Dispersión total de toros y vientres y con buenos valores en la noche de ayer en el remozado local "Parada Fariña", a cargo de Otto Fernández y Zambrano & Cía.
Pablo D. Mestre.
Una noche distinta fue la de ayer en Artigas... Vaya si lo fue...
Una cabaña nueva, que apuesta al mejoramiento genético dentro de una empresa ganadera agrícola dedicada a la producción de carne Angus de calidad Premium, ofreció por segunda vez la genética de sus reproductores.
Y fue distinta también la noche por haberse realizado en el remodelado local “Parada Fariña”, donde hace seis décadas don Otto Fernández logró el primero Martillo de Oro de Uruguay y el único de Artigas. “Es un honor para nosotros continuar la obra que empezó mi padre y hoy seguimos junto con mi hijo en el martillo”, aseguró Otto Fernández previo a las ventas.
Ya en los negocios, a cargo de la firma local junto con Zambrano & Cía., no podía ser mejor la subasta.
En primer lugar se comercializaron los vientres colocados entre criadores de todo el país. Los 55 ofertados se vendieron entre US$ 2.640 y 1.200, con promedio de US$ 1.366.
Y los toros, fueron subastados con agilidad los 69 ofertados a un promedio de US$ 3.272, con máximo de US$ 5.400 y mínimo de US$ 2.760.
“Vino mucha gente a este muy buen local con inversión importante de los colegas Otto Fernández”, apuntó Alejandro Zambrano Zerbino.
Dijo que la venta de las hembras, “era una apuesta difícil, pero se vendieron las más de 70”. Y mencionó a los toros como “un capítulo aparte, pues en un remate vender 69 de una sola raza no es nada fácil.
Dijo que, “aunque suene a slogan, realmente si traían más toros, se vendían también”.
Por todo eso fue una noche distinta la de ayer en Artigas.