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Elecciones y pandemia: ¿Qué pasa con las Cuotas?

El negocio de la carne nunca pierde su dinámica, el sector uruguayo mira con atención a los EEUU y a la UE para ver cómo se presentan las oportunidades de comercialización, en especial apalancados por las cuotas cárnicas.

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Martín Olaverry

Valor Agregado I Portal Rurales El País.

Las cuotas cárnicas de Uruguay siguen siendo un tópico de mucha discusión en los diferentes ámbitos de representación para el complejo cárnico, es que son negocios que han dinamizado la producción ganadera, han permitido una valorización de los cortes finos y, recientemente en el caso de Estados Unidos, ha sido de gran apoyo para sobrepasar un primer semestre del año cargado de dificultades por el impacto directo de la pandemia.

Comenzando por el final, las elecciones en Estados Unidos y el acercamiento de Joe Biden al poder, en lo inmediato, eliminan las expectativas de la producción uruguaya de un incremento del volumen cárnico en el contingente de 20 mil toneladas sin aranceles, dado que fuera del cupo el país debe pagar un 26,4% de aranceles y el negocio se torna muy finito; siendo una posibilidad para un número escaso de jugadores que operan directamente en el mercado de consumo norteamericano para cortes de alto valor.

La opción de aumentar el volumen estaba en los papeles del Embajador estadounidense en Uruguay. “Me motiva saber que Estados Unidos es el mayor comprador de cortes premium y de alta calidad”, dijo Kenneth George en una reunión que mantuvo en junio de este año con los Presidentes de los gremios de la industria frigorífica, y agregó: “Es mi deseo explorar qué posibilidades hay de ampliar este importante nicho de mercado en los Estados Unidos”.

Además, se barajaba un financiamiento para impulsar el proyecto de erradicación de la mosca de la bichera.

A pesar de sus variaciones, Estados Unidos es un mercado tradicional para la carne bovina uruguaya. Por más que los mayores volúmenes colocados en ese destino se concentraron entre 2003 y 2008, hoy es el segundo mayor comprador del producto y en el primer semestre del año, cuando muchos mercados se paralizaron a causa de la pandemia, supo, en conjunto con Canadá, hacer traccionar las ventas de Uruguay con buenos negocios realizados por dentro y fuera de la cuota.

Entre enero y octubre, el Nafta representa el 26% de la demanda uruguaya de carne vacuna, cuando el año pasado significó el 16%. Mientras en mercados relevantes, como China y la Unión Europea, se experimentó una retracción en porcentajes importantes, Estados Unidos aumentó un 15,4% sus compras y Canadá un 140%, con 65.222 y 19.336 toneladas peso carcasa, respectivamente.

En otras cuotas, la fuerza de la 481 en Europa se ha ido apagando a causa de los ritmos exportadores de todos los participantes que implicaba pensar, cada vez más, en ventanas más cortas. Además, la determinación de que Estados Unidos alcance en exclusividad un alto porcentaje del contingente hizo que el atractivo sea menor y los feedloteros y exportadores piensen en otras alternativas, como bajar la estadía de los animales en los campos previo a la faena para exportar a China o pensar en una modificación del protocolo Hilton, para que la denominación pase de animales alimentados exclusivamente a campo a preferentemente a campo.

La última propuesta, que ha ganado y perdido fuerza en varios momentos de los últimos años, ha generado malestar en ganaderos e industriales; a tal punto que el sector frigorífico quitó a su representante del ámbito de coordinación multi institucional Pro Carnes.

Si bien la industria afirma que hay estudios que indican sería más redituable para el país incluir cierta terminación granos en la denominación de la Cuota Hilton, el vocal de los productores, Emilio Mangarelli, sostuvo en Valor Agregado en Radio Carve que el cupo debería seguir siendo exclusivamente terminado a pasto. “No hay punto de discusión para los productores”, dijo y argumentó diciendo que el 80% de los animales que se faenan son a pasto: “Hay otro tipo de cuotas para otro tipo de ganados terminados a grano”.

Mientras tanto, la Unión Europea no muestra señales de recuperación de la demanda tras el impacto de la segunda ola de covid, que obligó a cerrar varias ciudades de la comunidad.

En lo local, el mercado de haciendas presenta una mayor oferta de ganado terminado para faena y los frigoríficos se encuentran en una mejor posición de compra con entradas a planta que van de 15 a 20 días. En la última semana las referencias del novillo oscilaron los US$ 3,14 por kilo carcasa, las vaquillonas entre US$ 3,05 a US$ 3,10 y las vacas entre US$ 2,85 y US$ 2,95 en cuarta balanza.

La brecha regional de precios para el macho a faena mantiene la tendencia de ajuste, a tal punto que en San Pablo la cotización sobrepasó la cotización uruguaya. Mientras que en el promedio de los estados exportadores de Brasil el valor se ubica en US$ 3 a la carne. Argentina sigue con el precio más bajo del Mercosur con US$ 2,80 y el macho en Paraguay se continúa valorizando y llegó a US$ 2,95.

 

Pablo Mestre
Pablo Mestre

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