Economista del USDA analizó panorama para los granos.

Jefe de economistas del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), Seth Meyers. Foto. Leonardo Maine - Archivo El Pais .
Pablo Antúnez.
Las señales que se ven en el mercado mundial de la soja no reflejan que los precios suban, sino todo lo contrario. La guerra comercial entre Estados Unidos y China -que es el principal importador mundial de proteínas- le pone mayor incertidumbre a este mercado.
La semana pasada China amenazó con disminuir el nivel de proteína en el engorde de los cerdos -es el principal productor mundial de carne suina- sin que se afecte su grado de terminación, como medida paliativa para evitar la importación de soja estadounidense.
El vicepresidente de la mayor procesadora de soja china Yihai Kerry, propiedad de Wilmar internacional, dijo la semana pasada en Singapur que reducir la soja en la ración de los cerdos, por ejemplo de 20% al 12% equivaldría a una demanda de 27 millones de toneladas anuales, cifra que representaría el 82% de las importaciones chinas de soja estadounidense el año anterior. El año pasado China importó 95,5 millones de toneladas. De ese volumen, según datos de la Aduana china, 32,9 millones pertenecieron a sojas de EE.UU.
Ayer, el jefe de economistas del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), Seth Meyers dijo que es posible que China cumpla con esa amenaza. "Tienen varias opciones, también pueden utilizar sus stocks de soja, pero todo eso tiene un costo", advirtió el experto, al término de su disertación: "Panorama Mundial del Comercio Agrícola - Precios, Tendencias y Mercados", organizada por la Cámara Mercantil de Productos del País,
Para él, la pregunta es: ¿cuanto pueden sostener para bajar el nivel de proteínas en la alimentación animal?
Meyers consideró que "no es necesariamente tan barata la harina de soja y está en una situación donde la oferta en el mercado interno es más apretada. Entonces, para poder cambiar el uso de la soja por otro commodity, es más caro. Todo depende de cuánta inflación en el precio de los alimentos y otros commodities pueden sostener para mantener esta política", explicó el jefe de economistas del USDA.
A su vez, reconoció que la aplicación de nuevos aranceles no es la única herramienta que tiene el gobierno chino para controlar la importación de soja. "Puede ser que algún importador esté dispuesto a pagar el arancel, pero puede que el gobierno chino utilice otro método para controlar el flujo de los commodities", advirtió Meyers tras su charla.
El disertante también consideró que Brasil comprará soja de Estados Unidos en los próximos meses. "Es muy probable y hay ventas en Argentina. Hay una diferencia de US$ 90 por tonelada y eso cubre la logística entre Estados Unidos y Brasil y algo extra", explicó.
Los US$ 4.700 millones que el gobierno de Estados Unidos destina al apoyo de sus agricultores en el marco de la guerra comercial con China, no van a provocar una retención del grano a nivel de los productores, según el funcionario. "El subsidio no es basado en precio. Por ahora se está dando un buen premio para la soja y no para el maíz. El productor deberá vender si precisa dinero más allá del subsidio", estimó Meyers.
Uruguay. Mientras tanto, el mercado mundial sigue mostrando las secuelas de la guerra comercial y eso afecta los precios de toda la soja, pero también hay otros factores que tiran abajo los valores y a futuro no hay indicios de que suban.
"La soja futura está pasando por un momento bajista a nivel de precios. El último informe del USDA confirmó una gran cosecha en Estados Unidos y eso implicaría una recuperación de las existencias no sólo de Estados Unidos, sino de las existencias mundiales", destacó Villamil.
El operador de Agrosud, agregó que la relación stock-consumo "sería un poco más abultada y eso saca posibilidades a la recuperación de precios. Si bien falta todo lo que es cosecha del hemisferio Sur, donde recién se está iniciando la siembra, de obtenerse rendimientos normales o el promedio de los últimos tres años en materia de rendimientos, estaríamos frente a una gran cosecha mundial de soja y eso quita posibilidades a que los precios se recuperen".
Por eso Villamil sostuvo que "los fundamentos del mercado no son muy optimistas como para pensar en una recuperación de precios".
Falta todo el mercado climático, es decir, lo que es el factor clima para el Hemisferio Sur y también está por detrás el conflicto comercial entre Estados Unidos y China, que está afectando los precios en Chicago.
"Hay que ver si para el momento de la comercialización de la nueva cosecha, abril o mayo, esa situación se corrige o no y en base a eso, habrá un aumento de precios en Chicago o en los premios que se cotizan sobre Chicago para la soja nuestra", explicó el analista.
En caso de Uruguay, a nivel de exportación, las sojas disponibles ya están comercializadas, según confirmó Villamil a El País.
"Están quedando algunos saldos pero es soja con algún porcentaje más de granos dañados y probablemente se comercialice en Argentina o algún otro destino más regional, para otros usos y ya no en China. Ya está finalizando la operativa de exportación", dijo el operador de Agrosud. China es el principal importador mundial de soja.