Con un espíritu colaborativo más que fiscalizador, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) relanzó la campaña de lucha contra la garrapata, poniendo especial énfasis en el diagnóstico de la resistencia predial (test de resistencia) a los zooterápicos, el uso de la hemovacuna y trabajo en grupo con los productores.
El tratamiento de la primera generación debe comenzar a fines de julio/principio de agosto y es una herramienta clave para bajar la parasitosis en el predio.
La garrapata y sus enfermedades asociadas —transmitida por hemo parásitos— causa pérdidas de entre US$ 40 y US$ 50 millones anuales a la ganadería uruguaya, además de posibles pérdidas de mercados por el mal uso de los zooterápicos y por no respetar los tiempos de espera, tanto para carne como leche.
El ministro Fernando Mattos, conjuntamente con el titular de los Servicios Ganaderos, Dr. Diego de Freitas; el principal de Sanidad Animal, Dr. Martín Altuna; la directora de la Dilave, Dra. Valeria Gayo; y los técnicos de campo participaron de la conferencia de prensa. "Si no lo hacemos vamos a tener menos éxito del que podríamos alcanzar, si todos generamos conciencia de la importancia del inicio de los tratamientos en esta época del año", dijo el ministro.
Referentes en la campaña, Marcelo Cortés y Ximena Gómez, plantearon las ayudas y alternativas que tienen los productores para combatir este parásito.
La garrapata “es un flagelo importante que tuvo una afectación económica creciente en el Uruguay”, dijo Mattos. “Si bien es cierto que es una parasitosis con una alta capacidad de adaptación, tenemos un efecto climático que también está incidiendo, realidades distintas en cuanto al volumen de movimiento de los ganados, la tenencia de los semovientes y las formas de explotación variaron. Eso implica una mayor dinámica en el movimiento de los ganados. Por lo tanto, tenemos que involucrarnos mucho más para poder tener éxito en esta campaña”, pidió el ministro.
El jerarca adelantó que el MGAP “está revisando las herramientas como el despacho de tropa, estamos visualizando algunos aspectos a revisar respecto a la posibilidad de generar zonas o predios libres, un instrumento que en el pasado funcionó y que entendemos una forma premiar a aquellos productores que han tenido un mayor compromiso y una mayor conducta”.
Mattos también se refirió al buen uso de los zooterápicos y sobre la necesidad de respetar los tiempos de espera.
"Tenemos el tema de los residuos biológicos que es un aspecto importante. Hay que generar conciencia en los períodos de espera de los tratamientos. Estamos jugando muchas veces con la suerte de habilitación de los mercados", reconoció el jerarca
Agregó: "Tuvimos alguna molécula que por no obedecer los períodos de espera estuvo eliminada del menú de opciones para el combate de la garrapata en el pasado o residuos encontrados en los mercados de destino. Todo eso es un trabajo enorme que le genera al Uruguay en la medida que no se respeten los períodos de espera".
Las claves. El tratamiento generacional, el test de resistencia, la hemovacuna y un plan de saneamiento, son la base del éxito. “No tratar la primera generación de garrapata es perder un año. Cuando empieza en primavera la segunda generación la carga parasitaria es mucho mayor”, alertó la Dra. Ximena Gómez.
"Ahí se hace muy cuesta arriba poder continuar el año de tratamiento. Si no empezamos ahora perdemos un año, porque es mucho más difícil combatir la garrapata cuando está avanzada y lo mismo pasa con la planificación", agregó.
La veterinaria reconoció que "es fundamental que el productor tenga asesoramiento técnico, que cuente con un plan sanitario estratégico con las diferentes herramientas que tiene disponible y hoy están más accesibles. Se debe generar conciencia responsable sobre el uso y el manejo de los productos garrapaticidas. El MGAP está abierto para ayudar, para educar y concientizar. Queremos que esta campaña se fortalezca con la ayuda de todos los actores".
“La garrapata es un problema de predio y debe ser manejado en conjunto. Lo podemos llevar a un nivel de potrero, pero que luego empieza a afectar todo el predio y termina afectando la zona”, aclaró Cortés.
Este técnico que lidera los equipos técnicos que trabajan con los productores en el norte, destacó: "como productor puedo hacer todo muy bien dentro de mi campo, pero si los predios linderos no me acompañan, no voy a podre avanzar".
Admitió que en el pasado el MGAP "tenía una función de contralor en el terreno de movimiento de los ganados. Hoy estamos yendo al potrero y al establecimiento. Vamos porteras adentro a demanda de los productores".
El productor debe solicitar el apoyo del MGAP. "Muchas veces esa solicitud llega tarde y lamentablemente vemos que el productor se animó a llegar al MGAP cuando ya no pudo más con el control de la garrapata, probablemente por un factor de resistencia. Ahí los diagnósticos aparecen con cepas multiresistentes y los técnicos le decimos que no está todo perdido. Ahora hay que empezar a trabar codo a codo y sin ningún tipo de temor", alertó.
Hemovacuna. A su vez, la Dra. Gayo pidió usar más la hemovacuna y los test de resistencia.
"Antes de elaborar un plan de tratamiento hay que saber cuáles son los productos que funcionan en el predio, de lo contrario el tratamiento es una pérdida de dinero y totalmente ineficaz", enfatizó la directora de la Dilave.
"Los test de resistencia están aumentando en cantidad dentro de la Dilave pero nos quedamos cortos con la cantidad de test que deberían estar llegando. Dilave tiene la capacidad de recibir esos test y dar respuesta rápidamente, pero no se hace un uso suficiente de la herramienta y eso es una pena", agregó.
A su vez, recordó que los hemoparásitos "son los que nos producen las grandes pérdidas y para eso hay una vacuna que tiene más de 40 años, que la elabora el Dilave. Ahora hay una vacuna de un laboratorio particular. Todos los meses se hace una producción, se avisa con tiempo cuándo va a salir esa vacuna, porque tiene tres días de validez una vez producida. Es de fácil acceso a través de Internet en la página web y se puede pagar por Internet".
Residuos. La Directora de Dilave pidió a los productores que respeten los tiempos de espera de cada zooterápico para evitar residuos y posibles pérdidas de mercados.
"Quiero pedir que usen esa hemovacuna, no solo por las pérdidas físicas, pero el tema es que para combatir los hemoparásitos se están comenzando a usar muchas dogras", dijo Gayo. La clásica son los piroplasmicidas (Antipirético para el control de la tristeza bobina) y es un producto que tiene 213 días de espera (siete meses).
"Los mercados están empezando a exigir que esa droga se integre al Plan Nacional de Residuos Biológicos y eso será un problema para nosotros, porque se está usando excesivamente. No hay necesidad de usar un químico si tienen un biológico como la hemovacuna que será mucho más rentable y no genera problema la exportación", afirmó la Directora de la Dilave.
