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Álvaro Díaz Nadal: “A nivel de cabaña hay cosas que no las enseña ningún libro”

El jurado Angus de Expo Prado, aseguró que busca animales “que se adapten a las condiciones de producción del país: mediano, con grasa en cobertura, buenos aplomos, capacidad ruminal para poder transformar forraje de mala calidad en proteína de alta calidad”.

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Pablo D. Mestre

-Hace 7 años fue jurado en Expo Prado ¿Cuál es la sensación de calificar esta pista?

-Un gran honor, es la exposición más importante del Uruguay y la segunda de América en Angus y con una calidad superlativa. El jurado en Angus es elegido entre 50 criadores que participaron en las dos exposiciones anteriores. Y que los propios cabañeros me brinden la confianza de calificar la fila del Prado me genera un gran honor.

-¿La responsabilidad familiar condiciona?

-Es muy importante para mí. Porque cuando alguien nace y se cría en una cabaña, de alguna manera eso lo condiciona. Yo vivía en el campo, era una época en la que las cabañas se hacían a base de trabajo, después llegó la inseminación, pero hacer un plantel llevaba 20 o 30 años, no se vendían las mejores vacas, no había trasplante de embriones, se hacía en base a trabajo. Tuve la suerte de criarme en una cabaña muy exitosa, de tener muy buenos maestros y traté de aprovechar.

-¿Recuerda algún consejo recibido?

-No en particular, pero sí de estar en todas las reuniones. El Progreso era una estancia que llegaba mucha gente, se iba a muchas exposiciones y me gustaba estar en las reuniones de gente mayor, de cabañeros con trayectoria y escuchar. Por qué un toro sí y por qué no. Por qué uno producía bien y otro no producía. Hay cosas que a nivel de cabaña no las enseña ningún libro, se aprenden mirando, con el método de prueba y error.

-Ud. cría dos razas y que estuvo vinculado a la Industria frigorífica. ¿Cómo selecciona los mejores en pista?

-Eso es un privilegio que me dio la vida, que te da y te quita en todas las instancias. El haberme criado en una cabaña, haber pasado por la Facultad, haber trabajado 10 años en la industria da la posibilidad de bajar los libros a la cancha. Hay mucha gente que quizás estuvo toda la vida en una cabaña, pero no sabe lo que es un cuadril, un bife ancho, un bife angosto, un peceto, etc. no sabe quizás por qué se elige determinado tipo de animales, porque ahí están los cortes más valiosos, que de alguna manera, la elección de un animal es seleccionar un reproductor que pueda trasmitir esos genes a sus hijos y producir más carne, que en el fondo es el verdadero motivo de la ganadería y es el buque insignia del país: su ganadería y su calidad de carne.

-¿Cómo es el reproductor ideal Angus?

-La idea es buscar un animal con mucha pureza racial, estamos hablando de una raza en particular, animales los machos tienen que ser masculinos, con muy buena circunferencia escrotal, características secundarias bien definidas (carácter de macho), las hembras bien femeninas, buenas ubres, características secundarias definidas (bien femenina, con cabeza de hembra). Por el sistema de producción que tiene Uruguay en campo natural la gran mayoría y a cielo abierto, hay que buscar aplomos, buenas estructuras que sostengan cortes valiosos, líneas superiores importantes que es donde están los cortes más valiosos, buen arqueo de costilla para sostener un rumen que pueda consumir paja en invierno y transformarlo en proteína. Y después, animales intermedios que se adapten a los sistemas de producción del Uruguay, buenas áreas de ojo de bife, grasa en cobertura y después los DEPs.

-¿Cree en el golpe de ojo?

-Indudablemente el golpe de ojo es definitorio. Cualquiera que haya trabajado con ganado, o en ganadería, sabe que el golpe de ojo es importantísimo. En segundos, de alguna forma se ven defectos y virtudes, después del golpe de ojo viene el análisis más racional, detallado y con más tiempo. Pero cuando entra la fila a la pista caminando, ya se definen los que van a la punta y los que no. Después se ordena en base a kilos, números, datos, desplazamiento y detalles.

“La jura del Prado

marca tendencias

para la ganadería

de todo el país...“

-¿Los datos definen?

-Son fundamentales, pero en el Prado, la mayoría de los animales que van tienen EPD con un accuracy muy bajo. Entonces, no se puede definir que gane un animal porque tenga muy buen DEP. Los DEPs son importantes a la hora de definir dos animales muy similares, que pueda tener alguna duda. Y después, hay algunas características que sí son medibles en el momento y en algunas cosas, como la circunferencia escrotal, el área de ojo de bife, la grasa, los kilos. Eso está medido con certeza ese día y ayuda a poder comparar.

-¿Lo que se ve en la pista del prado marca para el resto de la ganadería?

-Sin dudas. La jura del Prado, a lo largo del tiempo marca tendencias en la ganadería del país. Hace muchos años, con la venida del New Type, jurados americanos en la jura del Prado, se marcó una tendencia, y nos metimos en un pantano importante. De un tiempo a esta parte, en el caso concreto del Angus, se ha tratado de buscar jurados uruguayos, o argentinos, que conozcan nuestra realidad de producción. Cuando uno elige un animal, no lo elige por capricho. Está tratando de elegir uno que se adapte a las condiciones de producción del país: mediano, con grasa en cobertura, con buenos aplomos para desplazarse en campos marginales, con buena capacidad ruminal para poder transformar forraje de mala calidad en proteína de alta calidad, en producir leche y en producir terneros.

-¿Se puede dejar a todos conformes en una jura?

-El dicho popular dice que sólo se va contento el que ganó, pero no creo que sea tan así. Se puede hacer una buena jura, por más que es claro que a nivel de productores es difícil dejar a todos conformes, porque hay mucha pasión, muchas horas dedicadas en preparar los reproductores. Es muy alta la presión por ganar. Yo crecí escuchando, en la época que la raza mayoritaria era Hereford, que Rincón de Francia nunca ganó un Gran Campeón del Prado, sin embargo, cuando venía un extranjero al Uruguay y quería ver un buen ganado Hereford, le dabas a 10 personas que eligieran un establecimiento para llevarlo, 10 elegían a Rincón de Francia. Por el ganado que tenían, por la calidad, y sin embargo nunca ganó, siendo una cabaña que hizo historia en la ganadería en Uruguay.

-¿Qué le dejaría conforme de su jura?

-Haber mantenido una línea, un criterio, con convicción a lo largo de toda la jura. Poder tener la capacidad de concentración que no se escape ningún reproductor, hay que estar atento de forma permanente. Puede haber matices, se puede conversar, siempre hay un toro que quizás en vez de primero era segundo y viceversa, no puede pasar que al primero o segundo lo pongas quinto o al revés.

-¿Es lo mismo si se realiza la tarea sin público?

-No es lo mismo si no hay público. No es lo mismo para una exposición del prestigio del Prado, para el entorno de los cabañeros, que son con los que se pasa la prueba de fuego, los viejos, los cabañeros nuevos, el público en general, los extranjeros, el entorno no es lo mismo. Si bien a la hora de decidir la fila no cambia nada. No es lo mismo ganar un partido con el estadio vacío que hacerlo con el estadio lleno.

Pablo Mestre
Pablo Mestre

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