Cuando se conoció la suspensión de China a Brasil -por los dos casos de vaca loca atípica- todos pensábamos se iba a solucionar más rápido, en parte por lo antecedentes del caso y por el peso que tiene Brasil para China en los embarques para año nuevo.
La realidad es que esto se extendió y se nota en el mercado, en los precios y en la demanda que siguen firmes, pero con un manto de incertidumbre importante. “Hasta el 15 de noviembre Uruguay va a exportar productos que llegan para año nuevo. La gran duda es qué sucede si, de un día para el otro, Brasil ingresa nuevamente y cómo va impactar eso”, comentó Juan Lema, broker de carnes.
En diálogo con Valor Agregado, Lema informó que uno de los tres millones de toneladas que anualmente importa China son de Brasil. De esta manera, a grandes rasgos, dos meses sin Brasil en China significan 200 mil toneladas menos.
“El impacto ya está hecho”, dijo. “La gran duda es cómo será la caída de precios cuando se restablezcan las ventas”, agregó.
Europa. Sobre el mercado europeo, Lema aseguró que está “muy firme” y que los valores subieron de forma significativa a US$ 14 mil la tonelada, ya sea en Uruguay y/o Argentina esto son US$ 1.500 por encima. “Sucede lo mismo que en China: hasta mediados de noviembre serán embarques que lleguen antes del fin de año. En negocios posteriores hay una tendencia al ajuste de precios”, dijo.
De todas formas, lo positivo es que aumenta la demanda y el mundo empieza a girar nuevamente. “El precio va seguir firme, pero van haber ajustes pero hay que ver qué pasa con la cuota 481”, indicó.
Estados Unidos. En Estados Unidos si bien la demanda está, en los últimos meses han bajado los precios por la entrada de carne brasilera. “Brasil aumentó fuerte las exportaciones a EE.UU. por no tener a China y lo ha hecho con valores a los que le cuesta competir a Uruguay”, concluyó.