Jornada de Hereford en Don Poro mostró un modelo exitoso de producción.
Pablo D. Mestre.
Recursos humanos, genética en pasturas y genética animal. Sobre esos pilares y poniéndole gestión al plan, se basa Don Poro para lograr los objetivos planteados. “La base es un equipo alineado, integrado, satisfecho, un objetivo sencillo, con foco claro de lo que se va a hacer y contar con especialistas en cada rubro, además de un pool de contratos y empresas en la integración en cadena”. Así lo explica José María Campiotti.
Esto es lo que mostraron en la jornada organizada por la Sociedad Criadores de Hereford, con la dirección técnica de Apeo Consultora Agropecuaria, a la que asistieron cientos de criadores y productores de todo el país.
Funcional.
El equipo de Apeo mostró este sistema productivo con algunas características bien distintivas. Don Poro tiene explorado todo el potencial agroecológico, toda el área intensiva que puede tener en forma de praderas. Lo ha hecho a través de varias herramientas: incorporación en un momento del arroz para hacer praderas sobre rastrojos; luego incursionó en la agricultura, después pasó a utilizar los semilleros como cabeza de rotación y ahora está volviendo a la agricultura, a hacer una soja para instalar las praderas. En todo el proceso, una de las características es que todo lo hace funcional a la ganadería.
“El capital más grande que tenemos es el campo, o sea que todo lo que le pongamos arriba tiene que expresar su mayor potencial: las mejores pasturas para producir los mejores pastos, la mejor genética de ganado para que transforme eso de la mejor manera posible con los mejores rendimientos, con los mejores cortes”, afirmó José María Campiotti.
De la mano de eso ha desarrollado un sistema que produce 200 kg de carne, un ciclo incompleto con pie de cría en torno a 1.000 vacas y que compra en torno a 800 terneros por año para vender todos recriados a corrales de engorde.
“No compro terneros si no son buenos, si no tienen buena genética”, dijo el principal de “Don Poro”. En un rodeo de cría Hereford, a las vaquillonas que inseminan las repasan con Angus. Se hace una rigurosa selección por fertilidad aspirando que el rodeo general tenga por encima del 90% de preñez.
“Lo primero que hicimos fue trabajar sobre la cría hasta lograr números de excelencia”. Se recría todo, inmediatamente después que se desteta, tanto lo que se produce como los terneros que compran. Los machos se recrían hasta que pesan 400 kilos y ahí se mandan al feed lot, las hembras de descarte van al frigorífico directo y las vaquillonas que no son seleccionadas siguen el mismo ciclo que los novillos y pueden ir al corral o al frigorífico Solís.
Protocolos.
Uno de los puntos fuertes de Don Poro, es que tiene protocolizados los procesos y se cumple el plan: todos los años se suplementa al 1% por 40 días la recría de machos, compra al mismo momento, vende al mismo momento. Se trata de hacer los procesos lo más sencillo posible, al tenerlos protocolizados, le permite hacerlos mejor. La gente sabe qué hacer, cuándo y cómo hacerlo. “Eso independiza mucho al empresario de la operativa diaria porque todo su equipo sabe qué es lo que tiene que hacer, es parte del éxito”, apunta Apeo.
Alianzas.
Otro de los atributos del sistema es el manejo empresarial siempre preocupado en tejer alianzas. Como para Campiotti lo más importante es el sistema de producción, trata de resolver por ejemplo la compra de terneros a través de alianzas con productores y el consignatario tiene como trabajo conseguirlselos entre marzo, abril y mayo, que pesen 150 a 160 kg., que vengan castrados. “Esta red de alianzas a lo largo de todo el sistema le permite al empresario dedicarse a ajustar el proceso, a estar en las cosas importantes”.
Otra característica del sistema es que se analiza y se mide todo: pesada de todos los ganados, que va monitoreando, evoluciones de peso, ganancias animales y eso le permite ajustar para lograr los resultados que obtiene.
“Eso le permite ser un sistema que logra 150 dólares/há. de ingreso de capital con una estructura de costo muy controlada”, resume el equipo de Apeo.
Genética.
José María Campiotti asegura que desde que empezó su proyecto productivo, hace 25 años, el uso de la genética es determinante, en pasturas y en ganado.
“La genética en un predio de alta producción de carne con buenos resultados económicos es una pieza fundamental”, aseguró el Cr. Javier Aznárez Elorza, presidente de Hereford.
Campiotti sostuvo que ha probado varias alternativas, hace cruza en cola de parición, pero destacó que “la carcasa Hereford es inigualable”.