Algunos acreedores solicitaron que la empresa china que maneja los frigoríficos Lorsinal y Rondatel vaya a un concurso necesario, debido a que tiene deudas que se encuentran en el eje de los US$ 12 millones. El vocero de la firma, el Dr. Gonzalo Calviño indicó que “es innegable que estamos en una etapa de definición, hay un grupo de acreedores, que son consignatarios de ganado principalmente que han entendido, en su legítimo derecho, y decidieron dar este paso, en principio para Lorsinal, y posteriormente para Rondatel”.

Entrevistado en Valor Agregado de radio Carve, Calviño sostuvo que la empresa “contestará la solicitud de ir a concurso necesario. Nosotros seguimos entendiendo que no es este el camino que ofrece la mejor solución para las partes, hay alternativas más rápidas y eficientes”.

“El principal activo que se ha perdido en este caso es la confianza, y eso es nuestra responsabilidad. Nosotros creemos que la salida tiene que ser que aparezca el dinero, y que se solucione el problema de fondo, porque el proceso de concordato tiene unos procesos y tiempos que no van a cumplir las expectativas de los acreedores”, señaló el integrante de los frigoríficos, que además agregó que entiende la posición que han tomado los acreedores.

Con dinero que llegaría desde la casa matriz en China, se intentó inyectarle a la empresa una partida de US$ 2 millones, pero “para nuestra sorpresa la operación fue rechazada por el sistema bancario nacional, eso fue hace 45 días, y no lo hemos logrado aún”, contó Calviño.

“Lo relevante para nosotros es que tenemos una partida importante de dinero, que podría transmitir tranquilidad a los acreedores”, afirmó el vocero de la firma.

Calviño detalló que entre ambas plantas frigoríficas, el pasivo se ubica en US$ 12 millones, “aunque posiblemente sea un poco más, pero es un tema que hay que ajustar por las multas y los intereses que hemos ido sumando”.

Sobre cómo se llegó a esta deuda, el integrante de las plantas industriales señaló que “tuvimos un problema en casa matriz, que sufrió varios cambios de accionistas y de propietarios de los paquetes de acciones. Toda esta situación demandó una cantidad importante de tiempo, lo que generó que el principal accionista se haya encontrado con un panorama distinto al que tenía en mente, por un tema interno de nosotros mismos”.

Por otra parte, Calviño indicó que a pesar de esta situación que se vive, “en ningún momento la intención del propietario de las plantas es venderlas”.

El grupo Sundiro, que tiene el 50% de Lorsinal, también se desprendió de unos activos que tenía en Argentina. “Pero no significa que esa venta haya capitalizado financieramente a la empresa como para volcar dinero a Uruguay”.