El tema de la venta de acciones de tres plantas de Marfrig a Minerva en el país ha generado diversas reacciones en el mercado. En momentos que la Comisión de Defensa de la Competencia está estudiando el tema para expedirse, consultamos a 10 ex presidentes de la Asociación Rural del Uruguay y de la Federación Rural para conocer sus puntos de vista. Los mismos, respondieron a estas cuatro preguntas: 1. ¿Qué posición tiene sobre la concreción de la venta de acciones de Marfrig a Minerva en Uruguay? 2. ¿Cómo cree que repercutirá en el mercado local? 3. ¿La exportación en pie es un contrapeso que da garantías al negocio? 4. ¿La decisión sobre la autorización, deberá ser estrictamente técnica, o política finalmente?.
Guzmán Tellechea Otero
Ex presidente de ARU.
1. En ARU tenemos una posición contraria a la concreción de ese negocio, no por un tema de nombre de la empresa, no contra Minerva, ni contra Marfrig, pero entendemos que en el caso de concretarse la compra de tres plantas más de Minerva a Marfrig, sumando la totalidad de siete plantas, con una capacidad de faena realmente muy alta en Uruguay, no sería conveniente. Por la posición dominante, o de concentración demasiado elevada, que tendría una sola firma como demandante, frente a un escenario de oferta de ganados terminados que está muy atomizada. Eso no está bueno. Pero además de la concentración en la demanda, ante cualquier problema financiero, económico, de bolsa, sindical, en una empresa que quedaría con un porcentaje del mercado en el eje del 50%, o muy cercano, y que inclusive podría acelerar en la capacidad de faena y llegar a ser en el entorno de casi un 60%, podría traer consecuencias muy complicadas.
2. La oferta de ganados para industria en Uruguay está en un escenario en el entorno de más de 40.000 productores, y cuando vemos indicadores técnicos de cómo sería esa concentración, en el caso de concretarse esta operativa comercial de estas dos empresas, traería una posición muy dominante, con una altísima concentración. Puede provocar una dominancia del mercado, y eso puede traer aspectos negativos para la formación de precios. No estoy asegurando que eso suceda, pero es una posibilidad mucho más favorable a tomar una posición en la compra de hacienda, teniendo una concentración tan grande y una porción tan grande del mercado, que pueda ser un uso de una formación de precios para mejorar sus intereses económicos.
3. La exportación en pie es una vieja lucha de las gremiales, la ARU fue pionera en el tema de la libre exportación de ganado en pie como una premisa importante en un mercado libre. Que fuera un seguro para los productores de que no se generaran embudos en la comercialización. Es una muy buena herramienta, pero en el caso del ganado gordo no lo vemos como suficiente. La exportación de ganado en pie tendría que estar con libertad, salvo que haya alguna razón de fuerza mayor, que en algún caso puede suceder por alguna anomalía en lo que fuera esa operación. Pero ganados gordos para exportar en pie, no hay muchos mercados que lo puedan absorber de forma que sea un buen negocio. O sea que no creemos que la exportación en pie, aunque sea libre, en el caso de ganados terminados, tenga la misma eficacia que para terneros, novillitos, terneras, o vientres de genética. Ayuda, pero tampoco es que con la exportación en pie solucionaremos este posible problema.
4. La opinión técnica tendría que tener un peso muy importante. Tendría que haber algo de peso para que haya una decisión política que pueda ir en contra. Creo que tiene que ser una decisión política, basada en un informe técnico. O sea, que el informe técnico, que suponemos que va a ser una conclusión después de mucha información, que le va a llegar a la comisión de la competencia de los distintos elaboradores de la cadena, con distintas visiones y distintos intereses, debería ser un muy buen apoyo si hay que tener una decisión política final. Pero obviamente que sí, que se va a precisar la decisión política que avale, o no, la opinión de la técnica.
Carlos María Uriarte Bregante
Ex presidente de Federación Rural.
1. Por más que la acumulación de la demanda no necesariamente signifique un aspecto negativo per se, no creo que el fortalecimiento de una posición dominante en nuestra cadena cárnica de esta magnitud, sea bueno para el país ni para el sector. El comportamiento histórico de la demanda en nuestra cadena cárnica, no ofrece las garantías necesarias como para considerar que esta venta sea positiva para el país.
2. Creo que se expondría a toda la cadena (productores, otras industrias, carniceros, consignatarios, trabajadores y consumidores), a posibles acciones de colusión que serían negativas para ellos.
3. No tenemos la menor duda que lo es, pero no es contrapeso suficiente en los términos que sea ha dado hasta ahora. Es por eso que creemos necesario asegurar la posibilidad de poder exportar ganado gordo en pie.
4. Ni una, ni otra. La decisión no debería ser tomada en base a términos técnicos exclusivamente, debe necesariamente además considerar aspectos políticos que abarquen sus consecuencias sociales, comerciales, laborales y cualquier otra, que tenga que ver con el bienestar de la sociedad.
Ricardo Reilly Arrarte
Ex presidente de ARU.
1. Veo con enorme preocupación el hecho de que la mitad de la capacidad de faena del país se concentre en una sola empresa. Esto podría traer consecuencias graves e irreversibles en el mediano y largo plazo, no sólo para la ganadería y el complejo cárnico, sino para el país en general.
2. Una posición de dominancia de tal porte puede afectar seriamente la libre competencia, especialmente en lo que refiere a la formación de precios de la hacienda. También puede generar otros efectos no deseados, como ser en la venta de carne al público o en materia laboral. Se corre el riesgo de que la transferencia del valor de exportación hacia el precio que recibe el productor pierda transparencia, y por lo tanto dejen de operar con la alta correlación que lo han hecho históricamente. En resumen, es probable que el precio del ganado siempre opere por debajo de los parámetros a los cuales estamos acostumbrados.
3. Es claro que la exportación en pie debe ser libre e irrestricta. Pero la exportación en pie per se, que además en su mayoría involucra categorías jóvenes, es imposible que pueda contrarrestar una asimetría de esta naturaleza.
4. La parte técnica tiene que estar presente, y entiendo que la Coprodec cuenta con todos los elementos como para impedir este negocio. De todas formas, se trata de un tema de relevancia nacional, que abarca distintas aristas, por lo cual entiendo que la decisión final claramente debe ser política. Está en juego el futuro de la ganadería y la producción de carne, con todas las externalidades que el rubro representa para el país.
Martín Uría Shaw
Ex presidente de Federación Rural.
1. La Federación Rural hizo un muy buen trabajo para analizar esta situación llegando a la conclusión que no sería una operación conveniente. La ARU se manifiesta en el mismo sentido. Dos gremiales que defienden el interés del productor y por lo tanto tenemos que acompañar y respaldar esa posición.
2. Opinar sobre el posible valor de la hacienda sería una suposición. Pero lo que sí, con seguridad generaría, es incertidumbre y más desconfianza. Si a la posibilidad que hoy ya tiene la industria con sus corrales de manejar la faena, y por lo tanto la comercialización, le sumamos esta posibilidad, sin dudas hay un cambio estructural muy importante en la forma de comercializar que hoy conocemos. ¿Qué podrá venir después de esto? Esa es la mayor de las incertidumbres.
3. Sin dudas. No solo garantías, da soporte y opción al sector criador.
4. Hay aspectos que escapan a lo estrictamente técnico que en este caso hay que tener en cuenta. Por lo tanto, teniendo en cuenta lo técnico, sin dudas tendrá que tomarse una decisión política inteligente que considere todos los aspectos.
Gonzalo Valdés Requena
Ex presidente de ARU.
1. Es una operación que, si se concretara, sería totalmente negativa para la cadena cárnica del Uruguay. Entiendo que la concentración en una sola empresa de entre 45 y 50% de la faena realmente perjudica, y más cuando el resto de las plantas no son tantas.
2. Repercute negativamente en el precio del ganado gordo, por supuesto, pero esencialmente también esa caída obviamente va a repercutir en toda la cadena: recría, cría y en definitiva terminará afectando tanto a criadores, recriadores e invernadores.
3. La exportación en pie, tiene que ser algo que esté muy vigente, pero no entiendo que sea un contrapeso para mantener el precio del ternero, porque en definitiva, por la cantidad de terneros que se exportan, un máximo que ha pasado de 400.000, sobre 2,5 o 3 millones de la categoría, no juega un papel preponderante y si el mercado interno cae, obviamente se van a acomodar más los precios de exportación al ganado local, que los precios locales a los precios de exportación.
4. La tiene que ser técnica, tan así es que las distintas gremiales están presentando informes técnicos y tienen un buen aval de distintos asesores y expertos en el tema como para explicar por qué tiene que ser por el no a este negocio. Pero también, si uno lo analiza desde el punto de vista político, de concretarse, entiendo que va a tener un impacto electoral muy importante.
Miguel Sanguinetti Gallinal.
Ex presidente de Federación Rural.
1. Tenemos que estar contentos que estamos en un país que vengan inversiones extranjeras, tantos países desearían tener las inversiones de empresas y de todo y que eso sabemos que da trabajo. Ahora, en el caso de este negocio concreto de Minerva, comprándole las tres plantas en Uruguay a Marfrig, va a pasar a tener una condición dominante en el mercado, que sin duda es peligroso por varias puntas: por el precio del ganado y todos sabemos que en Uruguay necesitamos precios, porque es un país muy caro, de costos altísimos y dólar barato, difícil de producir, de trabajar y de exportar, eso lo pagamos todos en la parte productiva. Otro peligro es que un día se le ocurra a Minerva estar 3 o 6 meses sin faena, por cualquier situación y quiero ver qué pasa con la venta de ganado gordo en Uruguay. Se están dando los pasos necesarios, los productores están haciendo lo que corresponde, lo que me deja tranquilo. Después de pasar la parte técnica vendrá la decisión política y no me gustaría tomar esa decisión. Esperemos que sea algo muy pensado, que se pueda lograr algo intermedio y que todos quedemos conformes. Pensemos en alternativas y que el productor reciba el precio de exportación de carne, que se refleje en su bolsillo.
2. Indudablemente que no positivamente para los productores. Cuando Minerva compra el BPU, ahí ya empezó a haber menos competencia y lo que todos por lo menos pensamos, y Dios quiera que no sea así, es que las alternativas de precios un poco más altos en determinados momentos van a ser mucho más bajas. Así que esos picos de precios que a veces tenemos, que nos vienen muy bien, de 6, 7 u 8 meses, no los vamos a tener. Y eso realmente nos preocupa. O sea, no va a ser positivo, y por eso creo que es mejor que no se haga este negocio.
3. La exportación de ganado en pie ha sido un contrapeso y ha incentivado la cría en Uruguay, no tengo dudas. Aparte de los buenos precios del ganado gordo que ha habido en algunos años, el productor criador se ha visto incentivado con un buen precio del ternero, y eso es la exportación de ganado en pie. En el caso de que se termine dando este negocio, hay que facilitar más la exportación de ganado en pie y facilitar la exportación de todas las categorías, que sea fluida la venta de ganado gordo para donde sea. Ahí el productor puede llegar a tener reflejado lo que realmente tiene que recibir por su mercadería. Esas son las cosas que quizás haya que mejorar todavía aún y que sea mucho más libre la exportación de ganado en pie para el que quiera vender, ya sea para los países vecinos o para otros lados, lo puede hacer libremente.
4. La decisión va a terminar siendo mezclada, entre técnica y política. En este caso, en concreto, el final va a ser una decisión política y no me gustaría estar en los que tienen que tomarla. Con todo lo que nos hemos movido los productores, consignatarios y la gente, se está haciendo pensar mucho más esa decisión y no va a ser tomada a la ligera y se va a pensar muy bien antes de hacerlo. Confío plenamente en quien tenga que tomar la decisión, que lo haga lo mejor posible y que sea por el bien de todos.
Gabriel Capurro Álvarez
Ex presidente de ARU.
1. Si se concreta provocaría una mayor concentración en la demanda de ganado para faena lo cual sería malo para la ganadería y para el país.
2. Sería perjudicial para la formación del precio de los ganados. Una sola firma concentraría casi el 50% de la demanda de ganado para faena, en un mercado donde más de 20.000 productores integran la oferta de ganado.
3. La exportación de ganado en pie es un mercado de hacienda de recría y no de ganado gordo y tiene, en el mejor de los casos, un volumen limitado por la capacidad de los barcos. Por lo tanto, no es un contrapeso lo suficientemente importante como para dar garantías al negocio de venta de ganado gordo.
4. Debe haber una opinión técnica pero la decisión sobre la autorización del negocio finalmente es política y podrá tener en cuenta o no la opinión técnica.
Julio Armand Ugón
Ex presidente de Federación Rural.
1. De concretarse, sería para los productores muy mala, quedaríamos 76.000 “Dicose” presas y a depender de los precios de hacienda de una sola empresa. Hay que recordar que la producción ganadera es continua y la industrial puede parar en cualquier momento y con eso puede regular los precios.
2. Esa empresa va a marcar los precios que las otras empresas las van a seguir y lo que precisamos es una competencia justa, que todos juguemos sin ventaja. Quizás es el momento de revisar todo este comercio, ya que hoy sabemos cuánto cuesta faenar un animal, cuánto cuesta comercializarlo, cuánto es la ganancia del frigorífico, los precios de la semana, de lo que se exporta. Todos esos datos los tenemos en INAC y quizás podríamos empezar a pensar en otra forma de comercialización, que sea más directa: que cuando sube en el exterior que suba acá y cuando baja en el exterior que baje acá. Pero acá siempre ocurre que si bien acompaña algo, baja muy rápido y sube muy despacio.
3. Creo que la exportación en pie no solo es muy buena, sino que debería ser más fluida de cualquier categoría, ya sea bovino, ovino o lanar. Con menos trabas y directas, cumpliendo con las normas que nos exigen los mercados, tendría que ser una cosa mucho más fluida y más directa, sin pasar tanto por el Ministerio y que te otorguen un permiso o no.
4. Creo que lo técnico es muy importante, pero acá será netamente política la decisión, que es donde veo más difícil, ya que, en parte, esto va contra toda la libertad comercial y la libre competencia, que todos pensamos que debe ser así. Entonces, por ahí le va a resultar un poco difícil, y veremos, pero creo que hay formas de poder solucionar esto.
Manuel Lussich Torrendell
Ex presidente de ARU.
1. Teniendo en cuenta que, en caso de concretarse, Minerva estaría teniendo alrededor del 50% del mercado, lo que sería seguramente una caída de la necesidad de competir para conseguir ganados para faenar. Esto por lo menos evita pujar y pagar más por lo que sin duda se perjudica al productor.
2. Con un precio menor del ganado.
3. Es una herramienta imprescindible pero primero hay que liberarla totalmente. Sola no parece suficiente. Otro tema a estudiar, que me parece relevante, es el de feedlots en manos de los industriales.
4. A la larga se debería legislar para poder tener criterio técnico para no perjudicar a ninguna de las partes. Al día de hoy, esa legislación no es suficiente y solo con criterio político se puede hacer algo al respecto.
Mónica Silva Etcheverriborda
Ex presidenta de Federación Rural.
1. No se debería concretar, defendiendo el libre mercado.
2. A los efectos de los productores ganaderos negativamente. Sobre todo, para ese sector y además a toda la cadena que de ellos depende en primer lugar. Pero también para la imagen del país, porque estaría condicionado ese mercado.
3. La exportación en pie no es un negocio estable ni firme, tiene muchas condicionantes y además dentro de la exportación, normalmente no está el ganado faena o gordo.
4. Creo que debe ser técnica y política, porque aquí tenemos la ley de promoción y defensa de la competencia que prohibe las concentraciones. Está explícitamente eso dentro de ella y lo que asegura es un libre mercado, una libre competencia para la imagen del país y la libertad de poder negociar.