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Podría entrar carne kosher a la Unión Europea

Varios países prohiben o estudian parar las faenas religiosas, pero permiten la importación de esa carne.

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Frigoríficos. Los del Mercosur son los principales proveedores de carne vacuna kosher a Israel y Uruguay también vende a EE.UU..

Pablo Antúnez.

Varios países de la Unión Europea, donde los movimientos animalistas cobran más fuerza y presionan a los Parlamentos, prohibieron o están en vías de prohibir las faenas rituales.

Los sacrificios bajo el procedimiento Kosher, irrenunciable para la comunidad judía y Halal para la comunidad musulmana, no utilizan el aturdimiento previo al desangrado y son cuestionados, más allá de que la mayor autoridad científica en bienestar animal y principal del Departamento de Ciencias Animales de la Universidad de Colorado (EE.UU.), Temple Grandin, sólo se opone cuando ambos métodos están mal ejecutados y prolongan la agonía del animal.

En el marco de un informe elaborado por la especialista en agosto de 2017 (Discussion of research that shows that kosher or Halal Slaughter Withoust stunning causes pain), Grandin sostiene que “las prácticas abusivas antes del sacrificio y los métodos de restricción altamente estresantes (grilletes u otros métodos de inmovilización previo al degüello), pueden causar más sufrimiento que el sacrificio en sí”. Incluso, en varias charlas en Uruguay, Grandin mostró videos de frigoríficos europeos donde bovinos, ovinos y cerdos son colgados vivos, con mala insensibilización o usando métodos inadecuados que provocan dolor y largas agonías. Esos videos movilizaron a animalistas europeos e incluso llegaron a generar el cierre de las empresas, además del boicot de los consumidores.

La Federación de Veterinarios de Europa no acepta el sacrificio de animales sin insensibilización por el estrés que genera el proceso de faena religiosa y el riesgo de prolongar la agonía antes de que pierda la conciencia y no sienta nada.

Ahora, el derecho a la libertad religiosa vuelve a estar en la discusión en Europa, especialmente en Bélgica o Polonia, países que ya prohibieron las faenas religiosas. En otros casos, se analiza qué camino seguir frente al problema. La salida para abastecer a esas dos comunidades es recurrir a la carne importada y el Mercosur es el mayor proveedor del mundo de carne producida bajo ambos métodos.

Bélgica tiene más de 500.000 musulmanes y más de 30.000 judios y la prohibición complica bastante más que a otros países con comunidades más chicas. Hasta ahora, los frigoríficos uruguayos, que además de vender carne bovina Kosher a Israel, en algunos casos también colocan el producto en la comunidad judía de Estados Unidos, nunca vendieron carne kosher a la Unión Europea porque hay una sobre tasa que hace inviable los negocios. Con las prohibiciones se abren nuevas oportunidades de derribar esa barrera.

Visión. Para el consultor y especialista en faenas rituales y alimentos (kosher y Halal), Felipe Kleiman, los adelantos tecnológicos que hizo la industria del Mercosur para atender los requerimientos de bienestar animal impuestos por Israel, “abren posibilidades de vender carne a países europeos donde las faenas rituales fueron prohibidas”. Kleiman dijo a El País que “les cae muy bien estar prontos en estos momentos para ver si pueden aprovechar las oportunidades de mercado, por más que se esté en un nivel un poco básico todavía, porque es algo reciente. Las industrias invirtieron y ahora viene un proceso mucho más largo, del ajuste fino de los equipos y conformidad de bienestar animal alto”.

En agosto de 2017, las autoridades de Israel oficializaron el requisito de instalar los cajones rotativos de noqueo, argumentando mejoras en el bienestar animal. Es un sistema mecánico que garantiza la inmovilización del animal previo al desangrado, sin la aplicación de maltrato o fuerza bruta. El cambio se debió a la presión de los movimientos animalistas de Israel sobre las autoridades rabínicas y no sólo hoy rige para la industria Israelí, también para los abastecedores que llegan con su carne Kosher a ese país.

En opinión de Kleiman, toda la discusión que se viene dando en Europa se basa en garantizar las normas de bienestar animal y estimó que se deberá acudir a “la creación de un protocolo y una certificación del producto a futuro”. Eso haría que se garantice la llegada de carne Kosher desde Uruguay y otros países del Mercosur, donde están los principales proveedores del mundo.

Situación. Hay una serie de países europeos que ya prohibieron las faenas rituales, pero tenían comunidades judías pequeñas. “Décadas atrás, los países escandinavos habían prohibido las faenas rituales sin insensibilización (léase noqueo del animal). Para la faena Kosher no existe ninguna autoridad rabínica que permita que haya noqueo previo al sacrificio”, explicó Kleiman.

Agregó que en la comunidad musulmana, en algunos casos, “se permite el noqueo, pero esa decisión está cayendo. Se sigue buscando una faena tradicional. Si el animal se noquea está muerto”, advirtió el especialista.

Por otro lado, vale la pena aclarar que las faenas Kosher y Halal tienen similitudes, pero también enormes diferencias.

Kleiman consideró que las autoridades islámicas de los países que permiten el noqueo, “fueron engrupidas porque les dijeron que había métodos de faena que eran reversibles”, pero advirtió que “no existen métodos reversibles de faena para mamíferos, sí para pollos”,.

En la faena Halal de aves los métodos de insensibilización son muy diferentes a los usados en mamíferos.

El cuadro actual en Europa es que en los países donde hay una mayor presencia judía y musulmana, están prohibiendo la faena religiosa. Este año comenzó a regir la prohibición en Bélgica. Holanda y Polonia ya prohibieron en el pasado, luego las leyes se derrumbaron en los respectivos parlamentos y ahora el abordaje de los opositores “es entrar de forma diferente con su postura, para lograr una ley que prohiba la exportación de carne Kosher producida localmente. Eso mata a la industria cárnica, porque el 2% de lo que produce la industria polaca se consume localmente y el 98% se exporta a la Unión Europea e Israel”, recordó el especialista. Detrás de los cuatro países del Mercosur, Polonia es el quinto abastecedor de Israel con carne vacuna procedente de animales faenados bajo el sistema Kosher.

A su vez, en Holanda, donde la exportación de terneros mamones a Israel, faenados bajo los requisitos religiosos de ese país, es muy fuerte, está en plena deliberación del tema. Reino Unido y Francia, naciones con grandes poblaciones judías y musulmanas, también van por ese camino.

Las directivas de la Unión Europea permiten a cada Estado decidir si las faenas religiosas deben usar el aturdimiento o noqueo previo al sacrificio. Suecia, Noruega, España y Dinamarca, van por la postura de usarlo. En la otra vereda, Eslovenia sólo acepta la faena sin aturdimiento para cubrir las necesidades locales de las comunidades judías y musulmanas, pero no permite que esa carne se exporte.

Kleiman consideró que la tendencia “es que en los lugares donde aún no se prohibió la faena religiosa, se registren profundas discusiones”.

Tasas e impuestos. La carne kosher no entra dentro de cuota Hilton, donde van los cortes de alta calidad. Además, por motivos religiosos, sólo abarca los cuartos delanteros. “Es poco competitiva para entrar en la Unión Europea, porque paga una tasa fija por tonelada, más un alto valor de impuestos. Con las prohibiciones, habrá una demanda que va a crecer, no van a tener de dónde sacarla y ahora tendremos perspectivas más favorables para vender desde el Mercosur”, admite Kleiman. Es que la ley de oferta y demanda que rige los mercados debería hacer subir los precios si cae la oferta. “Los frigoríficos que tiene un parque industrial kosher moderno y principalmente con bienestar animal asegurado, tienen mayores perspectivas”, sostiene el especialista.

También es cierto que el uso del cajón rotativo que hoy demanda Israel es algo cuestionado en países de la Unión Europea. Kleiman sostiene que “es un cuestionamiento antiguo. Hoy hay nuevas evidencias que demuestran que las razones del rechazo no son legítimas. El vértigo que se le atribuye causaría al animal cuando gira el cajón no es así. No ocurre un sufrimiento cuando se pone al animal con la barriga para arriba previo al sacrificio”, advirtió el especialista. Además, aquellos países europeos que todavía cuestionan el uso del cajón rotativo de inmovilización “no pondrán restricciones a la carne importada”, estimó Kleiman.

Sí reconoce que más allá de las perspectivas excelentes de vender carne Kosher a la Unión Europea, si los precios lo permiten, se precisa arrancar “con un nivel alto de bienestar animal, con protocolos certificados”. Ese es un gran desafío para Uruguay y para los demás países del Mercosur. “Esos protocolos de bienestar animal certificados, deberán convertirse en el escudo para que esa carne entre a los países europeos que prohibieron la faena”..

Pablo Mestre
Pablo Mestre

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