El CEO de John Deere aseguró que la compañía está enfocada en agricultura de precisión “que va básicamente desde el manejo de una chacra, al manejo de una planta individual”. A su vez, dijo que “el camino apunta a la autonomía de los productos”. Samuel R. Allen estuvo esta semana en Interagrovial, representante de la compañía en Uruguay, donde interactuó con clientes y con el ministro Enzo Benech.
Pablo D. Mestre.
-¿Cómo está la compañía a nivel mundial?
-Recién terminamos nuestro año fiscal, el 31 de octubre, por lo que no puedo comentar los resultados aún pues no se han hecho públicos. Pero sí puedo comentar los resultados hasta el tercer trimestre. Tuvimos tres años de baja en nuestras ventas a nivel mundial: 14, 15 y 16, en el 17 pudimos retomar el crecimiento y para el 18, basados en el resultado de los primeros tres trimestres, se ve que será también un buen año. Hay que considerar que en este año 18 hubo una reforma de impuestos en EEUU lo que provocará un impacto fuerte, si no fuera por ese impacto y si se consolida la proyección, sería nuestro segundo mejor año en la historia de John Deere.
-¿A qué se debe?
-Hemos trabajado para hacer la compañía mucho más eficiente y pequeña, la hemos diversificado más, tenemos una división de construcción y forestal mucho más grande, especialmente con la adquisición de la empresa alemana Wirtgen. Y en la mayoría de los mercados mundiales, hemos podido avanzar nuestra penetración de mercado y nuestra rentabilidad, lo que nos permite diversificar un poco de EEUU que ha sido siempre nuestro fuerte. Continuamos creciendo en nuestro negocio de repuestos, que ahora es mucho más grande que en el pasado y muy rentable. Además, tenemos una división hermana, John Deere Financial, con un portafolio de crédito de US$ 40 billones alrededor del mundo.
-¿Cuáles son los objetivos que se plantea John Deere para proveer maquinaria para producir alimentos a la creciente población mundial?
-Sabemos que vamos a agregar 2,5 billones de personas en el mundo como mínimo hasta el 2050, también creo que 2/3 de la población van a vivir en ciudades. Para poner eso en perspectiva, es como que toda la población mundial hoy viviera en ciudades. Y como resultado de ese crecimiento poblacional, vamos a tener que duplicar la producción de comida hasta el 2050. Debemos hacerlo de manera sustentable y cuidando el medio ambiente. Además, con menos personas, porque más gente va a estar viviendo en las ciudades. Por lo cual estamos enfocados en agricultura de precisión que va básicamente desde el manejo de una chacra, al manejo de una planta individual, lo que asegure que los clientes utilicen el input necesario, los fertilizantes necesarios para cada una de esas plantas.
-¿Ya están trabajando en ese sentido?
-Sí. y un gran ejemplo es la adquisición que hizo John Deere de una empresa de tecnología: “Blue River Technology”, en California que se especializa en inteligencia artificial y métodos de reconocimientos a través de cámaras. Hoy, trabajando con algodón como el primer cultivo, tienen más de un millón de fotos de reconocimiento sobre lo que encuentra en una chacra de algodón, por lo que la máquina puede aplicar directamente sobre la planta los químicos necesarios.
-Eso es un cambio de paradigma importante...
-Exactamente, cuando hoy, con el manejo de nuestros fumigadores, se aplica el producto químico a toda la chacra, ahora será directo sobre la planta. Tenemos 8 máquinas prototipo trabajando en EEUU, una de estas en el estado de Missisippi, con un productor que en 2017 utilizó US$ 250 mil de productos químicos para la producción de algodón, mientras este año sólo necesitó US$ 25.000. Y hay otro factor importante.
-¿A qué se refiere?
-El segundo aspecto que está trabajando John Deere en forma muy fuerte, es el camino de la automatización a la autonomía, por lo que cada vez más nuestros productos van a poder trabajar de forma autónoma. La idea es ir avanzando año tras año, para que en algún momento trabajen de por sí solos los equipos.
-Más allá de las cifras financieras, hábleme de los números de John Deere hoy.
-Comercializamos nuestros productos en 180 países, son 47 fábricas en 24 países, nuestra central mundial está en Moline, estado de Illinois, EEUU. Somos 73.000 funcionarios a nivel mundial. El 50% de nuestras ventas proviene de EEUU y el otro 50% del resto del mundo. De nuestras ventas totales, el 70% son ventas agrícolas, el 25% son de construcción y forestación y el 5% de nuestro banco John Deere. Es importante resaltar que existió John Deere, fue el fundador de la empresa, y en los 181 años que tiene la compañía soy el 9º CEO Chairman.
-¿A qué obedece su visita a Uruguay?
-Le dedico de 2 a 3 semanas al año a venir a Latinoamérica a conocer clientes y visitar nuestras instalaciones. Empezamos en Paraguay, Uruguay, luego Brasil donde trabajaremos con nuestro personal interno. En 2009, 2016 y en 2017 para los 50 años de Interagrovial. Además es un buen motivo para acompañar a Julio (Blanco) y su equipo, motivar para seguir trabajando duro. Sabemos que Uruguay está viviendo algunos desafíos, queremos mostrar nuestro compromiso, no sólo en los momentos de auge. Julio es un gran amigo de la casa y además para resaltar que es de los únicos distribuidores en el mundo que representa todas nuestras marcas: agrícola, construcción, forestal, motores y ahora nuestra nueva línea de Wirtgen Group, empresa de asfaltos.
-¿Cuánto implican para John Deere los representantes en el mundo?
-Son el punto más importante y lo tenemos claro. Es que si no estamos cerca de los clientes no va a existir un John Deere. Y para estar más cerca posible del cliente, nuestra relación y asociación con nuestros concesionarios, como Interagrovial, se vuelve crítico. Por eso, trabajamos muy de cerca con nuestra red de concesionarios para alinear nuestros objetivos y para asegurar que están ofreciendo un nivel de servicio ejemplar a los clientes. Nuestra filosofía, mi filosofía, es que podemos tener los mejores productos en el mundo, pero si no tenemos una red consolidada y fuerte, ese servicio al cliente no va a ser bueno. Pero si sucede al revés, máquinas con desafíos y una red muy fuerte, puedes tener la oportunidad de rescatar a ese cliente.
-¿Cómo mira al futuro?
-Siempre creo que, a pesar de todo lo bueno del presente, lo mejor está por venir.