En 2019 Uruguay pagó por concepto de aranceles un total de US$ 341 millones, prácticamente, la totalidad de estos pagos correspondió al sector agropecuario, siendo la carne bovina el 60% del total.
Al respecto, Gonzalo Oleggini, consultor en temas internacionales , explicó que estos datos se desprenden de una realidad que la consultoría internacional viene luchando desde hace muchos años para reducir el pago de aranceles, sabiendo que el único camino son los acuerdos comerciales.
“Una de las primeras conclusiones es que exportamos muy poco. Es una realidad. Estamos estancados hace cuatro o cinco años y estamos en la línea. Nos cuesta cruzar los US$ 10 mil millones en exportaciones. Es bastante bajo”, señaló.
Además, lamentó que el producto más afectado sea la carne bovina, el producto estrella porque de los US$ 350 millones, unos US$ 200 los pagó la carne. “Tenemos una luz amarilla por ese lado. Es menos margen de negociación para los exportadores. A la hora de negociar el precio obviamente eso está arriba de la mesa”, dijo.
Otro punto que juega en contra es la competencia.
“Estamos frente a competidores con iguales productos, como Australia o Nueva Zelanda que tienen acuerdos funcionando y van en proceso que esos aranceles sean 0. Vamos a caer en un pozo en cuatro o cinco años por la enorme diferencia”, advirtió.
En tanto, sostuvo que “la brecha arancelaria con los competidores es imposible de acortar”, porque ese momento va a llegar y el impacto va a existir. “Aunque hoy empezamos a negociar acuerdos, la situación la vamos a igualar en 10 años. Ya estamos con retraso y no hay manera de recortar esa diferencia. Los calendarios para este tipo de cosas se manejan entre 8 y 12 años. Más en productos como los nuestros que tienen muchas restricciones a nivel global”, explicó.
Entre otras cuestiones, el especialista mencionó que los acuerdos de Australia y Nueva Zelanda con China es donde va a radicar la mayor diferencia con Uruguay y advirtió que habrá una pérdida grande de competitividad.
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