Enviar muestras al laboratorio permite saber con qué tratar

Pablo Antúnez
La infestación por garrapata sigue complicando en el norte y crecen los problemas de resistencia. A diferencia de lo que sucede en el sur, donde el déficit hídrico persiste, el parásito se fortaleció con las lluvias.
“En octubre de 2020 ya se notaban infestaciones altas y el parásito se movió bastante más en diciembre. Hoy genera un problema importante”, explicó a El País Rafael Carriquiry, veterinario del Instituto Plan Agropecuario que desarrolla su profesión asistiendo productores en el norte del país. Tratar todo el ganado cada 20 días, a la larga, generará problemas de resistencia, pero aun así, es posible erradicar la garrapata.
Carriquiry recomendó el uso de “animales centinela” para detectar cuándo la infección es mayor. “Se identifican 10 o 15 animales del predio, se llevan al tubo una vez al mes y se revisan. Hay que mirar bien en la papada, en la entrepierna y en otros lugares que es donde la garrapata se sube”, detalló.
Según la visión de este veterinario, si el ganadero espera a ver mucha garrapata encima del animal para recién ahí hacer el tratamiento, “el problema ya se generó, gasta un dineral y quema todos los zooterápicos que tiene para el control del parásito”.
Alerta. Hay que recordar que todos los principios activos que se utilizan para combatir la garrapata en Uruguay, “tienen más de 30 años, salvo el fluaxuron que tuvo un uso intermitente. Lo esperable es que cada vez aparezcan más problemas de resistencia”, remarcó el especialista del IPA.
Como otra recomendación, sostuvo que hay que analizar las particularidades del establecimiento y en qué potreros se registran infecciones más altas.
“En el predio siempre hay niveles de infección diferentes, según el potrero. No se puede tratar todo del mismo modo cuando en realidad la situación es otra”, agregó Carriquiry.
El mensaje es claro: “no hay garrapatas invencibles”, ese es más un mito que realidad. Es por eso que Carriquiry dice que “aún en casos de resistencia a más de un principio activo, es posible erradicarla” y como contrapartida, contó que hay muchas experiencias en predios de Artigas y Rivera.
“Hay predios que tenían resistencia a cuatro principios activos y lo lograron”, remarcó el especialista, dando un mensaje alentador a los productores.
Muestras. No hay costumbre de mandar muestras de garrapata al laboratorio para saber, en base a ciencia, cuáles son los fármacos que funcionan mejor en los tratamientos.
Ahora, productores y veterinarios tienen otra opción.
“En el norte hay un laboratorio nuevo vinculado con un polo universitario, que está empezando a trabajar con la identificación de nuevas moléculas bioactivas y hace algunos testeos de resistencia”, contó Carriquiry.
Hoy la referencia para la profesión es el Dilave. “La remisión de muestras es una cosa que la gente debe acostumbrarse a hacer, no trabajar sobre la impresión de que los tratamientos fallan y es por resistencia. A veces fallan y no es un problema de resistencia, hay múltiples motivos”, aclaró Carriquiry.
En las zonas de sequía, hay que estar más encima del ganado previendo posibles accidentes con plantas tóxicas.
“Con la falta de pasto, los animales consumen cosas que habitualmente no comen. Puede haber consumo de plantas tóxicas y revisar bien los fardos. Este último año vimos varios brotes vinculados con accidentes debido a la sequía, que comenzó en el otoño y se dio otra a fin de año”, recordó el extensionista del IPA.