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Parecido no es lo mismo...

En el mundo nos comparan, y hasta nos confunden en muchos aspectos, con los argentinos. Pero en materia política hay un punto en el que no nos parecemos: en la valoración hacia la separación del concepto de Estado y gobierno.

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Un argentino, un hermano… ¿Se acuerda de la promoción que realizó el gobierno uruguayo cuando el río separaba, en vez de unir a ambos países? Eran momentos en los que Néstor Kirchner se hacía fuerte en Argentina y acá el gobierno del Frente Amplio trataba de “disimular” las diferencias que obviamente existían, incluso con piquetes en las cabeceras de los puentes, entorpeciendo la libre circulación y provocando notorios daños a la economía de este lado…

Después, ya con la presidente Cristina al mando de “la Argentina” (sí, cuando fue definida como “esta vieja es peor que el tuerto…”, por su gobierno “amigo” de este lado), hasta se llegó a inaugurar, en una fastuosa fiesta de celebración, un tren (“de los pueblos libres”), que nos uniría más allá del río… ¿Ud. llegó a subirse a esos vagones? Yo juro que no… Bah, nadie en realidad, porque fue una de las tantas bombas de humo…

Más acá en el tiempo, ahora ya con la administración Fernández al mando del otro lado del río (tómelo como el presidente, o la vice, que es lo mismo), en los momentos más cruciales de la pandemia mundial, nos llegaron a ofrecer las benditas vacunas. Se auto denominaban algo así como una sucursal de Rusia en la región y nos ofrecían “salvarnos”. ¿Se acuerda que hasta hubo alguien que rogó que Alberto “nos adoptara”? Bueno, por suerte no lo hizo, tampoco esa persona después se manifestó más. Es que también fue humo. El gobierno uruguayo fue mucho más expeditivo, y trasparente, en la solución del problema en algo que ya nadie discute, salvo los obtusos de siempre.

Si hablamos de la agropecuaria, en el otrora reconocido como “granero del mundo” y como el país de la “mejor carne natural”, hoy, entre retenciones y brecha cambiaria, sumado a la “grieta” gobierno/campo, han desmotivado al sector productivo del país vecino. Todo lo contrario al momento que destacan los integrantes del sector más influyente de la economía uruguaya con señales claras del gobierno buscando la apertura al mundo y generando mejores condiciones comerciales imprescindibles para un país netamente agropecuario.

El avance de las negociaciones con China para la firma de un Tratado de Libre Comercio, o la reciente apertura de ese mercado fundamental para el sorgo, mismo la exportación esta semana que pasó de 13.000 Angus en pie; además de otras negociaciones avanzadas, son ejemplos claros de una línea de acción del gobierno uruguayo dando el marco.

Por todo esto, independientemente que con los argentinos somos parecidos en muchos aspectos, (basta andar de viaje por cualquier parte del mundo para comprobar la similitud en la manera de hablar, de ser y hasta de vestir), por suerte, hay cosas que nos diferencian claramente.

Un punto clave es que en Uruguay valoramos la diferencia entre Estado y gobierno. Y está bueno.

Repasemos lo ocurrido en la reciente Expo Palermo, organizada por la Sociedad Rural Argentina, que fue una demostración en tiempos de turbulencias para el sector, de la fortaleza del agro negocio de aquel país. Una vez más, y no es la primera vez que sucede, el gobierno central ignoró la muestra de principio a fin. Un hecho incluso plasmado en el discurso de cierre de Nicolás Pino cargado de críticas y reclamos. Sí estuvieron varios referentes de la oposición, así como jerarcas del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Y acá el contraste.

En las últimas dos ediciones de la Expo Prado, el presidente Luis Lacalle Pou prácticamente instaló el gabinete del gobierno en la muestra organizada por la Asociación Rural del Uruguay. Es más, las declaraciones tanto del primer mandatario, así como del ministro Mattos o del Sub Secretario Buffa, no hacen más que ratificar un día tras otro el compromiso con el campo. Pero esto, que hoy es reconocido y valorado por los productores agropecuarios uruguayos, aunque en menor medida también se daba en las administraciones del Frente Amplio. Si bien el presidente Vázquez en sus dos períodos fue sólo a un acto oficial de Expo Prado, sí lo hizo Mujica, lo mismo que todos los ministros del MGAP de los gobiernos de izquierda.

Porque no se concibe una Expo Prado, vidriera del agro negocio nacional, sin presencia del Estado. Eso no sólo hay que valorarlo, sino también cuidarlo ya que representa un capital fundamental para el sector que se siente reconocido como pieza fundamental de la economía del país.

Por eso, aunque tenemos muchas cosas que nos identifican con los argentinos, nunca tan bien aplicada la frase que parecido, no es lo mismo...

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