Tamberos y analistas coinciden en que el futuro para el sector es promisorio. China incrementa sus compras y mueve el mercado pese al Covid-19.
Pablo Antúnez
La lechería busca levantarse después de tantos golpes. En el mercado internacional de lácteos hay signos alentadores y precios que mejoran, especialmente para productos como leche en polvo. A su vez, las importaciones de China, el gran demandante de lácteos y otros alimentos, crecieron 27,8% en el primer bimestre del año, según un informe de la consultora Economía Láctea que publicó Diario La Nación.
En el período citado anteriormente, las compras de China crecieron en 715.562 toneladas. La consultora, al analizar los productos que más compró China, mostró que adquirió 9% más volumen de leche en polvo, 63% más en leches fluidas y los sueros y derivados tuvieron incrementos de 50% en los volúmenes demandados por el gigante asiático. Por el lado de las leches fluidas, que subieron un 62%, pasaron de 96.341 toneladas en el primer semestre de 2020 a 156.066 toneladas en el primer bimestre de 2021, según remarcó la consultora.
Esta mayor demanda de China es lo que está haciendo subir los precios en el mundo y tanto los tamberos, como los analistas, están pensando que la crisis de precios quedó atrás y el futuro es promisorio.
Optimistas por naturaleza y fieles a su vocación, los tamberos están acostumbrados a las olas, tanto climáticas como de precios, que pretenden ahogar su negocio. La buena noticia es que en la lechería uruguaya, más allá del endeudamiento, siguen las señales de reactivación. “El futuro parece ser más promisorio”, estimó el asesor de la sectorial lechera de Fucrea, Mario Fossatti al analizar el negocio. Los precios por litro están oscilando en un mínimo de US$ 0,25 y llegan a un máximo de US$ 0,33.
El margen de fluctuación es de entre US$ 0,8 y US$ 0,9 por litro. “Ese margen seguirá existiendo, porque es una variabilidad que caracteriza a los mercados internacionales”, admitió Fossatti. En 2014 China salió fuerte a comprar lácteos, haciendo subir los precios, pero un año después los valores se desplomaron.
“Hoy los precios están firmes y se van a mantener firmes, al menos por unos meses, dependiendo un poco de cómo esté la industria que todavía tiene margen de una mejora de precios”, dijo el asesor y productor lechero. Ahora, cuidado, Uruguay exporta alrededor del 65% de los lácteos que produce y el otro 35% se vende en el mercado interno, que hoy debido al Covid-19 está más débil respecto a los años anteriores.
Fossatti reconoció que para poder mantenerse sin bajar la cortina, en estos momentos difíciles, “hubo cambios en el interior de las empresas que siguieron produciendo”, pero más allá de algunos problemas de sequía, “se contó con dos años climáticamente buenos”.
Entre esos cambios que se dieron en lo productivo, el asesor de Fucrea dice que se le otorgó mayor importancia a las pasturas y se usó menor volumen de concentrados. “En los registros de Fucrea se muestra claramente que el gasto en concentrados bajó, pero no cayó la productividad. Eso se explica porque el productor se volcó más hacia el pasto”, afirmó el técnico. Esa medida posibilitó bajar costos en las empresas lecheras y no incrementar el endeudamiento. “Hay un proceso interno en la producción y un proceso externo de estabilidad de precios en torno a los US$ 0,30 centavos de dólar y pinta que estará por encima de ese valor, al menos hasta la primavera”, consideró Fossatti.
Competencia.
En lo interno, otra buena señal es que hay competencia por la leche y salvo Conaprole, el resto de las empresas están captando mayor volumen. Tienen necesidad porque tienen costos fijos y precisan producir más.
Darío Jorcín, productor y asesor de varios tambos en Colonia, también coincidió en que las perspectivas son buenas, pero advirtió que “también hay que ver la evolución del dólar y los costos para lo que es la producción de leche”.
Según su visión, las expectativas tienen que mejorar, pero hoy “estamos todavía con señales de la industria nacional que no reflejan las subas. Uno espera que para la leche de marzo o abril pueda darse un aumento”, porque “los costos subieron”, especialmente concentrados, fertilizantes y granos, así como todos los agro químicos.
Jorcín dijo que analizando los valores internacionales, el precio de leche al productor debería subir bastante. “Esa mejora que se ve en el mercado internacional, en lo interno no se reflejó”. En ese sentido recordó que Conaprole aumentó en noviembre de 2020 y enero de 2021 un 5%. Aún así, “estamos lejos de lo que subió la leche en polvo en el mercado internacional, que tuvo varios subas seguidas, si bien la última fue una baja, luego de los aumentos que había tenido 15 días atrás. Seguramente las próximas ventas al exterior sean a precios mejores y eso hará que la industria vuelque mejores precios al mercado interno”, analizó el productor, reflejando esa expectativa de recibir mejor precio que tienen todos los tamberos.
Con la suba del precio de los granos, la agricultura compite más fuerte con la lechería. “Si bien se precisa un capital en maquinaria y campos que al menos acá en la zona son difíciles de conseguir y las rentas no son nada baratas”, dice Jorcín.
“De todas maneras, los que estamos en el rubro la seguimos peleando, pero tiene que haber una política diferente para el sector”, reclamó.
Entre los cambios productivos que marcó la crisis, el asesor en lechería explicó que en Colonia hubo una fuerte intensificación de las empresas lecheras. “Se probó mucho con los galpones de cama caliente, hubo una inversión importante, para darle confort a las vacas y tener medio ambientalmente una estructura distinta. Hay muchos productores que hicieron techos para las vacas, donde los animales están en ese compostaje que se hace con el estiércol y algún sustrato como pulpa de eucaliptus. Hay como 10 o 12 emprendimientos en la zona que están muy interesantes, pero con estos precios de los granos, pierden un poco de competitividad”, aclaró Jorcín.
Rabobank.
Al igual que los productores, también los consultores coinciden en un futuro mejor para los lácteos en este 2021. La consultora holandesa Rabobank, el consumo mundial debería recuperarse a mitad de año y eso mejorará más los precios de los lácteos. Es por eso que proyectó un aumento moderado de 1,1% en la producción de leche en las siete grandes regiones productoras del mundo. Se crecerá, pero a ritmo menor, porque en 2020 ese ritmo de crecimiento fue de 1,6%.
“La demanda de importaciones de China a corto plazo es elevada, pero se espera que disminuya en la segunda mitad del año. Los altos precios nacionales de la leche están impulsando el interés en expandir la producción nacional de leche, lo que podría reducir las necesidades de importación en el futuro” apuntó Ben Laine, analista de lácteos de Rabobank.
El reporte destacó que el mercado estará dirigido por la demanda en 2021 y no tanto por la oferta, como en años anteriores. Es que en medio de la pandemia de Covid-19 la oferta disponible de leche se ha visto mucho menos afectada que la demanda. Las interrupciones surgieron cuando se registraron cambios significativos en los patrones de consumo. Esos cambios fueron abruptos y marcados al comienzo de la pandemia de Covid-19, con un retorno a la normalidad que debería ser mucho más gradual.
Rabobank estimó que la mayoría de las economías crecerán este año si se compara con lo que sucedió el año anterior. Los expertos de Rabobank estimaron un aumento interanual del 4,5% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial para este 2021, en comparación con una contracción del 3,8% que hubo en 2020.
El impacto de la vacunación generalizada contra el Covid-19 debería sentirse a mediados de año, que será positivo para la actividad económica, dijo la consultora, al analizar el mercado internacional de lácteos y su futuro.
Señales muestran reactivación,
pero hay problemas a resolver.
En 2020 la producción lechera se recuperó notablemente y marcó un nuevo récord, llegando a 2.070 millones de litros remitidos (un crecimiento de 5%), destacó en su columna del suplemento Rurales El País el Ing. Agr. Nicolás Lussich. La modesta reducción de los costos y el permanente empuje de la productividad, por escala y por desempeño de los rodeos, permitió volver a la senda del crecimiento, a pesar de que los precios al productor no avanzaron mayormente (la suba promedio en pesos corrientes fue de 7%). Utilizando datos del Instituto Nacional de la Leche Inale), mostraba que el Índice de Poder de Compra de la leche (una relación entre el precio medio recibido y una canasta de insumos) se mantuvo en 2020 respecto a 2019, aunque aún está lejos del 2014 y años previos. El índice se ubica en 75, cuando promedió 94 en 2014. Los resultados de los establecimientos lecheros de FUCREA, que habían llegado a ingresos de capital de 400 US$/Há entre 2010 y 2014, cayeron a 200 y han tenido una paulatina recuperación hasta llegar a 272 US$/Há en el último ejercicio 2019/2020 (sin costo de capital ni de arrendamiento de campo). Según Inale, el precio por litro, medido en pesos y correspondiente a febrero subió 3,4% respecto al mes anterior y quedó en $ 13,72 por litro. Analizado en dólares subió 2,4% y se posicionó en US$ 0,32. El kilo de sólidos -grasa y proteína- se incrementó 0,8% y llegó a $ 187. Por otro lado, la remisión de leche a planta creció 6% -siempre basado en datos de Inale- se recuperó 5,5% tomando como base febrero 2020 y febrero de 2021. El complejo industrial recibió 137,5 millones de litros. Resulta justo aclarar que el precio recibido por la industria en dólares en enero sufrió un leve descenso, -2%, determinado por un empeoramiento del 2% de los precios recibidos en el mercado interno y una caída del 1% en los de exportación. El precio al productor también fue 2% inferior al de un año atrás. En lo financiero, como señalaba Lussich en su análisis, hay problemas de fondo a resolver: “el sector lácteo venía acumulando un endeudamiento importante y herramientas como el Fogale y el FFAL se han aplicado en los últimos años para ayudar a sobrellevarlo. Pero estos Fondos han generado problemas propios. Fondo de Financiamiento de la Actividad Lechera, va ya por su tercera versión (FFAL III). Es compulsivo (lo pagan los que precisan y los que no) y se financia con una alícuota sobre la producción de leche de todos los remitentes (0,77 centavos / litro). Este flujo respaldó un fideicomiso que sirvió para refinanciar deudas de varios productores por US$ 70 millones, en el cual invirtieron BROU y BBVA (acreedores); pero lo están pagando todos. En el FFAL restan pagarse unos US$ 22 millones (un período de 2 años). Por otra parte, el Fondo de Garantía de la Lechería se constituye con una alícuota de 2,7 $/l sobre la leche consumo. Ya unos 700 productores han recurrido al Fogale para refinanciar su endeudamiento (usando unos US$ 14 millones). Dicho fondo tiene hoy libres unos US$ 18 millones para seguir financiando a productores en problemas. Se resolvió aumentar el monto de deuda a garantizar (de US$ 25 a 125 mil) pero muchos productores no alcanzan a una producción suficiente.