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Estrés calórico es fácil de prevenir y se puede evitar

Recomiendan no mover el ganado y darles buena sombra.

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Animales Hereford en campos forestales.

El estrés calórico es prevenible y fácil de detectar, pero aún así siguen registrándose pérdidas de animales por este problema y en algunos establecimientos se mantienen los manejos imprudentes del ganado por más que haga calor.

Danilo Bartaburu, extensionista del Instituto Plan Agropecuario (IPA) para la zona norte del país y destacado investigador del estrés calórico dijo a El País que la forma de evitar el estrés calórico en estos días, con altas temperaturas y ausencia de viento, “es evitar cualquier movimiento de animales”.

El experto sostiene que están dadas todas las condiciones para que se registre este problema: hay altas temperaturas, no hay casi viento  y mucha insolación. Son condiciones extremas para que se registren problemas por estrés calórico, al menos en la zona norte.

Bartaburo recomienda que si hay que mover el ganado se haga a tempranas horas de la mañana o en las horas de fresco. Lo otro es, en lo posible, usar potreros con sombra y muy buena disponibilidad de agua”. Es que, según el experto, “la disponibilidad de sombra disminuye notoriamente la radiación solar directa sobre el animal y las posibilidades de estrés calórico”, porque el animal incrementa las necesidades de agua”. A su vez, aclaró que  “debe ser agua limpia, porque hemos visto en estos días ganados metidos en algunas aguadas en el medio del barro. Eso hay que evitarlo”.

Los síntomas del estrés calórico son fáciles de detectar a simple vista y la clave está en  medir el ritmo respiratorio del animal.

Barataburu explicó que en  situaciones normales el bovino respira unas 50 veces por minuto, pero cuando está en estrés calórico empieza a subir su ritmo respiratorio y puede llegar, en niveles muy extremos, a respirar 120 veces por minuto”.

Explicó que  “la forma de detectar a campo el problema es contando las respiraciones, hasta 60 no hay problema, pero con 70 u 80 ya se está entrando en estrés calórico. Esto es muy visible en los tambos, donde muchas veces hay necesidad de arrear el ganado para el ordeñe y la vaca va lengua afuera”.

Para el productor y el trabajador rural el estrés calórico no es un problema nuevo, pero aunque lo conoce, muchas veces, le da poca importancia.

El año pasado, precisamente en Salto, se registraron mortandades por estrés calórico.

Baraburu recordó que hubo algunos casos de mortandad de  toros en alguna cabaña en Salto. “Se arrió el toro a las 3 de la tarde, luego se trabajó con otros toros en el corral y hubo un animal que murió de un infarto a la salida del corral”, recordando el incidente. Hubo otro caso conocido con un lote de terneros que “había sido arriado en horas impropias y de forma impropia”, agregó el experto del IPA. Por eso, recomendó que si hay que arriar ganado en esta época “hay que hacerlo al paso, ni al trote, ni al galope”, para evitar nuevos insucesos y pérdidas económicas en los establecimientos agropecuarios.

Guillermo Crampet
En la reposición los criadores atraviesan un momento muy bueno

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