La falta de respuesta en la recolección de leche tras el cierre anticipado de la planta 14 de Conaprole en Rivera tuvo un reflejo directo en los tambos. Con los tanques desbordados y sin alternativa de almacenamiento, productores se vieron obligados a volcar la leche.

En un testimonio cargado de impotencia y difundido en video, un tambero relató la situación: “Después de no tener respuestas y esperar dos horas, se va a seguir ordeñando, lamentablemente. No hay respuesta de logística, ni de la empresa. Tanque uno lleno. Tanque dos lleno. Se acabó la capacidad. Hay que aliviar a las vacas, no pueden ser rehenes”.

El productor describió el momento en que, pese a mantener la rutina de ordeñe por el bienestar animal, la leche terminó desechada: “Después de llenar lo que van a guardar lo que van a tomar los pobres guachos, se va la leche para la cuneta, no queda de otra. Los dos tanques llenos, se va a la pileta de captación”.

Con más de dos décadas trabajando en el campo, expresó su frustración: “Hoy nos quedamos, después de 24 años de campo, con una impotencia terrible. Si uno pudiera llevarla al pueblo y regalarla a la gente lo haría, pero no hay cómo transportarla”.

La situación, que calificó como “un chorrito que duele”, refleja el drama silencioso de los productores que, además de enfrentar la incertidumbre por el cierre de la planta, cargan con las pérdidas materiales y emocionales de ver su producción desperdiciada.