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Ñu Porá logró ventas totales con un promedio de US$ 3.655 en su remate anual

Con ventas totales y un promedio superior al del año anterior, el remate de "Ñu Porá" se destacó por su agilidad y la fuerte puja de compradores, alcanzando un máximo de US$ 7.200 y consolidando su reputación en la cría de toros de alta genética

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En una jornada marcada por la firmeza del mercado y el interés generalizado, Ñu Porá llevó a cabo su tradicional remate en la estancia ubicada en Paysandú. Con una activa participación tanto en la pista como por vía telefónica, se concretaron ventas totales, alcanzando un promedio de US$ 3.655, superando las cifras del año anterior. Los ejemplares de Santa María de Arapey también lograron una colocación completa.

El evento, a cargo de las firmas Indarte y Cía. y Escritorio Dutra, fue conducido de manera alternada por Alejandro Dutra y Walter Hugo Abelenda.

El elevado número de preofertas permitió mantener el dinamismo del remate. Tan pronto caía el martillo sobre un ejemplar, otro toro entraba en subasta, lo que aceleró el ritmo de las ventas. En total, Ñu Porá colocó 37 toros, de los cuales 34 PI alcanzaron un máximo de US$ 7.200 (comprado por Fernando Estevez), un mínimo de US$ 2.640, y un promedio de US$ 3.652. Los 3 toros PO vendidos fluctuaron entre US$ 4.200 y US$ 3.240, con un promedio de US$ 3.680.

Por otro lado, los 16 toros Polled Hereford PI de Santa María de Arapey se vendieron con valores entre US$ 6.120 y US$ 2.400, logrando un promedio de US$ 3.442.

Carlos Parietti Henderson, responsable de Ñu Porá, se mostró satisfecho con el resultado. "Fue un remate como hace años no veíamos, con mucha competencia por los toros, precios muy buenos y un promedio excelente, pero lo que más valoramos es la agilidad con la que se desarrolló, algo crucial para nosotros", afirmó.

Parietti destacó que este éxito se debe, en parte, al auge de la cría de ganado como negocio rentable, sumado a la atención que los productores ponen en los datos genéticos de los toros, dejando atrás la práctica de adquirir grandes lotes sin distinción.

Por su parte, el ingeniero agrónomo Fernando Indarte Gianoni subrayó la importancia del dinamismo en la subasta: "En los últimos 10 años, es el mejor remate que recuerdo, sobre todo por la agilidad y la cantidad de ofertas previas que ya existían. Fue un promedio de US$ 500 por encima del año pasado".

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