Rino Mazzilli nunca vivió un momento productivo tan complicado como este a raíz de una sequía. El productor agrícola ganadero, actualmente dedicado únicamente a la cría, de Soriano participó este domingo en Hablemos de Agro, programa emitido por Canal 10, en donde expresó que durante está campaña se sacó hasta la última gota de agua del perfil y que el promedio de rendimiento será menor al obtenido en 2018, de 700 kilos por hectárea.
Aseguró que el agricultor invierte todo, en maquinaria o nuevas tecnologías, y que algunos tendrán sus fondos, pero lamentó que estas pérdidas “no se tapan” con las dos zafras anteriores.
No obstante, fue muy positivo de cara a la zafra de invierno: “se va plantar todo, lo único que no se va a plantar va a ser en la vuelta de las casas”, dijo. Habrá una alta participación de la colza y de la cebada forrajera.
En ese sentido, Mazzilli señaló que el invierno “puede llegar a equilibrar la balanza”.
Por otro lado, habló de la sinergia entre la agricultura y la ganadería, que se diferencian en el largo plazo: “pero a mi me gusta ver el monte entero y no el árbol”. Señaló que la ganadería aún tiene cosas pendientes frente a una agricultura que está muy esquematizada y calculada.
Además, aseguró que hoy en día la genética “es todo”. “Acá teníamos una formación que decía que la productividad del pasto solucionaba todo, pero ahora se mira el animal también; el potencial de la genética con el pasto”, indicó.
Mazzilli opinó que la cría sigue siendo el eslabón más estable y que “no es un rubro complicado”, sino que “hay que tener ganas de trabajar”. “Hay mucha avidez en el mundo respecto al consumo de carne. La cría es el origen de la tracción para ofrecer ese producto al mundo. Si se presta atención, en los remates por pantalla, el ternero es lo que menos baja”, indicó.
Por otro lado, el productor habló del gobierno. Señaló que tiene buenas intenciones, un gran apoyo hacia el agro, pero espera que siga un período más “para consolidar un montón de cosas”.
Aseguró que conseguir un TLC es clave y que el atraso cambiario es real. “Le está costando mucho a las empresas absorber eso. Para nosotros es un impuesto ciego, sordo o mudo. Nos está costando mucha plata, anda a la par de lo que pagamos impuestos. Han buscado estrategias, ayudado, solucionado, pero estamos patinando en esto que es clave”, cerró.
