La calidad y selección genética está más allá de coyunturas, climas y estados de ánimo. Por algo hay cabañas que hace más de un siglo apuntalan a la ganadería con la selección de su ganado. Y está bien que así sea. Eso pasó ayer, en Salto, en una gran jornada de trabajo, donde la centenaria cabaña “Bayucuá” de la familia Mattos dispersó, con suma agilidad, el 100% de su producción Angus. Con negocios a cargo de Correa & San Román y Zambrano & Cía., se concretó mucho más que un remate de genética. Se sabe.
Una venta donde, como es tradicional, los vientres cotizan al nivel de toros, en algo que es un sello de la cabaña de los Mattos. Esto es fácilmente comprobable en las cifras: “Malta”, ternera Scotch Veterano 050 en Quebrantador, se vendió en US$ 12.000 el 50%, adquirida por Sierra de Los Olivos. Luego, “Josefina”, Napoleón en Premium Beef, fue vendida en US$ 10.200 también el 50%, adquirida por Los Ombúes SG. Y la tercera integrante del primer lote: “Chachacha”, otra Napoleón, pero en madre Bismark, se adjudicó en US$ 6.000, el 50%. Y esto también habla del crecimiento de la raza, ejemplares destacados, de genética superior, compartidos por la cabaña.
Bajo los martillos de Gerardo Zambrano y de Martín San Román, los 23 vientres de pedigree hicieron promedio en US$ 5.990: 6 planteleras a US$ 13.220, 4 vaquillonas 2 años paridas y próximas a US$ 4.920 y 13 vacas preñadas a US$ 2.982.
Además, se vendieron 4 vientres PC a US$ 2.400 promedio y 46 vacas SA a razón de US$ 1.304 cada una. Con esto, los 73 vientres comercializados hicieron promedio en US$ 2.454.
Y luego los toros.
En un mercado parejo y con un trámite constante, los 70 ejemplares hicieron un valor medio de US$ 4.733. Fueron 41 ejemplares de pedigree a US$ 5.005: 5 planteleros: 8.640 (compró La Horqueta), 5.760 y 6.720; 11 toros PI 2 años: 7.200, 4.320 y 5.564 y 25 toros 3 años: 6.000, 3.840 y 4.416. Además, se vendieron 17 toros PC de 3 años: 5.520, 3.720 y 4.751 y 12 toros SA: 3.960, 3.600 y 3.780.
Y todo esto, en poco más de tres horas, lo que marca la agilidad, que refleja, una vez más, que la calidad y selección genética está más allá de coyunturas, climas y estados de ánimo…