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El INIA prueba un sistema voluntario de ordeñe robotizado

Las vacas se mueven por si solas desde los potreros al tambo.

En la discusión del Plan Estratégico de Investigación con visión 2030, el sector lechero marcó a INIA tres prioridades de investigación. Entre ellas estuvo evaluar y adaptar factores de infraestructura, automatización /robotización y tecnologías de procesos para la simplificación en pos de un tambo atractivo y sustentable para las personas con foco en las nuevas generaciones.

En este sistema, según explicó Santiago Fariña, director del Programa de Investigación en Lechería, las vacas se mueven por sí solas (potreros, callejones y tambo) teniendo como principal incentivo al alimento (cuando se hace escaso, se mueven). Al moverse buscando alimento deben pasar por la sala y ahí el robot las ordeña.

Es un robot quien realiza por sí solo el proceso de ordeñe pudiendo las vacas acceder a él a cualquier hora (24 horas, los 7 días). La detección de celos y mastitis se realiza por sensores y en forma automática.

Según Fariña, los operarios pueden trabajar de 8:00 a 17:00, sin estar presentes durante el ordeñe. Las principales tareas son: chequear en la computadora reportes y alarmas del software, tratar o inseminar vacas, armar parcelas, suministrar reservas y traer alguna vaca “retrasada” del potrero. Al irse a su casa, las alarmas pueden llegarle al teléfono y resolverlas de forma remota.

El sistema de INIA trabaja con dos robots de tipo “Monobox” de la empresa GEA Westfalia, con quien hizo un convenio, a través del cual la empresa realizó la donación de uno de los robots. Este tambo aún no funciona a pleno, ya que resta terminar la instalación de algunas partes de la infraestructura externa (callejones, aguadas y sistema de efluentes). Mientras tanto se está realizando un testeo con un grupo de 10 vacas que se van acostumbrando.

Guillermo Crampet

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