La exportación de carne ovina a Brasil se está desinflando día a día, comentó Álvaro Barragán.
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El integrante de Drasvel S.A. dijo que se están pagando las dificultades que Brasil está teniendo a nivel económico e institucional. “Es un problema serio que repercute en los precios, ya que nos vemos obligados a bajar los valores porque los costos nos están matando”, indicó.
“Nosotros vendemos distintos cortes, pero la presión de bajar los precios es importante, la inflación ha hecho que la clase media se quede sin dinero y se ven obligados a abaratar las compras con carne de cerdo o pollo que es más en cuenta”, explicó.
A nivel interno los precios también están marcando bajas. “Estábamos comprando corderos a US$ 3,90 o US$ 4 y hoy estamos en el entorno de los US$ 3,20 y US$ 3,30 que es lo que se va colocando”. La oveja experimenta una situación similar, llegó a estar con precios por arriba de los 3 dólares y ahora “estamos comprando a US$ 2,80 o US$ 2,75”.
Con respecto a la oferta, Barragán comentó que la gente está vendedora ya que los precios todavía no son malos, si se comparan con el precio del vacuno, el ovino está por encima.