Volumen de leche cayó y no hay quien capte producción
Foto: Fernando Ponzzeto.
Pablo Antúnez
La cuenca de la Sociedad de Fomento Rural de la Industria Lechera de Salto (Sofrils) se sigue desmembrando y varios productores que remiten a la quesera Indulacsa, propiedad del gigante francés Lactalis, están dispuestos a bajar la cortina, según confirmó a El País Juan Mario Ambrosoni, directivo de la institución.
Semanas atrás el grupo bajó el precio de la leche a sus remitentes argumentando que el mercado internacional del queso está complicado y mostrando poco interés en permanecer produciendo quesos en Uruguay. Incluso en Brasil, el grupo comenzó a importar productos y los está volcando al mercado interno, aprovechando sus marcas.
Según Ambrosoni, Lactalis está pagando hoy $ 7,55 por litro con 3,2 de proteína y 3,6 de grasa contra casi $ 9 de algunas empresas. “En nuestra cuenca es difícil sacar 3,2 de proteína y mucho más en el verano. Son valores bajos de proteína pero en esta cuenca es difícil de llegar”, dijo el directivo de Sofrils.
Los tamberos de Salto sostienen que la política del grupo francés es desestimular para que no haya producción de leche porque no se quiere quedar en Uruguay.
En verano cae la producción de forraje y se complica llegar a esos tenores de proteína. “A los precios de leche que reciben hoy los tamberos que remiten a Lactalis no justifica dar más que afrechillo de arroz para que la vaca no se venga abajo”, dijo tajante Ambrosoni.
Los tamberos de Salto que remiten a la empresa local del grupo francés están entre la espada y la pared. No es fácil cambiarse y remitir sus producciones a otras plantas y las negociaciones que se están realizando con PILI y Calcar para que capten esa leche no muestran avance. Según los productores, el compromiso es sólo de palabra.
Cierre.
“Muchos productores lecheros de Salto tienen una incertidumbre brutal y algunos están pensando en bajar la cortina, porque los litros que están sacando no llegan a cubrir el gasto de luz. Cualquier tambito con tanque de frío tiene una tarifa de UTE mensual que no baja de $ 15.000. Cayó tanto la remisión que no justifica pagar eso de luz”, afirmó Ambrosoni.
Del grupo de tamberos de Sofrils son 29 los que remiten a Indulacsa y otros 30 a Conaprole. Años atrás Sofrils llegó a tener 100 tamberos, pero en los últimos años se cerraron muchos tambos chicos.
Para cualquier empresa láctea es complicado captar el pequeño volumen de leche, porque hay mucho flete de por medio. “En nuestros tambos la remisión cayó 50%, cada vez es menos lo que levanta el camión y tiene más kilómetros de flete, porque la cuenca está muy dispersa”, afirmó el directivo de Sofrils. Argumenta que el camión hace más de 200 kilómetros por día para levantar menos de 10.000 litros de leche.
Como no se pierde la esperanza, los tamberos de Sofrils mantienen expectativa frente a la instalación de una empresa israelí, en Salto, que ya tiene la maquinaria necesaria para producir yogur y su meta es colocar el producto en el mercado israelí. A su vez, la otra opción que tienen para remitir es una quesería que capta 10.000 litros diarios.