En Paysandú, se maneja la posibilidad de cobrar un precio por el uso de caminería rural y, así, generar un fondo para solventar esto. “El que rompe paga, se dice, pero por varias cuestiones no se ha implementado”, comentó Nicolás Olivera, intendente de Paysandú.
Esto generó un gran malestar entre las diferentes gremiales rurales del país. A propósito, Martín Uría Shaw, presidente de la Federación Rural, sostuvo que la medida “genera una gran preocupación” porque se vuelve a la mentalidad país “de jugar al achique, de castigar al que más produce” cuando está claro que Uruguay está hoy en una posición contraria. “Ha quedado demostrado que cuando la producción anda bien el país anda bien. Estas medidas que no quieren cerca a la producción nos preocupan. Nos preocupa esa mentalidad que va cambiando, pero en algunas situaciones se vuelve a manifestar”, expresó en Valor Agregado de radio Carve.
El presidente de Federación Rural manifestó que algunas gremiales ya han intentado mantener contacto con el intendente para “conversar seriamente” el tema.
“Estamos jugando con una mentalidad de país chico. Hay que ir por el contrario, tratar de apoyar a todo aquel que quiere producir más y generar más inversión, darle las condiciones para ello. Es un impuesto al movimiento. La imaginación es muy buena, porque es lo que faltaba cobrar”, concluyó.
