El director de escritorio Jaso & Jaso dio su visión sobre los negocios de venta de campos.

Pablo D. Mestre
— ¿Qué balance hace del 2020 en materia de venta de campos?
—Si bien no se concretaron muchas transacciones el balance es bueno. Venimos de varios años con muy poca actividad y con valores ajustando a la baja y esta tendencia cambio. Se nota un mayor interés por invertir en tierras, existieron muchas consultas durante todo el año y se concretaron pocos negocios. Luego, debemos analizar por qué se y creo se debe fundamentalmente a 2 factores: la pandemia que afecto la movilidad de las personas y muchos propietarios tenían expectativas de mejores valores a los que veníamos trabajando, cosa que no pasó.
—¿Se notó la llegada de extranjeros?
—A comienzos de año existieron consultas de extranjeros, fundamentalmente argentinos, que luego con pandemia de por medio no se pudo avanzar. Se creó una expectativa muy importante con la llegada de estos que no se materializo. Si Dios quiere y volvemos a la normalidad en el correr de este año es posible llegue gente que no pudo venir el año pasado.
—¿Cuántos negocios concretó y a qué valores?
—Concretamos 4 operaciones, todas en el segundo semestre. Se vendieron campos 100% agrícolas en zona de Villa del Rosario (Lavalleja) entre US$ 4.500/ha y us$ 6.500/ha y un campo ganadero en Piraraja en US$ 3.000/ha.
—¿Qué proyecta para el 2021 en este rubro?
—Vamos a tener un año más movido y con mayor concreción de negocios sin dudas. Los cambios políticos que existieron el año pasado en la región nos favorecen y la baja de las tasas de interés a nivel mundial también. La tierra históricamente fue un refugio de capitales que se vuelve más atractiva cuando el mercado de valores no ofrece buenas alternativas, que es lo que está sucediendo hoy.