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Santiago Bordaberry: “El equilibrio y el balance son claves en genética; eso buscaré en la pista de Palermo”

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Santiago Bordaberry en Expo Palermo 2018

Ya juró la raza Hereford en Expo Palermo en el 2018. Con tanto suceso que hasta hoy es recordado el prolongado aplauso que le tributaron los criadores argentinos desde las cuatro tribunas tras sus comentarios finales que fueron más allá de la genética. Un año después, en la Expo de 2019, un juez estadounidense eligió a los mismos toros que él como Gran Campeón y Reservado Gran Campeón. Después fue elegido para jurar en 2020 y en 2021, pero por la pandemia no se realizó. Este miércoles y jueves volverá a esa emblemática pista, acompañado por el Ing. Agr. Leandro Oholeguy Astore como secretario. Sobre lo que significa para un cabañero uruguayo ser jurado en Palermo, qué espera encontrarse en pista, y sobre el momento ganadero en general, mantuvimos una conversación con el Dr. Santiago Bordaberry Herrán. Lo sustancial es lo que sigue.

-¿Qué representa para un criador uruguayo jurar en Palermo?

-El nombramiento en sí mismo es un honor, un reconocimiento a la persona, pero también a los criadores de Hereford de Uruguay. Y a mi familia por estar tantos años vinculados a la raza. Es un enorme halago estar en una pista tan exigente, con una tribuna tan exigente, con animales preparados con el profesionalismo que ponen los argentinos. Y obviamente es un desafío muy importante. Para los argentinos Palermo es de una importancia trascendental, igual que para nosotros lo es el Prado. Por eso es un reconocimiento y un honor, de los más importantes que se puede tener para un jurado. Porque es un lugar único, no conozco todas las pistas, aunque sí he estado en muchas en distintos países y ver ese entorno que tiene, las tribunas, el público, la historia que se respira en ese ambiente, es fantástico.

-¿Qué expectativa tiene tras dos años que no se realiza la Expo Palermo?

-Es muy importante, hay unas ganas tremendas de Palermo en Argentina, pese a las circunstancias que como sabemos vive el país, están con todas las pilas y ganas acumuladas. En las previas, Nacionales y regionales, quedaron demostradas esas ganas.

-Hace 4 años fue reconocido por la jura y por los conceptos posteriores...

-Fue un momento muy lindo, porque fue algo espontáneo. Uno va preparado para decir algunas cosas, hasta algunas obviedades, pero en realidad preferí dejar de lado eso y decir lo que sentía en ese momento. Y es como mejor salen las cosas, naturalmente, espontáneamente. Fue un mensaje de corazón, porque me sentía además halagado. Tenemos muchos amigos, colegas, criadores que estaban presentes. Además de toda mi familia en un momento importante para uno. Por eso, esta segunda oportunidad de estar allí, me deja muy satisfecho.

-¿Qué espera encontrar en pista?

-Los argentinos conservan a muerte, lo que tiene que ver con la pureza racial, la moderación del tamaño, mismo la preparación en general: animales muy bien terminados, pero un poco más livianos que lo que hacemos en Uruguay. Le dan relativa menor importancia quizás a los datos que nosotros, con animales de carcasa un poco más chica. Esto tiene su razón de ser en una ganadería que está tristemente ahora dedicada prácticamente al consumo interno, porque exportan muy poco, a diferencia de lo que hacemos nosotros que exportamos el 80% de lo que producimos y naturalmente el mercado exige una carcasa un poco más pesada.

-¿Qué cree puede haber cambiado en estos 4 años?

-Si uno mira lo que se usa en Argentina de toros, creo que estaban un poco embretados en algunas líneas que se usaron masivamente. Se comenzó a usar, a través de importación de semen, algunos toros más nuevos, pero siempre haciendo énfasis en los toros un poco más moderados, costilludos, de buena calidad racial en general, de terminación más temprana, facilidad de engorde, precocidad, que es el biotipo argentino clásico. No son tan chicos como parecen, pero quizás sí una tendencia moderada. No creo que haya un cambio muy importante en eso.

-En 2018 premió justamente un biotipo moderado y con balance...

-Es que en genética el equilibrio y el balance son claves. No siempre el máximo es el óptimo. Muchas veces el máximo tiende a desbalancear otros aspectos y por eso nos alejamos del óptimo. En el equilibrio, en el balance, están las cosas mejores. Se trata de traducir lo mismo en la pista, con animales equilibrados. En Palermo no hay defectos prácticamente, uno no se encuentra con toros defectuosos, no hay. En general hay que hacer un equilibrio entre virtudes y defectos del animal para poder ordenar una fila y aquí se encuentran animales con más virtudes que otros. Se termina echando mano al gusto personal y algunas cosas un poco intangibles de la clase, la calidad o el aspecto de padre, algunas cosas que son personales, para ordenar una fila que en general es fantástica como la de Palermo.

-¿Le gustaría más datos objetivos?

-En Palermo no hay mucha información, sí hay que tener en cuenta obviamente la Circunferencia Escrotal y otras cosas como el peso. Pero, tratándose de Palermo, una exposición visual, uno trata de mirar la parte exterior. La información objetiva es propia de los uruguayos, en Argentina son pasionales del biotipo, del exterior del animal y logran grandes animales en pista. Si le sumas además el profesionalismo que tienen para elegir, preparar y sacar a la pista sus reproductores, se transforma en una competencia muy competitiva.

El momento ganadero.

-¿Cómo ve el momento ganadero?

-Estamos en un momento de precios extraordinario. También estamos con problema de costos. Estos precios extraordinarios están tapando unos costos que, si no fuera de otra manera, estaríamos con dificultades. Por eso bregamos por que se mantengan los mercados y que siga adelante la búsqueda de soluciones para poder seguir exportando a los mejores mercados, porque los costos han subido muchísimo. Desde el punto de vista productivo, estamos en un momento complejo, sobre todo el negocio de la carne, porque nos faltan pasturas. En la invernada, los verdeos no han rendido lo que tenían que rendir, estamos esperando el salto de los raygrasses. Y en el sector de la cría, el otoño fue extraordinario, el invierno está siendo crudo, por el exceso de humedad, el frío. Los ganados de cría están mantenidos, en algunas zonas de campos más cargados de ganados, con poco rendimiento de invierno como son todos los campos, pero particularmente campos más de verano, se está haciendo sentir en las vacas preñadas, que es la primera determinante del éxito de la preñez del año que viene. Así que la gente está buscando la vuelta. Pero hay mucho entusiasmo con los valores de la reposición.

-¿Cómo vio la zafra de terneros?

-Fue una buena zafra, el dato del 80% de preñez que salió del INIA Treinta y Tres, se debe antes que nada a que la gente, ante una situación crítica como esta, pero muy estimulada por los valores, salió a hacer una cantidad de cosas para preñar los ganados. Eso demuestra que hay herramientas que la gente las conoce, que habiendo buenos valores todo eso estimula y tracciona para que la gente tome las medidas necesarias para su ganado.

-¿Qué proyecta para la zafra de venta en primavera?

-Hay algunas cosas que se están notando estructuralmente cambiadas en la ganadería. Una, es la composición del stock, es mucho más moderno, hay mucho menos vacas solteras en los ganados. La mayoría de las vaquillonas se entoran de 2 años, cuando hace unos años un porcentaje importante era de 3 años. También hay una tendencia a la especialización. Una cantidad de cosas que han modernizado, pero también son exigentes en resultados. Por eso, nosotros tenemos por delante una parición muy grande, va a haber mucho ganado parido en la zafra que viene. En el entore que viene eso va a determinar una dependencia mayor de cómo termine el invierno y cómo arranque la primavera. Lo otro bueno es que hay cantidad de técnicas que ha producido la investigación y que los productores las conocen. Han escuchado a los extensionistas y sobre todo, tienen un estímulo importante con estos valores que tenemos hoy. Creo que debería ser una zafra de entore de mucho ganado parido, con necesidades de tomar medidas, como siempre lo hacen, quienes no tuvieron suerte y les haya tocado la seca, en el resto del país será una zafra normal, como hemos visto hasta ahora, con ganados en buenas condiciones.

Pablo D. Mestre es editor de Rurales. Ingresó a EL PAÍS en el año 1981. Primero desempeñó tareas en el Departamento de Corrección y luego, desde el año 1992, pasó a integrar la Sección Rurales donde fue periodista, productor comercial y hoy se desempeña como Editor. Además, fue fundador y Director de La Vanguardia Melense, trisemanario que se publicó en el departamento de Cerro Largo durante una década. Es también socio director de Mesol Comunicaciones, empresa que lleva adelante, en sociedad con el diario, el Portal Rurales El País y diversas actividades en el sector agropecuario. Es también codirector del programa #HablemosdeAgro que se emite los domingos en Canal 10.

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