Tras poco más de 100 días de gestión del gobierno encabezado por Yamandú Orsi, el presidente de la Asociación Rural del Uruguay (ARU), Rafael Ferber, señaló que se trata de “100 días raros”, en los que no se han dado los anuncios habituales de un inicio de administración. “Tenemos que ir viendo qué es lo que se hace”, dijo en diálogo con Valor Agregado de radio Carve.

Desde la gremial, explicó Ferber, hay dos temas que se siguen con especial atención: los combustibles y la letra de regulación monetaria, “porque nos afectan directamente todos los días”. En ese sentido, advirtió que “a veces hay diferencias entre lo que se dice y lo que se hace”.

Sobre el precio de los combustibles, Ferber cuestionó que durante los primeros dos meses de gobierno —período en que se concretó buena parte de la cosecha de soja y la siembra de praderas— no se trasladó a los precios locales la baja internacional del petróleo a través del Precio de Paridad de Importación (PPI). “Cuando se hizo, fue parcial. El gasoil debería bajar $4 más para estar alineado”, señaló, aunque valoró que “tratamos de mirar el medio vaso lleno”.

Respecto al tipo de cambio, indicó que es “un tema complejo”, ya que para el sector agropecuario el dólar es “la moneda de trabajo” y un factor clave de competitividad. “La situación mundial lo empuja hacia abajo y nos da la sensación de que va a costar ver un dólar más alegre que el actual. No estamos ante un drama como en otras épocas, pero claramente no ayuda”.

Consultado sobre la gestión del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Ferber destacó que “tienen el tema de la garrapata entre ceja y ceja”, aunque reconoció que no se trata de un asunto sencillo. “Es un problema regional, asociado al cambio climático. Lo cierto es que la garrapata sobrevive al invierno”.

También apuntó contra la forestación como un factor que complica el control sanitario. “Lo más preocupante es esa espada de Damocles sobre los productos que se usan y los tiempos de espera para que no queden residuos. Confiamos en los productores, pero sabemos que a veces hay errores”.

Al ser consultado sobre cómo califica al gobierno, Ferber opinó que “un gobierno no tiene un margen del 1 al 10. Si hace todo mal, está en un 3, porque las fortalezas del país no permiten bajar más. Si hace todo perfecto, llega a un 6, porque las instituciones no te dejan ir más allá”.

En cuanto a la concentración en el sector frigorífico, Ferber confirmó que la ARU volvió a presentar un planteo ante la Comisión de Promoción y Defensa de la Competencia (Coprodec) por la operación entre Marfrig y Minerva. “Estamos trabajando en varios frentes para presentar información”, señaló. Aunque los plazos no están definidos, no descartó que el análisis se extienda hasta octubre o noviembre.

El recientemente asumido presidente de la Federación Rural, Rafael Normey, advirtió que el gobierno aún “sigue en modo instalación” y que no se han presentado planes concretos. “Normalmente, en los primeros meses se anuncian ideas y proyectos. En este caso no sucedió, y eso preocupa”.

En diálogo con Valor Agregado, sostuvo que el agro atraviesa “un momento coyuntural positivo” que debería aprovecharse para implementar cambios estructurales, pero alertó que los problemas de competitividad y el alto costo país siguen sin resolverse. “Este es el momento para encaminar cambios, pero no vemos señales claras de que eso esté ocurriendo”.

Normey subrayó que los cambios deben centrarse en el Estado: en sus costos, eficiencia y estructura. “Todo eso impacta directamente en la competitividad. El propio ministro de Economía, Gabriel Oddone, lo ha planteado desde antes de asumir”.

En ese marco, pidió “una impronta distinta” del gobierno, que permita avanzar en reformas de fondo.

Sobre la gestión del MGAP, Normey valoró el vínculo cercano con los productores. “El ministro Fratti es alguien que sentimos como del palo. Hay un diálogo muy franco con la Federación”.

Destacó tres líneas de trabajo: el programa Procría, el control de garrapata y las políticas de riego.

Respecto a Procría, explicó que alcanzará a unos 1.000 productores y que, desde la Federación, se reclama que sea una ayuda inicial y no permanente. “Tiene que quedar claro que el apoyo debe ser transitorio. No puede durar los cinco años”.

Normey mencionó también dos puntos que requieren ajustes: la sobrerregulación de la exportación de ganado en pie y la situación del ausentismo en la industria frigorífica. “La regulación excesiva y los problemas laborales están fuera de control”, afirmó.

Finalmente, al calificar la gestión del gobierno y del MGAP, Normey asignó un 7 al Ministerio y un 5 al gobierno en general, “con crédito abierto hacia adelante”.