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Ingresos en predios suben 50% pese a sequía

Establecimientos pertenecientes al proyecto Ganadería y Clima

Ganado, terneros, ganadería, cría

La mayoría de los predios que participan del proyecto Ganadería y Clima atravesaron una intensa sequía, pero eso no evitó que la producción de carne vacuna y ovina mejoraran, los costos bajaran y el ingreso neto subiera, en paralelo a una reducción de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero, logradas en base a prácticas de Ganadería Climáticamente Inteligente (GCI) aplicadas, sin aumentar los costos.

Eso demuestra el primer año de trabajo en 61 establecimientos del proyecto, que también compartió la metodología utilizada y el porqué de sus logros, en una conferencia de prensa en la Expo Prado, realizada durante la semana pasada.

Entre 2017 y 2020, las familias de Ganadería y Clima tuvieron un nivel de producción de carne mejorable (82 kilos por hectárea), un ingreso neto de 55 dólares por hectárea y un índice de cría vacuna bajo (49%), tenían problemas de gestión y de ingreso, al igual que la ganadería nacional promedio.

En la primavera 2020, con un pronóstico climático preocupante, el proyecto comenzó a trabajar con, en promedio, una escasa altura pasturas, baja condición corporal del ganado, partos dispersos y un bajo peso de la recría: el estado de las pasturas y de los animales estaba restringiendo la toma de decisiones.

El pronóstico climático se cumplió y la mayoría de los predios atravesaron una intensa sequía, pero aún así la producción de carne vacuna y ovina mejoraron, los costos bajaron y el ingreso neto subió. El 60% de los predios mejoró un 50 % de su ingreso neto, pasaron de 40 dólares por hectárea productiva entre 2017 y 2020, a 70 dólares en un año de trabajo con el proyecto.

El porcentaje de preñez pasó de 71 % en promedio entre 2017 y 2020, a 77 % un año después. Había establecimientos con muy baja preñez que lograron mejorar y productores con mayor porcentaje que lo mantuvieron. También subió el índice de cría vacuna, lo que demuestra que se logró una mejor gestión del rodeo.

Todo esto demuestra que el proyectó brindó un respaldo eficaz a los productores y las productoras, incluso en una situación climática adversa. “Los resultados presentados por Ganadería y Clima en Uruguay demuestran que si se hace la ecuación completa de cuánto se emite y cuánto se captura en los sistemas ganaderos basados en campo natural -más aún si se mejora la gestión de los predios y se los productores están organizados, tienen mejor acceso a servicios de extensión, al conocimiento y la tecnología- podemos estar muy cerca de sistemas carbono neutrales o mejor aún”, dijo el Representante Adjunto de la FAO en Uruguay y Argentina, Tito Efraín Díaz.

En Ganadería y Clima, 61 establecimientos ganaderos, con apoyo de 11 organizaciones de productores, 11 técnicos extensionistas, así como investigadores y docentes del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria y Fagro-UDELAR, trabajan para maximizar la eficiencia del uso de los recursos destinados a la ganadería en campo natural, mejorando la productividad y el ingreso, sin incrementar los costos y cuidando el ambiente, midiendo y monitoreando resultados.

Su trabajo también apunta a aumentar la resiliencia frente a eventos climáticos extremos y restaurar los servicios ecosistémicos de los pastizales.

Dirigido por el Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca (MGAP) con colaboración del Ministerio de Ambiente, el trabajo en el terreno es ejecutado por el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria junto a la Facultad de Agronomía de la Universidad de la República (Fagro-UDELAR).

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