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Carlos María Uriarte: “que la dicotomía campo y ciudad no se siembre más”

El presidente de Federación Rural, Carlos María Uriarte consideró que es “tarea de todos reducir costos”.

Carlos María Uriarte

Carlos María Uriarte. El gran debe es asegurarle la tierra a los medianos productores, a sus hijos y a los que hoy están arrendando.

 

Pablo Antúnez. 

E l viernes 29 y sábado 30 de mayo, en el Local “Chiflero” de la Asociación Agropecuaria de Artigas, se desarrollará el 98° Congreso Anual de la Federación Rural. Con la presencia del presidente de la República, Tabaré Vázquez, ya confirmada, el sector rural analizará varios temas, pero hará especial hincapié en el cuidado del medio ambiente y del agua, además de pedirle al gobierno que haga mención de lo que significa la institucionalidad agropecuaria cerca de los 100 años de la Federación Rural.

Este año, la Federación Rural cambiará de presidente y renovará algunos miembros del consejo directivo. Carlos María Uriarte que estuvo dos años como vicepresidente y luego otros dos al frente de la gremial, será sustituido por Fernando Dighiero, expresidente de la Asociación Rural de Florida.

El relacionamiento con el nuevo gobierno, los problemas del sector, la dicotomía entre campo y cuidad, fueron algunos de los temas analizados por Uriarte en la entrevista que mantuvo con El País.

-¿Qué espera del nuevo gobierno?

-El arranque del nuevo gobierno nos llena de esperanzas, porque ha tenido una serie de manifestaciones y acciones concretas favorables. Desde que comenzó nombrando el gabinete de ministros, que lo hizo en forma muy ejecutiva, hasta el momento, las señales que hemos recibido son de una ejecutividad y de una consideración muy importantes, en la forma en que deseamos ver al gobierno.

-¿A qué temas se refiere?

-A lo que son las relaciones internacionales, a la conciencia de que no estamos en un momento como fue en los últimos 10 años, sino que transitamos por un momento que amerita que estemos todos juntos. Todo eso nos genera una buena expectativa y Dios quiera se concrete en hechos todo lo que hemos escuchado hasta ahora.

-¿Considera que se dejó atrás el hecho de remarcar aquella dicotomía entre campo y ciudad de los últimos años?

-Ojalá haya quedado atrás esa dicotomía entre campo y cuidad. Si bien lo vimos muy presente en la campaña electoral, en los encuentros que tuvimos con el presidente Tabaré Vázquez no lo vemos más y ojalá que esa dicotomía no se siembre más y no sea utilizada con ningún otro fin más que hacer sentir y profundizar la conciencia agropecuaria de todos los uruguayos. Ese es un deseo muy grande que tenemos como uruguayos, que todos seamos capaces de sentir esa identidad que debemos tener, porque dependemos mucho del sector agropecuario.

-¿Cuáles serían las “luces amarillas” que el campo enfrenta hoy para continuar su crecimiento?

-Fundamentalmente se enfrenta a un escenario de precios complicado, con unos altos costos de producción a nivel país. Eso hace que las cuentas de los principales sectores agro-exportadores sean muy ajustadas y la competitividad se vea comprometida.

-Pero, ¿el aumento que tuvo el valor del dólar no ayuda a la mejora de la competitividad del sector?

-Indudablemente que con la corrección del valor del dólar, en el ritmo que se viene haciendo y de continuar con esta medida, se pueden corregir muchos de estos factores, pero hay que trabajar en otros factores también. A veces esos factores no solo se refieren al sector agropecuario, porque hay costos que se generan en otras partes de la economía que se transmiten al costo de producción. Es por eso que considero que es una tarea de todos reducir el costo país, mejorar la competitividad, mejorar la inserción en los mercados.

-¿Cuál es el gran debe que tiene el sector agropecuario?

-Es con los productores medianos y pequeños, pero sobre todo con los arrendatarios. Los arrendatarios son un número muy importante adentro del sector; son el 30% de los ganaderos y el 50% de los productores lecheros. El debe es asegurarles la permanencia en los lugares donde trabajan para que sigan siendo productores. Hoy las posibilidades que tienen los arrendatarios son muy pocas, por no decir nulas. El Uruguay debería desarrollar herramientas que le aseguren a quien no heredó campo o capital y no tiene más que su propia capacidad y su propia voluntad de trabajo, un espacio para que pueda trabajar tranquilo. Esto es más allá de lo que (el Instituto de) Colonización está haciendo, porque en los últimos tiempos, claramente ha definido su población objetivo y son los asalariados rurales o sus hijos.

“No se debe aceptar la salida a la ciudad”.

El presidente saliente de la Federación Rural, Carlos María Uriarte, también consideró que existe un gran debe en lo que es la formación de las nuevas generaciones, como sector que dependerá del agro. Uriarte dijo estar muy preocupado, al igual que la gremial que preside porque “las generaciones que vienen se forman en base a una educación que es básicamente urbana, tanto en las grandes ciudades como en los pueblos del interior educan a forasteros en su propia tierra”.

En ese sentido sostuvo que “por más que se diga que es una tendencia mundial que la gente se va a vivir a los centros urbanos y en eso Uruguay hizo punta porque es uno de los países más organizados del mundo, como uruguayos, como país con identidad tan fuerte en el sector agropecuario no lo acepto. Creo que no lo deberíamos aceptar y se deben hacer los máximos esfuerzos para que se revierta esa tendencia y veamos cada día más familias viviendo en el campo”.

“Es realmente una tristeza cuando uno recorre el interior del país y ve cascos abandonados y poblados que cada vez crecen más”, agregó.

Por eso, el gremialista consideró que “hay que trabajar mucho para, de esa forma, brindarle la posibilidad a muchas familias que hoy viven en malas condiciones en esos centros urbanos, de vivir y criar a sus hijos en un ámbito sano, natural, de familia, de respeto y de amor al trabajo. Son cosas por las que deberíamos luchar todos los uruguayos. Ese es un deseo personal que tengo muy bien arraigado”, dijo Uriarte.

Desde las gremiales del campo, en los últimos años, se viene trabajando mucho en rescatar los valores que la sociedad perdió y en remarcar que dólar que invierte el sector agropecuario para poder producir, se multiplica por seis a lo largo de la cadena, generando empleo, valor agregado al transformar el producto en alimentos y divisas que luego se transfieren a toda la sociedad.

Preocupa “enorme vulnerabilidad” en rubro cárnico.

Uriarte dijo estar muy preocupado porque el sector cárnico tiene “una enorme vulnerabilidad. Preocupa mucho la vulnerabilidad del Uruguay con respecto a los intereses de quienes dominan hoy la industria frigorífica que no estén alineados con los intereses del país”.

“Me refiero a que cuando tenemos un mundo que está dispuesto a pagar altos precios y nuestra carne es valorada, deberíamos estar trabajando con la máquina a todo vapor y gran parte del tiempo no es así, porque hay una decisión empresarial razonable que no lo justifica. Esa es la decisión que deberíamos revertir”, dijo el presidente de la gremial.

Para Uriarte, el gran desafío que hay por delante es “encontrar esa salida que permita elevar las faenas a 3 millones de cabezas bovinas anuales”.

Agregó que ese camino “debemos buscarlo entre todos. Ojalá tuviera la respuesta”. Mantener una faena baja fue un hecho que se vino dando en los últimos años y “en la medida que todos seamos conscientes de que hay que corregirlo, que la industria trabaje a todo vapor, que faene lo máximo posible y tengamos una exportación en pie trabajando fuerte, ahí se van a crear más ingresos para todos los uruguayos”, dijo.

Es más, el gremialista recordó que el propio ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, reconoció que Uruguay podría tener US$ 1.000 millones más de ingresos anuales si se consiguiera el objetivo de llegar a faenar anualmente 3 millones de vacunos. “Hay una decisión empresarial razonable atrás de faenar menos animales y hay que tratar de que cambie, de que no le sea conveniente a la industria esa estrategia que se viene aplicando desde junio de 2013”, dijo tajante Uriarte.

La baja faena y el desestímulo, repercute sobre el eslabón más débil de la cadena: el sector criador.

Más allá del efecto clima, el criador demostró, a lo largo de los años, que puede producir más cuando recibe las señales favorables.

Cuidado del agua y el medio ambiente.

El cuidado del recurso agua y el medio ambiente, será uno de los temas centrales del 98° Congreso Anual de la Federación Rural y el presidente Carlos María Uriarte aclaró a El País que ese compromiso “no es nuevo, pero será mucho más fuerte hacia el futuro”.

En ese sentido recordó que “cada vez debemos ser más conscientes del cuidado del medio ambiente y del agua, porque Uruguay fue bendecido por los recursos que tiene. Se han detectado contaminaciones y debemos tomar conciencia para evaluarla en sus debidos términos y encontrarle correcciones para que esto no ocurra más. La meta es velar por un recurso que para la humanidad es único”.

Uriarte dijo que lo que la gremial propondrá en el congreso es, “partiendo de la base de una descripción de la situación actual de la calidad de las aguas subterráneas y superficiales, hablar de ciertos riesgos que podrían provocar algún tipo de tecnologías que se manejan como viables para la extracción de petróleo. Hablo concretamente del fracking y su posible riesgo para contaminar las aguas subterráneas, así como proponer estrategias que nos permitan revertir el proceso lento y largo que ha tenido la contaminación de nuestras aguas debido a la erosión de los suelos, favoreciendo la reforestación de los causes de agua mediante flora nativa o artificial. El tema se verá enriquecido en el congreso por el ingeniero Raúl Nin”.

ACTIVIDADES.

En el marco del congreso y más allá de los homenajes -se distinguirá al veterinario Raúl Casas Olascuaga por su gran aporte a la sanidad mundial y a la uruguaya- también habrá una mesa redonda donde se buscará definir el marco económico futuro, para lo que se buscará la visión oficial, donde se gestiona la participación de algún integrante del equipo económico. No faltará la visión del sector privado, de la industria frigorífica y la de los productores, en el marco de lo que será una mesa de análisis, no de debate. El año pasado fue el turno de la Mega Minería de gran porte, donde se contó con la presencia de un especialista peruano y varios juristas uruguayos, con una amplia trayectoria en la especialidad, alertaron a los productores sobre sus derechos cuando las empresas mineras apuraban.

 

Pablo Mestre
Pablo Mestre

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