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Quinta a fondo: juventud rural

Agosto es el mes de la juventud rural, el futuro del país que ya tiene los motores prendidos...

Jovenes rurales
Uruguay cuenta con 836.957 personas jóvenes (INE). Un 17,9% del total son jóvenes rurales, según la Encuesta Continua de Hogares (2018), de los cuales 2,4% reside dispersa en el territorio, 14,2% en localidades menores de 5.000 habitantes y 1,3% en localidades de 5.000 o más habitantes y trabaja en el sector agropecuario.

Agosto es el mes de la Juventud Rural. Y, como tal, hay que celebrarlo. Siempre hablamos de que el recambio generacional es un tema de preocupación, por lo que propongo empezar a enfrentarlo, porque los jóvenes son el futuro y serán el motor del país.

A la juventud hay que cuidarla y darle oportunidades, porque tienen la capacidad y flexibilidad para migrar y dejar su fortaleza en otro lado. Hay que escucharla, apoyarla y capacitarla; permitir que se desarrolle y desparrame los frutos de ello en el suelo nacional. Por ello, la importancia de políticas específicas para jóvenes rurales, así como de generar espacios para que permanezcan en el campo, debería ser prioridad.

Entre los pedidos de los jóvenes está realizar, con mayor frecuencia y alcance, llamados a tierra específicos para la juventud rural; adecuar la institucionalidad con un área específica para los jóvenes; fondos rotatorios y herramientas financieras adaptadas a la juventud; promoción del trabajo interinstitucional; y, entre otros, generar espacios de diálogo.

Uruguay cuenta con 836.957 personas jóvenes según las proyecciones de población del Instituto Nacional de Estadísticas, y un 17,9% son jóvenes rurales.

A propósito, El País se comunicó con representantes de las gremiales de juventudes rurales para conocer de primera mano qué preocupaciones tienen y cuáles son las propuestas.

FRJ. Melany Camejo, presidenta de la Federación Rural de Jóvenes, explicó que la categoría jóvenes rurales engloba a una diversidad de situaciones y preocupaciones diferentes. Sin embargo, sostuvo, “existen grandes obstáculos que son comunes a todos los jóvenes y atentan contra nuestra permanencia en el medio rural” mencionando el centralismo, el no acceso a servicios básicos, como la salud, educación y la conectividad; además de tener que migrar para su formación y el no tener acceso a la tierra.

Camejo indicó que “es necesario que existan políticas públicas destinadas a facilitar el acceso a la tierra enfocada en los jóvenes, teniendo en cuenta sus posibilidades y los aportes que pueden hacer”. “Un campo rico, pero despoblado no le es útil al país”, sostuvo.

ARJU. Por su parte, Martín Mainardi, presidente de la Asociación Rural de Jóvenes del Uruguay (ARJU), aseguró que los jóvenes tienen dos preocupaciones principales. Una tiene que ver con la inserción laboral, pero además “hay mucha incertidumbre” no solo en conseguir un trabajo, sino que este se mantenga, tenga un salario digno y pueda permitir proyectarse.

Por otro lado, está la toma de decisiones: “Que se escuche al joven rural en el predio en el que se desempeña; que se lo deje tomar decisiones así se equivoque, porque equivocándose también aprende”.

Mainardi sostuvo también que Uruguay es uno de los países que menos jóvenes tiene en la ruralidad. Por eso, proponen que vuelvan a formar parte.

“Que tomen el medio rural como forma de vida, formando parte de agrupaciones de jóvenes. Hay muchas y nos pueden brindar muchas herramientas para desempeñarnos de mejor manera y tener mejor llegada al medio rural”, concluyó el titular de ARJU.

CAF. Micaela Waller, integrante de la Juventud CAF (Cooperativas Agrarias Federadas) comentó que los jóvenes rurales con miras de quedarse en el medio rural mantienen la preocupación por el acceso a tierra, sobre todo, quienes no tienen medios para lograr el arranque o la inserción por sí solos. Atado a ello, mencionó el acceso a créditos o garantías, así como lograr un respaldo para comenzar. “Creo que eso es lo más difícil, aunque hay que destacar que los grupos de jóvenes de las gremiales estamos trabajando en conjunto y, de a poco, se están alcanzado objetivos”, comentó.

También preocupa el acceso al estudio en ciertas zonas. Si bien ha venido mejorando considerablemente “queda mucho por mejorar”. De la mano de esto, Waller mencionó las carencias en conectividad a Internet, que está siendo una gran herramienta para poder estudiar a distancia así como también encontrar espacios de recreación o actividades de interés para los jóvenes.

“Es complicado, pero hay que reconocer que, de a poco y gracias a muchos avances tecnológicos que se van incorporando en las familias rurales, se ha ido permitiendo tener mayor tiempo para que los jóvenes podamos ser parte”, dijo. Y agregó: “Creo que, como jóvenes rurales, debemos seguir trabajando para encontrar cada vez más oportunidades para seguir en el medio rural, pero que esto es un trabajo que debemos realizar en conjunto las gremiales con los diferentes organismos vinculados y aunque no es fácil tenemos que seguir, porque aunque no parezca son muchos los jóvenes que están interesados en vincularse o continuar en el campo”, aseguró.

Es Licenciada en Comunicación, egresada de la Universidad ORT en 2017. Trabaja en Rurales El País, sección a la que ingresó en agosto de 2020. Antes fue periodista agropecuaria en El Observador y productora en el programa radial Valor Agregado, de radio Carve. Escribe artículos para la revista de la Asociación Rural y se desempeña como productora del programada #HablemosdeAgro, que se emite los domingos en Canal 10.

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