En el mundo de las inversiones, es fundamental comprender las diferencias entre los instrumentos financieros regulados y aquellos que no lo están. En dialogo con Valor Agregado de radio Carve, el doctor Manuel Cal, asesor legal de Gletir, corredor de Bolsa, explicó los aspectos clave que diferencian los fondos de inversión tradicionales de los llamados "fondos ganaderos", que en realidad no son considerados fondos de inversión bajo la normativa vigente.
Fondos ganaderos: acuerdos entre privados
Cal enfatizó que los llamados fondos ganaderos no son fondos de inversión propiamente dichos, sino acuerdos privados entre partes. En estos esquemas, una persona adquiere ganado y lo cede para su capitalización o pastoreo. "No es un fondo de inversión en el sentido estricto, sino un negocio entre particulares", explicó. Esto implica que estos acuerdos no están regulados por el Banco Central del Uruguay (BCU) y, por ende, no cuentan con los controles y auditorías que sí tienen los fondos de inversión registrados.
Fondos de inversión: regulación y garantías
A diferencia de los fondos ganaderos, los fondos de inversión sí están supervisados por el BCU. "Nosotros en Gletir manejamos los fondos Centenario, que son regulados", comentó Cal. "Tanto los fondos en sí como los participantes están supervisados por el Banco Central, lo que implica auditorías externas, reportes periódicos y supervisiones in situ".
El control del BCU no garantiza una rentabilidad asegurada ni respalda financieramente a los inversores, pero sí impone normas para asegurar la transparencia y el correcto manejo de los fondos. "La garantía no es un seguro, sino el control estricto sobre los productos financieros", aclaró el asesor legal.
Impacto de la regulación en la rentabilidad
Sobre el impacto de la regulación en la rentabilidad de los fondos, Cal destacó que los costos asociados a la supervisión del BCU son relativamente bajos en comparación con la seguridad que ofrecen a los inversores. "Son costos menores si los comparamos con el riesgo que se está previniendo", afirmó.
Además, subrayó que la rentabilidad está directamente relacionada con el nivel de riesgo de cada producto. "El Banco Central no califica el riesgo de los fondos de inversión locales, pero en Gletir contamos con calificadoras externas que analizan nuestros productos para ofrecer información clara a los inversores", explicó.
El rol del Banco Central en las inversiones en ganadería
Si bien el BCU regula el mercado financiero y de valores, no supervisa directamente los instrumentos de inversión en ganadería. "El Banco Central ha señalado que estas inversiones son acuerdos privados y, por lo tanto, no están sujetas a su regulación", dijo Cal. Este aspecto es clave para los inversores, ya que implica que estos productos no cuentan con los controles y exigencias que sí se aplican a los fondos de inversión tradicionales.
La diferencia entre fondos de inversión regulados y acuerdos de capitalización de ganado radica principalmente en la supervisión y las garantías que ofrecen. Mientras que los fondos regulados cuentan con auditorías, controles y normas claras para proteger al inversor, los negocios entre privados no tienen la misma supervisión, lo que puede implicar mayores riesgos. Para los inversores, comprender estas diferencias es clave a la hora de decidir dónde colocar su capital.