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Oveja resiliente: rubro ovino sigue tirando sin aflojar

Jornada del Secretariado Uruguayo de la Lana en el CIEDAG dejó en claro que la oveja no la tiene fácil, pero son más las de ganar que las de perder

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En 2021 hubo una alta tasa de extracción (faena) y una gran señalada.
Manuela García Pintos

"Sin pereza para cultivar lo nuestro, sin egoísmo para promover lo del prójimo”. Cuántas veces habremos leído esa frase en la fachada del Ciedag. Lo curioso es que esa, como tantas otras, llevan en las paredes hace unos 50 años. Es decir, hace 50 años que se viene promoviendo el cuidado de la tierra, el respeto al trabajo y la promoción del bienestar animal. Porque a un productor no hay que enseñarle a honrar el trabajo y sus frutos. Eso es algo que se hereda, que está en el ADN. Nunca se tuvo que marketinear a la producción sustentable uruguaya. Durante años pasó por desapercibida, pero las paredes evidencian que siempre estuvo presente. Hoy es lo que vende en el mundo y por eso tenemos que demostrarlo.

En el Centro de Investigación Experimental Dr. Alejandro Gallinal (CIEDAG), en Cerro Colorado (Florida) se llevó a cabo la tradicional jornada (nuevamente presencial) del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) con la prensa agropecuaria.

En ella, entre otras cosas, se realizó un balance de año. ¿Qué le pasó al rubro ovino en este 2021? En primer lugar, el Covid-19 siguió marcando el ritmo, pero además se sumaron otros impactos al comercio (sobre todo en la logística).

Hubo una buena demanda por lanas finas que fue muy escasa en el caso de las lanas medias y gruesas. Sin embargo, compensó la carne ovina con una alta demanda, sobre todo, de China.

En el caso de las majadas, el clima fue favorable desde el punto de vista sanitario.

En 2021 se dio una alta tasa de extracción, fundamentalmente por la faena y muy buenas tasas de señalada.

Frente a este panorama, el SUL debió afinar la puntería, dado que el principal ingreso de la institución se basa en las exportaciones de lana y eso desafió al equipo.

El gerente del SUL, Romeo Volonté, informó que en 2021 se potenció el trabajo en investigación aplicada, en transferencia de tecnología validada (estando en la cancha y apoyando los procesos), capacitando a los distintos demandantes, brindando servicios de calidad, promoviendo al rubro ovino, dando apoyo y una mirada de largo plazo, trabajando en el levantamiento de las limitantes con una fuerte articulación interinstitucional y de cadenas y, sobre todo, fortaleciendo al equipo.

Volonté enumeró algunos de los hitos alcanzados por el SUL este año, en donde mucho recae sobre lo que se hace en el Ciedag, en Florida; y en el Cicoma, en Salto, pero entre ellos nombró la firma de un FPTA “Sostenibilidad del ovino en sistemas mixtos” y el reciente acuerdo “Cordero esteño”, una articulación de la cadena para que el rubro se desarrolle.

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Romeo Volonté, gerente del SUL
Manuela García Pintos

También mencionó que “Uruguay no puede dejar de lado la idea de sacarse de arriba la mosca de la bichera, porque hay muchos países que ya lo lograron” e instó a adaptarnos a las condiciones del mercado, como cuidado del medioambiente y bienestar animal.

No dejó de recordar que fue un año de grandes pérdidas, como la de Nicolás Uriarte, un “hincha de la oveja e impulsor del rubro”; y la de Gabriel Couto, “un alma mater que estaría cinchando”.

Luces y sombras. Miguel Sanguinetti, presidente del SUL hizo referencia a que el rubro vivió dos años muy difíciles “en todos los sentidos”, pero más enfocado en el sector de las lanas medias y gruesas.

“Esos productores han sufrido mucho, porque tener que hacer la esquila y durante dos o tres años seguidos no poder comercializar la lana, o venderla a precios muy bajos, creo que no es lindo para nadie, y en ninguna producción”, dijo.

En lanas finas, por el contrario, fue un año (casi dos) muy bueno. “Eso ha sido muy bueno, porque hemos logrado que se conozcan las lanas finas uruguayas. Muchas veces han salido a Italia o Alemana lanas sucias que se han visto con muy buenos ojos y eso no es menor”, señaló.

En otro orden, mencionó que en carne la mitad de 2021 fue muy bueno y ayudó al rubro a compensar a los productores con lanas medias y gruesas. “Ellos han podido compensar un poco la no venta de lana y eso no es menor. Ha hecho que terminemos el año con el ánimo muy arriba”, indicó.

Mosca de la bichera. Sobre el proyecto de erradicación de la mosca de la bichera, Sanguinetti explicó a El País que lo siente “muy propio” al tema y que desde un primer momento le puso el foco porque es algo que nunca se pudo concretar y mucha gente trabajó en el tema. Hizo especial hincapié en que el ex ministro de Ganadería, Carlos María Uriarte, trabajó “muy enfocado” y habían reuniones “prácticamente semanales”.

“El foco firme, la mirada clara a dónde se quería llegar. Fue un grupo de trabajo muy bueno”, dijo.

Tanto que el proyecto quedó terminado y se supo lo que cuesta: se habla de 40 o 45 millones dólares y que, una vez finalizado, va a costar 5 millones por año. “El costo de la bichera son 45 millones de dólares: el negocio mejor no puede ser”, indicó.

Sin embargo, Sanguinetti opinó que con el nuevo ministro, Fernando Mattos, se han sentido un poco relegados en el tema. “Nos dijo de primera mano que no es así. Nos hemos sentido de lado porque no se nos convocó nunca a trabajar. Eso ha hecho que tengamos alguna diferencia, pero siempre vamos a estar del lado de lograr los objetivos”, explicó.

En tanto, comentó que “no les gusta” que el proyecto gire en la órbita del Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca y que si bien los productores se han comprometido a financiarlo, pidió saber “qué tipo de proyecto vamos a pagar”.

“En esas diferencias hay que encontrar lo que nos une. El camino es que en Uruguay se erradique la bichera”, señaló.

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Miguel Sanguinetti, presidente del SUL
Manuela García Pintos

Hay experiencias que demuestran que es posible erradicar el parásito. Décadas atrás se realizaron ensayos en el norte del país, utilizando moscas estériles soltadas por avión, que lograron bajar la población del insecto y controlarlo. A eso se suman otros estudios que demuestran que hay barreras naturales que ayudarían al control y posterior erradicación.

En 2020, a instancias del SUL se conformó una comisión técnica donde participó el Instituto Plan Agropecuario, el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria y el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, generándose el proyecto: “Estudio epidemiológico de las miasis cutáneas a Cochliomyia hominivorax en Uruguay”. Ese proyecto aportó mucho.

Cuarentenario. Sanguinetti informó que el paso de frontera de Artigas para exportar ovinos en pie a Brasil “está funcionando”, pero que “no ha sido necesario, hasta ahora, usarlo”.

“Todo lo que es producción para carne ha tenido demanda. Sabemos que diciembre es un mes difícil para colocar a los ovinos, pero quizás se pueda armar un negocio para que salga y se pueda utilizar, pero el cuarentenario está en funcionamiento”, aseguró.

Faena. La carne ovina uruguaya continúa recibiendo precios históricos. Una faena récord, que venía siendo impulsada por la demanda desde China, hoy con menor aceleración, fue la que hizo subir los precios y marco un aumento en los primeros 9 meses del año de 376 mil cabezas más respecto a igual período del año anterior y 409 mil cuando se compara con 2019. En el período mencionado, Uruguay tiene la faena más alta -en este rubro- que se haya registrado desde 2014 y supera todos los ovinos faenados en 2019, según un análisis de la Gerencia de Información del Instituto Nacional de Carnes (INAC).

El elevado nivel de faena ovina fue un tema que mantuvo en vilo al presidente del SUL durante todo el año. “Cuando vimos 350 mil ovejas faenadas nos preocupaba, pero como todas sus cosas tiene lo bueno y lo malo”, dijo.

Señaló que hubo una muy buena señal el año pasado y que la actual es también prometedora y podría compensar la alta faena.

“El productor mira que en vez de mandar a faena una oveja, es más negocio producir un cordero. Eso se está viendo claramente y está haciendo que el productor empiece a retener”, dijo.

Hizo referencia a que hace tres o cuatro meses que la faena de vientres viene en declive y aumenta la de capones y corderos. “Fue una luz amarilla que se prendió, pero ahora nos preocupa menos”, aseguró.

Carne ovina “siempre” tendrá demanda

El 2021 ha sido un año muy bueno para el comercio la carne ovina. Jorge Bonino Morlán, asesor privado del rubro ovino, explicó que Uruguay en el Mercosur está “sumamente avanzado” en la producción de carne ovina por la tecnología que tiene, por la cultura ovina del productor, por su genética y por la parte sanitaria y la nutricional.

“Tenemos todas las armas. Está todo generado. Tenemos que armar el sistema de producción. Instrumentar las herramientas y salir al mundo. Pensar qué raza es mejor atrasa”, aseguró.

Dentro de las limitantes macro del rubro está presente la falta de oferta. Si bien China tiene “una demanda agresiva” por todas las carnes, “la carne ovina siempre tuvo buena demanda”.

Por otro lado, sostuvo que “no nos podemos comparar con Nueva Zelanda” porque el país tiene otra realidad: tiene volumen, vive de eso, tiene clima, producción. “Tenemos que mirarlo porque hay que sacar experiencias, pero no podemos ponernos a esa altura. Tendríamos que priorizarnos, ver a dónde apuntamos”, indicó.

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Jorge Bonino Morlán
Manuela García Pintos

En ese sentido, Bonino instó a tener más oferta, porque está convencido de que “se puede”. “Hay uruguayos que lo hacen. Buscar mayor demanda para conseguir los precios. Tenemos poca oferta pero de buena calidad. Un producto inocuo y seguro de un país seguro por su estatus sanitario, que es reconocido su labor en bienestar animal”, insistió.

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