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Lo que “País de Guasqueros 2023” nos dejó...

Por Milagros Herrera, [email protected]

Milagros Herrera

Era última hora de la tarde, llovía torrencialmente aquel domingo, las chapas del techo sonaban fuerte al ritmo de la lluvia. La charla era amena y variada. Desde técnicas de costura con tientos, pasando por recetas para preparar los cueros, hasta la lectura de los horóscopos. Cada poco alguna carcajada y chiste alusivo a la persona del signo que correspondía la lectura.

De fondo, sonaba Santiago Chalar.

En los rostros de los que estábamos reunidos podía verse alegría y cansancio. Todos querían volver a sus pagos a descansar. Volver a casa, ver a las familias, pero, a la vez, se sentían nostalgia por lo que estaba a punto de terminar.

Fueron tan solo 4 días, donde cada uno aportó lo suyo. Donde 25 personas de distintas edades, departamentos, trabajos o estudios, incluso nacionalidades o pelos políticos dejaron solamente aflorar su arte y sus virtudes humanas. Y yo solo pienso: qué privilegio vivir esto.

Allí estaba el hombre sencillo y campero, Altamir Sosa. Llegó desde Cerro Largo dejando tras él, su casa inundada por las últimas lluvias. Con esa mezcla de resignación y aceptación de la naturaleza, propia del paisano, nunca dejó entrever una sombra de lo sucedido. Junto a él, Anthony Suárez vino desde Rocha trayendo la alegría y el entusiasmo propio de su juventud.

Antonio Larrosa, trajo la experiencia y excelencia de sus trabajos. Sensible y humano, se emocionó más de una vez recordando a su padre Don Lides Larrosa, quien le obsequió la argolla que formó parte de la manea, pieza que fue la mejor del concurso.

Fue justamente Antonio quien trajo a Carlos Suárez, quien supo ser taximetrista en la gran ciudad de Buenos Aires, y hoy es feliz viviendo en Minas, haciendo tan bien lo que le gusta y que le valió el primer premio en tiento fino. Carlos, nos recordó la importancia de saber ir tras lo que uno quiere en el momento adecuado y, sobre todo, valorarlo.

Daniel Beltrán, aportó su don de gente. Su estilo bien rural, digno y humilde del que no necesita aparentar porque sabe muy bien quien es.

Facundo Maradei nos recordó a todos lo que es ser joven y apasionado por lo que a uno le gusta. Siempre con un tiento y una lezna en la mano, sin dejar un minuto de trabajar en distintas piezas.

Fátima Fernández fue el ejemplo vivo de la evolución del guasquero. Joven, linda, simpática y habilidosa.

Guillermo Cedrani, acompañado de su Señora e hijo “tientito”, aportaron un año más la calidez de la familia, y del apoyo mutuo.

Hugo Larrama fue la alegría, con su sonrisa permanente, siempre contento y ocurrente. Nos recordó que es en momentos comunes que se encuentra el disfrute de la vida. Pero, también es necesario la calma que vino de Jonathan Goncalves. Hombre sereno, amable, responsable y aplicado en todas sus cosas, quien nos regalo en su mirada la tranquilidad en los momentos necesarios.

También llegó Lucas Boggio, el joven de 18 años futuro Ingeniero Agrónomo, para decirnos que sin importar la edad, lo importante es saber lo que uno quiere y esforzarse para lograrlo. Y si, es posible, por algo fue el ganador del premio Revelación.

Christian Obiedo, aquel guasquero que se crió en Montevideo en el barrio Pocitos, pero al cual nunca le gustó la capital, nos mostró que uno es, de donde siente ser, y allí estaba entreverado como un paisano más.

Luis Cardozo, más conocido como “Beto”, una leyenda en lo que tiene que ver con herramientas de guasquería. Hombre de bajo perfil, que sin alardes nos explicó, por ejemplo, la importancia de una buena lezna para trabajar. Tan importante como ser buen observador, Marcos Acevedo, el joven sanducero, quien comenzó con el oficio admirando las pilchas de los participantes en “El encuentro con el Patriarca”. Seguramente estos días andará por La Meseta entreverado entre miles de caballos y paisanos. Ahora, bien empilchado. Aunque no es excluyente ser tradicionalista porque también estaba Milton Márquez, aquel chofer de médico de radio, que comenzó con el oficio ya grande y que nos ayudó a romper el hielo. Seguramente por sus muchas experiencias en el trato con la gente, logró acortar distancias y a generar confianza.

Pablo Reyes, más conocido como “el loco del retazo” cumplió con su apodo y nunca dejó de tener un retazo de cuero en sus manos. Haciéndole honor a su abuelo quien lo apodó de esta manera y recordándonos a todos el valor de nuestros mayores. Hablando de valores, Andrea Camargo volvió un año más desde Rivera, ella es el alma de País de Guasqueros. Siempre positiva, siempre dispuesta a ayudar y escuchar a todos como una madre. Fue quien cobijo a Santiago Vera, el más joven en la primera edición de País de Gusqueros. Hoy, cuatro años más tarde sigue siendo el mimado de muchos. Ojalá sean muchos más los jóvenes que sigan creciendo junto al evento.

Pablo Rigali, le dio brillo a la exposición con sus excelentes trabajos en platería criolla. Pablo es de los pocos plateros-guasqueros que hay en nuestro país manteniendo este arte que es tan antiguo como las piezas que nos ofrece Mauricio Rocha. Estribos, cuchillos, bombillas, hebillas e infinidad de piezas más, a través de las cuales Mauricio nos muestra la historia viva y comparte sus saberes sobre el origen y la importancia de cada pieza, de colección.

Heriberto Placeres completa este grupo, gran forjador de cuchillos, nos maravilló una vez más con su demostración de forja y consejos sobre el afilado del cuchillo. Más conocido como el Negro junto a Piky su mujer, nos contagian de solidaridad, empuje, y alegría.

Jurados.

Marcelo Gallone, llegó hace ya cuatro años a País de Guasqueros, como parte fundamental de la organización y primer jurado. Hombre conocedor de nuestro arte y si existe el termino, un “guasquero de ley”. Mario Gaucho Padula fue el segundo jurado, vino desde Treinta y Tres, y trajo la experiencia del hombre de campo.

Desde Argentina invitamos a nuestro tercer jurado, Pablo Lozano, uno de los mejores guasqueros de aquellas tierras para que nos deje su conocimiento infinito.

Por último y fundamental, Clementina Sartori. Creo que nunca se ajustó mejor el dicho de que “lo bueno viene el frasco chico”, incansable socia, amiga y apasionada por la guasquería.

Como les contaba, 4 días fueron suficientes para el reencuentro con los participantes de la primera edición y también para conocer e incorporar a los nuevos.

Pasaron muchas cosas desde la noche del miércoles cuando comenzaron a llegar los primeros guasqueros desde distintos puntos del país. Cada momento fue importante. La entrega de premios con la presencia del Presidente de la República, Luis Lacalle Pou, del Presidente del Banco República Salvador Ferrer, quien nos acompaña y recorre la exposición permanentemente, del encargado de Gestión Territorial en la Dirección Nacional de Cultura, Juan Carlos Barreto y por supuesto del Director de exposiciones Rafael Ferber.

Hubo también, momentos de aprendizaje entre los más experimentados y los menos. Momentos de compartir asado entre todos y por supuesto el momento de la despedida aquella tarde-noche lluviosa de domingo. Despedida donde todos nos comprometimos a volver en el 2024, cuando volvamos a mostrar que somos un “País de Guasqueros”.

Agradecimientos.

Como siempre es fundamental el apoyo de firmas amigas como Banco República, Rurales el País, Radio Rural, Escritorio Zambrano & Cía., Lage y Cía. EFKA Paso de los Toros, Da Silva Agroinmuebles Rurales, Esc Ramiro Sierra, Daniel Saravia Jorge, Costumbres Uruguayas, Meatboss, Leñeria Carrasco, Imprenta PAM, Mundo Ecuestre.

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