Se estima que caigan un 6,5% para finales de este año en cantidad y un 10% en valor
EUROCARNE | La evolución de la covid-19 a lo largo de 2020 ha motivado una interrupción de las exportaciones neozelandesas de carne ovina y se espera que la tendencia se mantenga para 2021. Además de la caída de ventas por la covid-19, también ha influido el cierre del canal foodservice en muchos países a los que Nueva Zelanda exporta esta carne.
Además, la carne de cordero es más cara que otras y los consumidores han reducido su gasto y se muestran más sensibles a los precios.
La disponibilidad de producto para la exportación también ha ha sido otro factor clave con la reducción de la producción de carne de ovino en Nueva Zelanda como resultado de la sequía 2019-2020. Afectó el crecimiento de la hierba en Nueva Zelanda y provocó la reducción de los censos ganaderos.
Las exportaciones de carne ovina de Nueva Zelanda se estiman que caigan un 6,5% para finales de este año en cantidad y un 10% en valor.
Pese a esto, los envíos a mercados como el de china han seguido creciendo ante la evolución de la PPA en el país asiático.
Otros destinos como la Unión Europea (UE) han rebajado sus compras y el país oceánico aún está negociando con Reino Unido cómo serán sus relaciones comerciales tras el brexit para saber cómo se dividirá la cuota de acceso de cordero neozelandés que actualmente llega a la UE.