La lucha contra la garrapata (Rhipicephalus (Boophilus) es exitosa si se aplica el tratamiento generacional, si se hace un control predial con animales centinelas para saber cuándo tratar y si se rotan los principios activos al atacar las diferentes generaciones del parásito.
La Dirección General de Servicios Ganaderos detectó en todo el país predios con cepas de garrapata resistente a uno o varios principios activos de garrapaticidas registrados por la División Laboratorios Veterinarios (DILAVE).
Es por eso que resolvió facilitar la realización de estudios de resistencia a principios activos de productos garrapaticidas. Conocer esa resistencia es fundamental para poder utilizar los pocos zooterápicos que hay disponibles, porque en los últimos años, no surgieron nuevos principios activos para combatir este parásito.
Los ganaderos interesados en conocer los parámetros de resistencia de sus potreros, deberán registrarse en la oficina del Servicio Ganadero Local o Zonal de ubicación del establecimiento, completando los datos del formulario que se les proporcionará a tales efectos.
Posteriormente, la División Sanidad Animal, previo análisis epidemiológico de la situación del establecimiento, procederá a la extracción y/o recepción de muestras para realizar el test de resistencia a la parasitosis, en los casos que, de acuerdo con criterios técnicos determinados por dicha División, amerite realizar el estudio.
Las muestras serán procesadas en el Laboratorio Oficial (DILAVE), sin costo para el productor, durante el término de 2 años a partir de la entrada en vigencia de esta resolución. Será la División de Sanidad Animal la que determinará el nivel de riesgo del establecimiento, en base a las resultancias del test de resistencia y a las condiciones del predio. También dispondrá las medidas sanitarias adecuadas en acuerdo con el productor.
“No existe garrapata invencible”, sostiene siempre el Dr. Rafael Carriquiry, veterinario del Instituto Plan Agropecuario (IPA). Incluso en el norte del país, en predios forestales, existen experiencias exitosas de erradicación, lo que muestra que, estableciendo un plan de saneamiento con un médico veterinario, aplicando tratamiento generacional y haciendo una buena rotación de los específicos veterinarios, es posible controlar el parásito y evitar pérdidas productivas en los rodeos. Son cinco los principios activos que se usan en Uruguay.
Asimismo, el productor tiene otra herramienta valiosa para evitar perdidas causadas por la mortandad que producen las enfermedades asociadas (babesia y anaplasmosis): la hemovacuna. Se aplica una sola vez, a los terneros y los cubre de contraer babesia y anaplasmosis durante toda la vida.
La tristeza parasitaria en el rodeo y sus posibles mortandades de animales, son causadas por un anaplasma (bacteria) y dos babesias (infecciones causadas por protozoarios). La babesiosis y la anaplasmosis, son endémicas en Uruguay y producen pérdidas económicas de aproximadamente US$ 14 millones anuales, según establecen los datos oficiales.
“Después de diagnosticada en el predio la tristeza parasitaria, hay que vacunar a los terneros. Un animal que estuvo enfermo y se curó, contagia aunque esté sano”, aclaró Carriquiry semanas atrás.
