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Entregan carneros Merino ultrafinos a más productores

En 19 años el Crilu lleva dispersados más de 1.000 animales que son la elite en producción de lanas.

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Pablo Antúnez.

El próximo viernes más carneros Merino Australiano ultrafinos continuarán poniendo a Uruguay entre la elite productiva de las mejores lanas del mundo.

El Consorcio Regional de Innovación de Lanas Ultrafinas (Crilu), como desde hace 19 años, entregará a productores comerciales y cabañeros otros 34 carneros producidos en la Estación Experimental Glencoe, perteneciente a INIA Tacuarembó.

La Dra. Zully Ramos, investigadora de INIA Tacuarembó explicó a El País que los carneros y borregos que se entregarán provienen de una majada que tiene un diámetro de 15,5 micras y “si bien se trabaja con el objetivo de reducir el diámetro de fibra —producir lanas cada vez más finas—, no se descuidan aspectos como cantidad y calidad de lana, así como el peso corporal”.

La investigadora remarcó que los animales que se entregarán “cuentan con información fenotipica y genética. Son balanceados en cuanto a datos genéticos y demuestran en su información genética que reducen el diámetro de la fibra de una majada en menos 1,1, pero aumentan el peso de vellón y peso corporal en valores altos y positivos para los datos de Diferencia Esperada de la Progenie (DEPs) vinculadas con estos aspectos”.

En el Crilu también se trabaja fuerte para producir carneros y borregos con una alta resistencia genética a los parásitos gastrointestinales, aspecto fundamental que reduce costos y evita que se siga generando resistencia a ciertas drogas. Todos los animales que se entregarán tienen datos positivos para resistencia antiparasitaria.

Dispersión. La meta del Consorcio —constituido por representantes de la Sociedad Criadores de Merino Australiano, de la industria textil y del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria— es que los productores puedan llevar esa genética de elite y usarla en sus predios, difundiendo sus virtudes.

“Actualmente estamos con 42 consorciados, la mayoría son productores comerciales pero también hay cabañas”, explicó Ramos, investigadora del Consorcio. Eso hace que esta genética no sólo quede en manos de los consorciados “sino que las cabañas repican esa genética y la difunden entre sus clientes”. La otra gran ventaja es que esa genética es para todos, no importa el tamaño del productor, ni si es de bolsillo gordo o flaco.

En cada entrega 10 carneros son destinados a proyectos de responsabilidad social. “Esa genética llega a productores pequeños que de otra forma no pueden acceder a la misma”, recordó Ramos.

“En estos años se llevan entregados 1.000 carneros” en total y la meta es producir más.

El Consorcio viene trabajando con el objetivo de obtener animales balanceados, pero también hace una evaluación a nivel predial para ver cómo están produciendo esos animales logrados en Glencoe.

“En la jornada de entrega de carneros del viernes, en el primer modulo de la mañana, vamos a hablar sobre un proyecto de transferencia de tecnología. Cinco productores que son beneficiarios de este proyecto van a hablar de sus datos productivos. Vamos a algunos establecimientos y medimos qué datos productivos aportan estos animales”, explicó Ramos. También se dará un pantallazo sobre la producción de lanas finas y su potencial, entre otros muchos temas.

Guillermo Crampet

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