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Encalado de suelos ya muestra indicadores positivos

El proyecto, encabezado por la Asociación Agropecuaria de Dolores y acompañado por Unicampo, Cementos del Plata, el Ministerio de Ganadería y 13 empresas más, muestra un incremento de rendimientos en el primer año de desarrollo

Encalado de suelos

El uso de los campos con destino agrícola puede generar un incremento en la acidez del suelo, y esto no necesariamente se da como consecuencia de un uso irresponsable del mismo, ya que un buen uso también va llevando lentamente a una acidificación más rápida, dependiendo de cada suelo y del cultivo que se realiza. La posibilidad de hacer un encalado en esos lugares, permite tener una enmienda y solucionar estos problemas, y el resultado inmediato se ve, por ejemplo, en los rendimientos obtenidos.

La Asociación Agropecuaria de Dolores está llevando adelante un proyecto de 4 años, midiendo en 8 campos la respuesta al encalado en cultivos para grano en suelos agrícolas del litoral. El proyecto es llevado adelante por la consultora Unicampo, liderada por el Ing. Agr. Esteban “Tato” Hoffman, con apoyo de Cementos del Plata, que dona un volumen importante de cal y el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca. Además, se destaca al contratista agropecuario Andrés Sosa, quien brindó los servicios.

¿Por qué encalar?

Cuando el PH del suelo es ácido y se está por debajo de 5,3 o 5,4, es probable que empiecen los problemas a nivel agrícola. “Estos van desde una baja eficiencia de absorción de muchos nutrientes, que se abrosben mal en las plantas en relación a cuando el PH es tirando a neutral o por encima de 6”, expresó Hoffman. Cuando aparecen niveles de PH muy bajo y con aluminio intercambiable hay daños directos en la producción. “En los suelos del litoral no tenemos situaciones de aluminio intercambiable, sí de PH muy bajo pero no con efectos tóxicos directos a nivel del sistema radicular, que ocasionaría daños enormes y por tanto la respuesta a resolver el problema debería ser grande también”, dijo el director de Unicampo.

“Con la enmienda calcítica se resuelve el problema, ya que se eleva de nuevo el PH para normalizar así una cantidad de aspectos, no solo ese. Lo que esperamos en un suelo con un PH muy bajo son problemas de caída de productividad sistemática y de eficiencia en absorción de nutrientes, por tanto hay que agregar mucho más para lograr lo mismo, y eso implica no solo un incremento de costos sino problemas con agregados excesivos y nadie quiere eso, ni por costo ni por impacto”, comienza a explicar Hoffman.

“Se exigen volúmenes muy grandes de cal. 10, 15 o hasta 20 veces más de lo que estamos acostumbrados a agregar de fertilizante, estamos hablando de 2, 3 o hasta 6 toneladas por hectáreas. Si hay superficies a encalar de 100 o 200 hectáreas, manejamos hasta 800 toneladas o algo más. Por eso es importante la investigación, son volúmenes importantes para mover y los equipos para ser eficientes no pueden ser chicos”, estableció Hoffman. “Además, la cal es como un talco, muy pulvurulenta, entonces no se aplica con cualquier equipo y hay que incorporarla al suelo, porque si la dejás en superficie la eficiencia es muy baja”.

Primeros resultados.

En suelos por debajo de 5,4 de PH hubo respuesta a los 3 o 4 meses de encalar para el cultivo de soja. “De estos 8 campos experimentales, todos se hicieron soja el verano pasado y el proyecto empezó en setiembre de 2021, pocos meses antes de sembrar los primeros cultivos, y en la cosecha de grandes fajas a nivel de chacra apareció una respuesta importante”, expresó Hoffman, pero se detuvo para hacer una importante salvedad: “El valor del PH no da idea de la magnitud de posible respuesta al encalado, ya que ahí hay que ir a la cantidad de acidez y en suelos de PH ácido donde la cantidad de acidez era muy importante la respuesta fue agronómicamente muy importante: en 3 campos obtuvimos un 25% de respuesta”, expresó.

Con niveles de productividad que el año pasado fueron muy elevados en esa zona (sur de Mercedes rumbo a Palo Solo, donde se concentran la mayoría de los campos), se hablaba de una media de rendimiento de chacra de 4.000 kilos, “por tanto imagínate lo que significa un 25% en un solo cultivo”. Pero además, “la información es muy consistente. No esperábamos que fuera tan rápido, pero los datos de cambio de PH en el suelo fueron muy sorprendentes allí, en territorios de gran cantidad de acidez y textura de suelos livianos donde el PH se elevó rápido en 3 meses”.

Pero hay un dato importante: los resultados son absolutamente dependientes de la dosis de cal. “No con cualquier dosis se logró un impacto, y esa sí es información exclusiva de la Agropecuaria de Dolores y las empresas que participan, pero la clave está ahí”, dijo Hoffman. “Con las dosis que la gente quería aplicar es tirar la plata porque la respuesta fue nula, pero en otros casos agregar de más fue negativo, por eso es muy importante acceder a esta información de calidad. Es un proyecto de mediano y largo plazo, con una inversión que se amortiza en 5 o 6 años y los resultados de calidad son impactantes pero muy dependientes de la cantidad aplicada”.

En el presente proyecto habían algunos grandes objetivos previamente delineados: ver la magnitud de respuesta global del encalado por cultivos en los 4 años, a partir de cuánto tiempo después de la aplicación se ven las consecuencias, cuánto perdura el efecto del encalado en cada tipo de suelo (importante para saber cuántos años toma amortizar la inversión) y cuándo y cómo se debería volver a reencalar.

“Hay que ver a partir de qué niveles de PH empieza a haber respuesta, cómo evolucionan los distintos suelos y a partir de cuánto tiempo vemos cambios visibles en la eficiencia de uso de fósforo, potasio o nitrógeno, lo cual es información importante”, estableció el director de Unicampo. “Hay que hacer la dosificación más precisa posible, decirle al productor cuánto necesita en cada caso”.

Por ello, si hay exceso de cal o se aplica donde no hace falta, genera deficiencias en otros nutrientes, hay problemas de alta residualidad o la persistencia de algún herbicida. “Esto no es así nomás”, sentencia Hoffman. “El problema más grave acá es que hay gente encalando y no sé cómo lo hacen, por qué y quién los ayudó a decidir, pero vemos dosis de cal que no funcionan: las sub dosis van a ser un problema”, estableció Tato Hoffman.

El encalado puede ser replicable en más cultivos y pasturas en todo el territorio nacional.

“Desde Unicampo estamos advirtiendo a clientes, sobre todo de tambos, que están en situación de encalar, porque no solo hay un impacto importante en grano húmedo o reserva de voluminosos, también lo habrá en pasturas”, expresó Hoffman y agregó: “los tambos uruguayos están en un camino tecnológico a más alfalfa y raigrases de ciclo más largo y producción tardía, y la alfalfa es la reina de la respuesta a las correcciones de acidez en suelo”, acerca de la incidencia que podría tener la extensión del proyecto de encalado en estas otras actividades de la agropecuaria nacional.

A su vez, en suelos muy ácidos que se buscan corregir con cantidades importantes de fertilizantes, considerando además los costos elevados que podrían hacer que no sea viable, puede pasar que “queden a medio camino”. “Habría que usar dosis insoportables con un impacto ambiental no deseado”, añadió el experto.

Finalmente, Hoffman dice que este proyecto es importante en el mediano y largo plazo, desde la investigación y desde la amortización del mismo, valoró que es por iniciativa de los productores y coincidió en que debería ser una política de Estado en los próximos años, la cual podría permitir extrapolar este proyecto a distintas partes del territorio nacional, con distintos cultivos, pasturas y en distintos suelos, haciendo de esta forma viable un incremento en los rendimientos precisamente afectados por lo antes mencionado. “Esto excede el gasto para un cultivo, hablamos de amortizarlo en 6, 7 u 8 cultivos y en 4 o 5 años, o aún más. Se investigó en la década del 80´y 90´en el sur del país con Omar “Taco” Casanova a la cabeza, que fue profesor de muchísimos agrónomos que ejercen hoy en día, el tema del encalado, pero debe haber una política de Estado para que esto sea extensivo y viable en la agricultura y sobre todo en campos arrendados”, dijo Hoffman, porque sería inviable para un agricultor que tiene un campo rentado por 2 años generar una inversión de este tipo, con los plazos correspondientes no solo para ver una mejora productiva considerable y estable, sino para amortizar una inversión que como se mencionó anteriormente, es considerable.

Apoyos

Además del liderazgo de la Asociación Agropecuaria de Dolores en compañía de Unicampo, Cementos del Plata y el Ministerio de Ganadería y Pesca, hay 13 empresas que respaldan este emprendimiento: Grupo Macció, Nutrien, Del Carmen, Barraca Erro, ADP, Cargill, Maltería Oriental, Maltería Uruguay, Megaagro, Resister, Agroterra, Tafirel y Lallemand Lage

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