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China envió materiales de sojas no transgénicas

Jerarca chino se reunió con Aguerre en INIA La Estanzuela.

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Oleaginosa. Toda la soja que China importa de Sudamérica está destinada al consumo animal.

Ya están en Uruguay los primeros materiales procedentes chinos de soja no transgénica destinada al consumo humano para ser investigados y multiplicados.

La semana pasada, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, mantuvo una reunión en Uruguay con el viceministro de la Administración Estatal de Granos de la República Popular de China, Lu Jingbo, en la estación experimental del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) La Estanzuela. En el encuentro también participaron el embajador de China en Uruguay, Zhou Quan, el director de Servicios Agrícolas, Federico Montes, el coordinador del Área Cadenas Agroindustriales de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (Opypa), Gonzalo Souto, y el presidente del Instituto Nacional de Semillas, Pedro Queheille.

En ese encuentro, según confirmó el portal de Presidencia de la República, se intercambiaron los registros, controles y auditoría de los 128 puntos establecidos en todo el país a efectos de garantizar la calidad de la soja que se exporta a China, en el marco del protocolo suscrito por el presidente Tabaré Vázquez, que incluye cebada y cítricos.

De los 87 millones de toneladas de soja que importa China, 15 millones son para consumo humano a partir de genética creada por ellos mismos.

El ministro Aguerre, que confirmó el arribo de los primeros materiales genéticos de China con sojas no transgénicas explicó que servirán para el análisis de los investigadores uruguayos y el mejoramiento de la soja para consumo humano, pero advirtió que “generar una nueva variedad de cualquier vegetal lleva muchos años. No estamos hablando de que tendremos un cambio en uno, dos o tres años, “pero es importante” que China se amolde “a trabajar en esa línea”, explicó Aguerre.

A su vez, explicó que Uruguay quiere “cultivar un alto grado de confianza desarrollando investigación de material genético con aspectos nutricionales” que incluye la producción de este alimento para consumo humano, con lo cual “es una forma indirecta de descomoditizar un sistema de producción y agregarle valor”, reflexionó Aguerre.

En el caso de Uruguay, China compra el 80% de la soja, el 50% de la carne y “esperemos que en futuro pueda comprar una parte importante de los lácteos y el arroz”, expresó Aguerre. El gobierno chino importa 87 millones de toneladas de soja, de las cuales Uruguay le venderá 2,5 millones de la última producción. “En pocos años pasó de demandar cantidad con un relativo nivel de formalización en los controles a tener las exigencias del más alto nivel mundial”, dijo Aguerre. Es por eso que consideró que “en la lógica de diferenciarnos por calidad de productos, procesos normativos y capacidades institucionales públicas y privadas tenemos que seguir demostrando que cumplimos con los compromisos y requisitos sanitarios”.

Pablo Mestre
Pablo Mestre

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