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El negocio de la carne es muy dinámico

En momentos de dificultades para el negocio de la carne, la producción y los exportadores buscan alternativas para convertir en oportunidades. Mientras tanto, contemplan con cautela cada uno de los movimientos de los mercados y de sus principales competidores.

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Martín Olaverry.

Valor Agregado I Portal Rurales El País.

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La producción ganadera, a diferencia de otros rubros como la soja o el maíz, se caracteriza por ciclos de mediano a largo plazo, pero todos tienen en común su dinamismo y las rápidas alteraciones, positivas o negativas, que puede sufrir con noticias que surgen minuto a minuto.

En un mundo donde se acortaron las distancias y, en el caso de la información, se perdieron los tiempos, el mercado se volvió muy volátil. Y con una pandemia de por medio, lo único que no se encuentran son certezas en medio de la incertidumbre.

En el caso de la carne China nuestro principal mercado se empezó a acostumbrar a las renegociaciones, algo que no genera tranquilidad al sector exportador, y se afirmó en el problema sanitario para regular los precios que se habían disparado a finales del año pasado por la presente necesidad de proteína animal a causa de la peste porcina.

Entre enero y junio, Uruguay colocó en el país asiático 97.085 toneladas de carne peso carcasa, una reducción del 36,2% en comparación al mismo periodo del año pasado. Mientras tanto, Brasil y Argentina, favorecidos por una fuerte devaluación de sus monedas frente al dólar, mejoraron su performance en China. A tal punto que Brasil volvió a romper un récord exportador en mayo, y el USDA proyectó para ambos países fronterizos porcentajes históricos de exportación a todos sus destinos cárnicos, pero coinciden en tener a China como principal comprador.

Desde el sector industrial uruguayo se ha manifestado que la caída en las exportaciones no se debe a la demanda de carne, sino a la falta de competitividad del país, entre varios factores por los altos precios de la materia prima. Uruguay se mantiene con el novillo más caro de la región con una cotización de US$ 3,40 por kilo carcasa. En Brasil, en los estados exportadores tiene una referencia de US$ 2,53 y en Argentina de US$ 2,83.

En cuanto a la demanda de China, el USDA, en el mismo informe, estimó un aumento de la importación de todas las carnes de 3 millones de toneladas en 2020. Pasaría de 5 a 8 millones de toneladas. Siendo el destino para el 29% de la carne vacuna que se comercialice en el mundo.

De todas maneras, la suspensión temporal de China a un número importante de plantas frigoríficas en Brasil y Argentina por casos positivos de Coronavirus, podría abrir una ventana de oportunidades para Uruguay, y más si se considera el control de la pandemia en el país.

Sumado a eso, la medida del gobierno chino de aumentar los aranceles a las importaciones de carne vacuna de Australia, del 4,8% a 12% para lo que resta del año, favorece a la posición exportadora de Uruguay.

En cuanto al resto de los mercados, los exportadores encontraron en América del Norte una buena opción de venta. Es que Estados Unidos, por ejemplo, sufrió el cierre de varias industrias frigoríficas a causa de la pandemia de Coronavirus y eso motivó al USDA a corregir a la baja un 1% las expectativas mundiales de producción de carne.

En los primeros seis meses del año la exportación de carne uruguaya a Estados Unidos sumó 41.330 toneladas peso carcasa (+ 10) y a Canadá totalizó 15.740 toneladas (+ 119,7%).

Mientras tanto, los envíos la Unión Europea bajaron 28,9% hasta las 17.696 toneladas y a Israel cayeron 11,7% a 4.445 toneladas.

Europa. Con un lento retorno a la nueva normalidad después de una enormidad de casos activos de Coronavirus, la demanda de carne está empezando a tomar su ritmo, pero lejos de la estabilidad. Argentina ha anunciado negocios de Hilton cercanos a los US$ 12 mil por tonelada, cuando en plena crisis sanitaria europea los negocios estaban frenados y en su intento de recuperación el precio no superó los US$ 9 mil. En el caso de Uruguay, la pandemia impidió, por primera vez en la historia, que se complete la Cuota Hilton; y para el primer trimestre de la Cuota 481, que empezó el pasado 1 de julio, se embarcaron menos de 1.000 toneladas.

En agosto inicia una nueva ventana para la Cuota 481, pero los operadores del mercado están perdiendo el entusiasmo por el negocio, cuando supo ser la herramienta que potenció la ganadería a corral, debido a la reducción del contingente a pedido de Estados Unidos para alcanzar un cupo exclusivo. Para este periodo la mayoría de los negocios se hicieron sin fijar un precio al momento de encerrar. Se acordó en muchos casos la referencia de INAC o ACG más un porcentaje de sobreprecio.

Mientras tanto, los exportadores buscan alternativas para cortes de alto valor comercial. Se mantienen constantes los envíos a Japón y en el último trimestre asomó China con la compra de 250 toneladas. A pesar que no se acercan a los volúmenes que requieren los mercados tradicionales, son opciones que se están barajando.

En la última semana representantes de la Mesa Nacional de Alimentación a Corral se reunieron con el Ministro de Ganadería, y conversaron de temas que hoy están sobre la mesa de la Junta del Instituto Nacional de Carnes: se planteó la necesidad de analizar el protocolo con China y la Unión Europea (Hilton).

Con el país asiático se pretende reducir el tiempo mínimo de estadía de los animales en los establecimientos previo a la faena, actualmente de 90 días, para dar sentido a los negocios de cortos periodos, tanto para los corrales de engorde como los productores de campo.

En el caso de Europa, algunos sectores de la cadena de la carne han solicitado que se estudie la modificación del protocolo Hilton para incluir en la exportación de carne a los animales preferentemente terminados a pasto. Actualmente el cupo tiene una denominación de animales alimentados exclusivamente a pasto. Con respecto a la Cuota GATT, un contingente de 53 mil toneladas de carne congelada que ofrece la comunidad europea a terceros países, buscan la posibilidad de habilitar la exportación de carne enfriada.

En casa. Las bajas de las exportaciones a todos los mercados implicó una pérdida de facturación de US$ 147 millones para la carne bovina, cifras cercanas a los US$ 222 millones que se dejaron en las fronteras del mundo en todo 2019 por pagos de aranceles. El valor medio de exportación de la tonelada de carne exportada (del 1 enero al 17 de julio) se posicionó en US$ 3.888 peso carcasa y US$ 5.316 peso embarque.

En el último mes el Novillo Tipo se ubicó en US$ 1.122 por cabeza, una mínima reducción del 0,1% frente a mayo. Y el Valor Agregado Industrial bajó US$ 19 por cabeza hasta los US$ 217.

Considerando esto, el Instituto Nacional de Carnes indicó que “el Valor Agregado Industrial en promedio no alcanza a cubrir los costos industriales”. Al mismo tiempo señaló: “Si bien con la caída del precio de la hacienda las relaciones de precios mejoran para la industria, la coyuntura de muy baja actividad de faena hace que los volúmenes de ventas sean igualmente insuficientes para cubrir costos”.

Además, teniendo en cuenta las dificultades o retrasos en el cobro de los créditos del exterior que han existido, tanto en China como en Europa, “complican la liquidez de las empresas y conllevan a aumentar el endeudamiento”.

Aunque las puntualizaciones del INAC son poco alentadoras para el sector industrial, en Uruguay se trabajan inversiones para el desarrollo de la producción de carne para la exportación y el mercado interno, lo que podría indicar un futuro alentador de mediano o largo plazo.

El viernes se conoció la firma de un boleto de reserva por Clademar SA (Frigorífico Florida), acuerdo que se concretaría en 30 días a manos del grupo argentino Esmeralda. En las últimas horas se esperaba el arribo de los inversores que van a cumplir la cuarentena en una chacra ubicada en el departamento de la planta.

Al mismo tiempo, Frigorífico Clay, planta ubicada en Canelones y dedicada al procesamiento de equinos y exportación de carne, prevé iniciar en los próximos meses la faena de bovinos en una playa equipada con tecnología de última generación. Actualmente avanzan en las negociaciones con el Ministerio de Ganadería y en la instalación de las cajas negras. La empresa pretende sacrificar unas 600 cabezas al día.

En el semestre que cerró, todo el complejo industrial procesó 966.541 reses, un 21,3% menos respecto al mismo periodo del 2019. Este volumen es el más bajo desde el año 2003, cuando el país se encaminó a salir de la crisis de la aftosa.

En pie. China también se ha convertido en un destino atractivo para la exportación de animales vivos, tanto de razas carniceras como lecheras. Siempre hablando de vientres. En el caso de la Holando, en 2020 se retomó el camino exportador luego de cinco años, primero con un envío que concretó la firma Di Santi & Romualdo en abril, y después, pocos días más tarde, con otro embarque de AgroSocio.

En la semana se confirmaron dos nuevos negocios de exportación de terneras Holando y Hereford para China en noviembre. Di Santi & Romualdo exportará 3.700 Holando y 700 Hereford. Además, AgroSocio, representante de la firma australiana Austrex para la región, enviará 1.000 terneras Hereford que complementará una carga de vaquillonas Holando.

Lentamente China pasó a ser una alternativa de interés para las exportadores, y en especial una opción más de ventas para los productores de leche que constantemente afinan los números para lograr un margen positivo o la estabilidad del negocio.

Pablo Mestre
Pablo Mestre

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