Comienza la Marcha Funcional de caballos Criollos

Hoy domingo, los 80 binomios iniciarán los 750 km., en la Prueba denominada “Carlos Máspoli”

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Al camino y buena suerte, ese es el saludo que da el comisario en el inicio de la prueba, entre dos luces el día domingo de la largada. Y así salen los criollos, en un trotecito lento a mostrar su guapeza y recorrer cada legua de esos 750 kms con entrega única haciendo sonar sus cascos en las banquinas porongueras.
Foto: ZAF Fotografías

Herraduras puestas, chequeos veterinarios listos, participantes ansiosos, una organización comprometida y las ilusiones de cientos de criadores. Los días previos de la largada de la marcha hay tantas emociones y expectativas girando en el entorno que hacen del ambiente algo único. La adrenalina le da el marco perfecto a esta prueba de comportamiento y selección de la raza criolla que comienza hoy, en su edición 52 en la ciudad de Trinidad, Flores.

Son 80 animales los que se concentraron el día 05 de mayo dando inicio a la primera etapa de esta prueba. Durante estos 30 días los animales empatan sus condiciones de comida, preparo y entrenamiento de cara a la prueba de 750 kms. Esta competencia consiste en recorrer esa distancia en un período de 15 días, haciendo un circuito que tiene una sede única, la Fomento de Trinidad en este caso, a donde vuelven luego de cada etapa a desensillar y descansar para seguir camino.

“Para mi la marcha es la mejor prueba de selección, la más objetiva y la más dura. Me gusta muchísimo. Días donde los criollos demuestran su guapeza, poder de recuperación porque al terminar una etapa verdean un rato y son yeguas que en dos horas están como nuevas, prontas para volver a salir” así definió Gastón Araújo, de cabaña Los Cerros, la marcha Funcional.

Este año habrá animales compitiendo en tres categorías: padrillos, yeguas mayores de siete años y yeguas menores de siete años. Araújo correrá con el chaleco 81 en Gaita Los Cerros que es la yegua de menor edad. “Sé que le faltaría un año más para correr cómodamente en su categoría y estar al nivel pero no quería dejar de venir y además correr en menores es muy objetivo y te da la perspectiva siempre que sepas con qué vara medir el animal, yo se lo que corro, la selección que hago y en qué ranking la pongo” afirmó el titular de la cabaña.

La marcha es para muchos la prueba de selección por excelencia ya que permite comprobar la rusticidad del equino y su poder de recuperación luego del esfuerzo físico. Pero también hay otro folklore, otra magia en torno a la Marcha y por esto es que algunos eligen repetir la yegua, porque no quieren perderse ninguna edición y disfrutar de la prueba. En esta oportunidad hay una decena de yeguas que son “repetidoras” como se suele decir en el ambiente.

“Se repiten yeguas en las marchas porque hay muchas cabañas chicas, nuevas que están participando y no tienen tantas yeguas en la manada y por lo tanto no hay una escalera armada donde vos probas un caballo y decidís dejarlo para cría y preparar otro. Hoy en día la marcha es mucho más que una prueba de selección, ha evolucionado y ya no se trata de una prueba donde participan caballos elegidos medios al boleo que van con 4 meses de cuido. Hoy es un deporte de élite donde los caballos son elegidos, entrenados y todo está planificado por un equipo. En todo ese plan cuando uno tiene un caballo bueno, que está en condiciones de seguir, te da lástima largarlo al campo y más considerando el tiempo que lleva “hacerlos”, definió Federica Payssé que participará con Inver Horqueta Tacuara.

Además de la selección, los entrenamientos y todo lo teórico que está en juego también hay un “backstage” que está más vinculado a las emociones y las historias. Quince días de convivencia, de galpones y fogones, de cientos de personas que desensillan y comparten una copa, miles de historias y conocimientos y pierden la noción del tiempo ya que lo único que interesa medir en este tiempo es la frecuencia cardíaca y el promedio de marcha.

Payssé contó que su yegua fue un regalo de un tío abuelo que ya no está y confiesa que aunque la marcha le divierte y es una experiencia inexplicable en este caso tiene un valor sentimental especial y una carga simbólica muy fuerte. La de Federica es una más de las tantas historias en marcha que descubriremos en esta nueva edición que comienza con los 80 participantes saliendo a la ruta.

Expectativa.

Al camino y buena suerte, ese es el saludo que da el comisario en el inicio de la prueba, entre dos luces el día domingo de la largada. Y así salen los criollos, en un trotecito lento a mostrar su guapeza y recorrer cada legua de esos 750 kms con entrega única haciendo sonar sus cascos en las banquinas porongueras.