En 2024 se prevé que las importaciones de ganado vacuno de Turquía se mantengan sin cambios con respecto al año anterior en 470.000 cabezas para compensar la contracción proyectada en el rodeo doméstico, dice la oficina del USDA en Ankara. De acuerdo con las tendencias históricas, la mayoría de estos animales importados se utilizarán como ganado de engorde para la producción de carne.
Las importaciones en 2023 se estiman en 470.000 cabezas, casi cuadruplicando la cifra del año anterior. Este aumento previsto se basa en la necesidad de reconstruir los inventarios internos y reducir los crecientes precios minoristas de la carne vacuna. A principios de año, para aliviar la presión alcista sobre los precios de la carne vacuna y estabilizar los suministros internos antes del Ramadán y el pico de la temporada turística, el Ministerio de Agricultura y Silvicultura (MinAF) reabrió la puerta a las importaciones de ganado de engorde.
Uruguay es uno de los proveedores clave del mercado en pie turco. En el año a julio se embarcaron a este destino 153.220 vacunos, la amplia mayoría terneros, aunque también se exportaron algunos novillos formados. Es una proporción de 90% del total de vacunos exportados en pie.
La expectativa, por lo tanto, es que en 2024 Turquía continúe jugando un papel importante en la demanda de terneros. La exportación en pie fue crucial para sostener los precios de los animales de esta categoría en un año tan complicado por la escasez de forraje como el actual, manteniendo elevada la relación de reposición y permitiendo que en las últimas semanas alcance niveles récord de 1,47, lo que quiere decir que el precio del ternero fue 47% más alto que el del novillo gordo.