidamente y con más precisión que con la evaluación clásica.
Eso hizo que, la industria del ganado lechero en particular, que estaba basada en programas de pruebas de progenie muy largos y muy costosos, el intervalo entre generaciones, tiempo que mide el reemplazo de una generación, bajara de 63 a 14 meses, una reducción de un tercio. Y a la vez tener precisión más precisa del valor genético de los animales. Con eso se ha acelerado la tasa de mejoramiento genético de ganado lechero y todos los países desarrollados del mundo están usando selección genómica.
También, la selección genómica, ha sido abrazada por las industrias de mejoramiento genético de cerdos y de aves porque están en manos de pocas compañías muy grandes, multinacionales que pueden hacer genotipado intenso de los animales (genotipado es obtener la información molecular de cada individuo y ponerlo en una forma que sea últil desde el punto de vista de mejoramiento genético).
Estas industrias que están muy integradas, se han abrazado fuertemente a la genómica que es un poco más incipiente, pero ya está fuerte en vacunos de carnes y luego en ovinos. Pero eso va a ocurrir porque el costo del genotipado es cada vez menor.
Pero la selección genómica está para quedarse. Y lo mismo está ocurriendo en el ámbito vegetal, en maíz, trigo, cebada, centeno, sorgo, remolacha, café, aceite de palma, mandioca.
(Basado en el diálogo con el Dr. Daniel Gianola).