Después de tantos años de esperar por el proyecto, con la alineación público privada en nuestro país y especialmente la concordancia binacional entre Uruguay y Brasil, la concreción de la hidrovía está a un paso de ser realidad.
Este proyecto ha contado con el interés y la voluntad expresa del presidente de la República, Dr. Luis Lacalle Pou, respaldado en su momento por su par Jair Bolsonaro en el país norteño y actualmente Lula Da Silva, así como el constante trabajo del embajador uruguayo en Brasil Guillermo Valles y el empresario Carlos Foderé desde el ámbito privado.
El pasado martes 12 de setiembre, se realizó un foro en Montevideo que contó con la presencia de empresarios y autoridades de ambos países, impulsado por la inminencia del dragado que pondrá en funcionamiento esta obra.
Dentro de los asistentes, se destaca la de autoridades de los puertos brasileños, encargados de la logística, así como el presidente de la Administración Nacional de Puertos de Uruguay, Juan Curbelo y el subsecretario del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, Juan José Olaizola.
“Podemos pensar que a fin de año o inicios de 2024 ya se esté dragando” comenzó diciendo Carlos Foderé, principal del consorcio Terminal Tacuarí, que construirá un puerto del lado uruguayo, en costas del río Tacuarí, mediante el cual a través de la Laguna Merín permitirá a Uruguay salir al Océano Atlántico por medio de Río Grande do Sul.
Esto permitirá una baja importante de costos en la conectividad del este y noreste del territorio, beneficiando especialmente a la agricultura, forestación, minería, turismo y otros servicios vinculados. No solo permitiría exportar al mundo con una salida fluvial más barata, sino que también se podrá ingresar a Uruguay con productos desde el puerto de Río Grande do Sul de una forma mucho más competitiva, frente al costo de hacerlo mediante fletes terrestres.
Foderé aseguró que Brasil hará el dragado porque existe este proyecto, y requerían el compromiso de que cuando empiecen los trabajos comience a su vez la obra del lado uruguayo. “La histórica discusión de qué es primero, si el huevo o la gallina, está despejada: las dos obras se harán en simultáneo”, afirmó el empresario. A su vez, agregó que una vez que se comience el dragado, el consorcio de privados debe esperar que el Ministerio de Transporte y Obras Públicas realice una obra en el camino de entrada al futuro puerto de unos 8 kilómetros, en la salida de la ruta que une Río Branco con la Laguna Merín, que se hará de forma inmediata, para facilitar la logística de las obras en lado uruguayo.
Respecto a los plazos, Foderé expresó que una vez que comiencen las obras tienen que confluir y terminarse en dos años, por lo que podríamos pensar que en los primeros meses de 2026 el puerto esté funcionando, pero todo dependerá del clima. “Los dos muelles, así como el canal de acceso o la bahía se realizan en seco, y después de terminados recién se rompe la pared para inundar con agua del río Tacuarí”, expresó el principal del consorcio, “por lo que si el verano hubiera sido como este probablemente la obra se termina en un año y medio y si hay muchas lluvias un año más”, agregó.
De todos modos, después de tantos años de esperar esta obra, “un año más o un año menos no es lo principal, lo primordial es que la obra se concretará”, aseguró Foder.e.